Claude Frollo

23

No había nadie cuando entraron, todo estaba vacío.
Solo Claude, Cossett y el soldado entraron. Mientras el sacerdote intentaba explicarles a Claude y al soldado que les dio asilo por piedad.
Un Gitano escondido tomó del brazo a Cossett, este Gitano, era quien defendió a Cossett de ese soldado vulgar que intentó someterla.
-Vamonos de aquí, francesa. Ese hombre quemó a toda mi familia.-dijo el gitano susurrando.
Este gitano, tenía un brazo quemado sosteniendo su espada y su voz temblorosa indicaba que temía.
-Espera, no puedo...- repondió ella susurrando también.
En eso, Claude se volvió para verla y vio esta escena, el Gitano tratando de llevarsela para hacerle daño.
-Cossett! Apártate!-exclamó Claude
Claude se acercó a ellos y apartó de un empujón a Cossett tirándola al piso.
Se dio un duelo de espadas entre este gitano y el Capitán.
Hasta que el Gitano pudo quitarle la espada a Claude y estaba por matarlo.
Cossett se puso entre ellos para evitar la posible muerte de su amado.
-Claude!
Y la espada atravesó su torso. Se quedó enfrente de él, y el gitano sacó la espada de su interior y escapó de miedo. Había matado a su joven amiga francesa.
-Claude...- dijo ella con dolor.
-No... Cossett?....No!-exclamó Claude. -Ve por él!- le gritó a su soldado y este le persiguió.
Él se incó y la tomó en sus brazos para que su ya frágil cuerpo no tocara el frío suelo de la catedral.
- Por qué lo hiciste?!-le preguntó algo enojado.-Yo debía estar en tu lugar!-replicó
La tuvo en sus brazos una vez más. Como siempre quiso tenerla de nuevo y otra vez.
-Claude- dijo con dificultad.- No te vayas hasta que yo descanse...
Los ojos de Claude soltaron lagrimas.
-No te esfuerces, no te voy a dejar nunca, Amada Mía. Yo te sanaré, solo dejame curarte...
-Nada puede salvarme, Claude... quiero que sepas, que te amo, Amado Mío. Te diré algo...
Acércate...
Claude acercó su oído y ella le dedicó unas palabras.
Tan dulces fueron para él, que rompió el llanto.
Estas palabras dulces, fueron como una historia para Claude, le contó cómo nacería su hijo y el nombre por el cual iba a ser llamado, cómo crecería y cómo iban a vivir ellos juntos, felices, como lo habían establecido. Y al final le dijo que ellos dos iban a morir de vejez, juntos, amándose el uno al otro.
Así que la abrazó muy fuerte.
Se fue acercando a ella, anhelando rozar sus labios. Y la besó con lagrimas en sus ojos, hasta que los latidos débiles de ella cesaron.
-Cossett?... Querida?-le llamó y vio que sus ojos estaban cerrados.- Cossett!...Cossett!
La abrazó y así su corazón murió junto con el de su amada...
Murió su único y puro amor, el filo de la espada se la había llevado a ella y a su hijo.
Y deseó matar a todos los Gitanos que se cruzaron con él, con odio y desprecio.
Debía vengarse.
Mató a cada uno de ellos.