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Llevaba quizás tan solo unos minutos mirando aquel sobre negro desde la columna de la cocina donde estaba recargada mi espalda. No sabía que hacer.

Quería enfrentar a Laura, quería hacerlo de verdad. Sin darme cuenta volvimos a dónde empezamos, no tenía respuestas certeras acerca de las decisiones que tomo Laura en el pasado. Aunque ahora había cosas que tenían sentido, como cuando sentía que estaba obligada a estar con Lauren. Si todo era solo un contrato estaba obligada a cumplir con eso, todo estaba en juego y sabía que si tan solo Laura se negaba, podría perder todo.
Ahora también entendía porqué ante los medios ella y Lauren actuaban como la pareja más enamorada del mundo.

Pero si todo era por negocios, casarse era llegar al extremo ¿no? Era una línea de la que no podría salir ninguna de las dos, estarían atadas por mucho tiempo. Tendrían que fingir una luna de miel, vivir juntas, quizás hasta tener una familia. Era demasiado para mi.

No sabía si sería lo correcto pero por ahora guardaría mi enojo, hasta saber que ocurre en realidad y que tan lejos podían llegar las mentiras. Tenía que actuar demasiado bien para que nadie sospechara nada. ¡Dios, en qué momento llegamos a esto!

Tomé mi teléfono y marque su número. Uno, dos, tres y pum, al buzón de voz de nuevo.

-Mmmh hola cariño, me preguntaba si podría verte hoy.-suspire.-Llámame.

Era quizás el séptimo mensaje que le había dejado en los últimos dos días. Si, un poco intenso a decir verdad, pero de ninguno había obtenido respuesta, fue como si todo lo que habíamos recobrado en el viaje a Nueva York no hubiera pasado, aún cuando prometimos que sería un nuevo comienzo. O quizás solo fui yo quien hizo la promesa.

-Muy bien, más vale que nos pongamos a trabajar o de verdad terminaremos en la quiebra.-dijo Taylor saliendo del baño y sacudiendo sus manos.

-Por favor, dime que te las lavaste.-pedí con una mueca de asco.

-Si eso te hace feliz.-claramento no se lavo las manos.

-Eres un asco Taylor.

-Solo las enjuague, no use jabón ciertamente, pero si pase agua limpia por mis bellas manos.-me saco una risita, debo admitirlo.

-Bien, es algo al menos.-lo mire un instante, lo había extrañado mucho.-¿Cómo van con la música de las nuevas canciones?

-James está en su plan de macho controlador, el solo pide que toque la guitarra o la batería y lo hago.-fruncio el ceño.-Despues lo graba y edita, de verdad que no me deja participar.

-Las cosas no van bien, entonces. ¿Sigue jugando con su "novia"?-pregunté haciendo comillas con los dedos.

-Si, algo así. Yo empecé a salir con una chica también y desde entonces James deja de restregarme en la cara a la chica silicón.

-¿Chica silicón?

-Ya sabes, por sus bubis operadas y el trasero también...-su comentario me causo gracia pero verlo tan desanimado me impidió reírme.-A veces quisiera entenderlo, antes de que pasará lo que pasó... él y yo reíamos todo el tiempo, la pasábamos realmente bien. Incluso compartimos secretos, de los verdaderamente íntimos ¿sabes?-tomo asiento en mi pequeño sofá.

-¿Lo amas?-pregunté con el corazón encogido, me dolía verlo así.

-¿Amor? No sé si sea eso pero me lastima que sea tan frío y cruel a veces, solo quiero a mi amigo de vuelta.-parecia un cachorrito herido que necesitaba un poco de consuelo.

-¿Por qué no hablas con él? Me refiero a hablar realmente, sin bromas, sin rodeos.

-Lo he intentado pero cada vez que me acerco, él me aleja como si tuviera una enfermedad contagiosa y se cierra a todas las posibilidades de tener una charla.

You And I (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora