You And I (LP)

11

No dormimos en toda la noche y no precisamente por estar entre las sábanas, no. Preferimos hablar de todo lo que habíamos no hablado durante el distanciamiento. Y aunque no debería ser así, me dolía cuando hablaba de Lauren, sentía que sus anécdotas me fueron robadas, yo debía estar con ella.
Sin embargo me alegraba de que fuera feliz e intente no pensar en lo que nos esperaría por la mañana al llegar a reunirnos con los demás.

Michael debía estar preocupado, está molesto pero no podría dejar de importarle de la noche a la mañana ¿o si?

-Toma.-se acercó Laura a la cama y me tendió una taza de té.-Con una de azúcar y muy poca crema, espero que aún lo prepares así.

Sonreí con ternura, aún lo recordaba.

-Si, aún me gusta así, gracias.-la mire atentamente mientras se recostaba a mí lado y me sonreía.

Su cabello estaba alborotado gracias a mis manos, una pequeña marca rojiza, casi imperceptible, rondaba por su cuello, se mantenía en ropa interior al igual que yo, como si hace unas horas atrás no estuviésemos muertas de frío. Sus ojos parecían dos zafiros brillantes ante la oscuridad de la cabaña y ciertamente, me encantaba.

-¿En qué piensas?-me saco de mi ensoñación.

-No es nada, tonterías.-me miró con incredulidad a lo que yo asentí con cansancio.-Bien, me preguntaba si... ¿Alguna vez volviste? Aunque sea por curiosidad o por algo más.

-Si, solo una vez.-confesó-Al llegar al edificio, el portero me reconoció al instante y me dijo que te habías ido hace más de un año. Me dió las llaves pero no tenía el valor de entrar.

Permanecí en silencio, no sabía que más decir con respecto a eso, y a pesar de que ya me había contado todo -brevemente- aún me sentía confundida y había huecos sin rellenar. Y la historia con Lauren no me la había contado, tenía curiosidad por eso y aunque me lastimaba, quería oírla.
Ese era otro punto que no entendía ¿por qué dolía? Ella estaba con Lauren y era innegable que se aman, y yo estaba con Michael al que también amaba y se notaba a kilómetros que él me quería. ¿Por qué entonces dolía?

-¿Cómo conociste a Lauren?-dije antes de poderme detener a mí misma.

-Bueno, ella también canta y una noche tocamos en el mismo bar. Me impresionó su voz y comenzamos a charlar después del show, desde el inicio ella fue amable, graciosa y muy atenta.-tomo una pausa mientras yo esperaba atentamente.-Entonces intercambiamos números y la invite a salir después de un tiempo. Todo fluyó perfectamente y en serio la amo, Kris, más que a mí vida.

La mirada que tenía me dejó realmente asombrada, brillaba demasiado, más que cuando me miraba a mí y transmitía una sinceridad enorme.

-Se nota el amor que hay entre ustedes, y no debes preocuparte, no estará molesta por siempre.-me dió una sonrisa ligera.

-¿Qué hay de Michael?

-Esa es una historia más rara que la tuya.-solté una pequeña risa-Cuando recién me mudé estaba buscando empleo y frente a mí departamente hay una cafetería a la que iba todos los días a buscar empleos por internet o en el periódico.

«Un día mientras esperaba mi café entro Michael, ciertamente me pareció un tipo muy raro, llevaba un costoso traje azul oscuro, casi negro. Iba distraído mientras se acercaba a alguna mesa y justo cuando ví a la mesera con mi orden, él chocó contra la bandeja derramando todo en mi ropa. La mesera se disculpó conmigo mientras intentaba limpiarme, al igual que él, estaba furiosa porque acababa de comprar ese vestido ¡Era blanco!»

Reí ante el recuerdo como si en ese momento no me hubiera enfurecido tanto.

-Michael también me lleno de disculpas y se ofreció a pagarme la ropa. Yo obviamente rechace su oferta, le dije que no había problema y me fui a mi casa con un vestido blanco lleno de café, esa mancha jamás se le borró.-entorné los ojos-Al día siguiente volví y ahí estaba él, me pidió disculpas una vez más y se ofreció a invitarme un café mientras charlabamos. Le conté que estaba buscando empleo y él me ayudó, me consiguió una entrevista con su padre y termine en la estación de radio.