Capitulo 4.

246 12 0
                                    

Él recorrió con la mirada el salón. Observaba como todos reían por lo bajo, menos aquellas dos chicas de la punta.

- Puedes tomar asiento, Maximiliano – le dijo el director.

- Gracias – dijo él y sin pensarlo se dirigió en donde no había risas. Se sentó justo detrás de ellas. Natalia tuvo la intensión de girar y mirarlo, pero decidió no hacerlo.

La clase continuó. La señora Dorreman hablaba y hablaba y Natalia no lograba prestarle mucha atención, quería girar y mirar a aquel muchacho.

- Oye, ¿Qué te sucede? – le preguntó Ashley. Natalia reaccionó.

- ¿A quién? ¿A mí? – dijo algo confusa.

- No, al árbol de afuera. ¡Claro que a ti, mensa! – le dijo. Natalia rió por lo bajo.

- Lo siento, no estaba prestando atención – dijo ella.

- Si, de eso ya me he dado cuenta. Pero ¿Por qué?

- No lo sé, tengo la cabeza en otro lado – contestó simplemente.

Después de 30 minutos de estar allí dentro, al fin sonó la campana del recreo. Todos suspiraron aliviados y se pusieron de pie. Menos ellas dos, como siempre. Preferían quedarse dentro del salón, solo salían a fumar. El chico nuevo, tampoco salió. Ashley decidió hablarle.

- Hola, ¿Qué tal? Soy Ashley – le dijo y tendió su mano.

- Maxi – dijo él y la tomó.

- ¿De dónde eres? – le preguntó la rubia.

- Mis padres trabajan mucho y no tenemos un lugar fijo, así que he venido desde Chicago – le dijo él.

- Wou, no debe ser nada fácil no quedarse en un lugar fijo – dijo ella. Él asintió. Ashley miró a Natalia. La morena aun no había dicho nada, ni siquiera su nombre – Ella es, Natalia – se la presentó. Maxi la miró y ella también lo hizo.

- ¿Qué tal? – le dijo él.

- Bien – contestó ella quedamente. Ashley la miró extrañada.

- Y dinos, Maxi ¿Eres una especie de súper inteligente o algo así? – le preguntó la rubia. Él rió por lo bajo, provocando que Natalia temblara levemente.

- Bueno, digamos que durante mi vida he estudiado mucho y me gusta hacerlo. Soy inteligente.

- Pues no te sientas mal, porque nosotras también lo somos – dijo ella y ambos rieron. La morena aun no decía nada. Ash se giro a verla – Discúlpame – le dijo a Maxi – ¿Puedes decirme que demonios te sucede? – le preguntó a su amiga.

- Ya te lo dije, tengo la cabeza en otro lado – le dijo ella – Me iré a fumar, lo necesito – se puso de pie y salió de allí. Ashley vio como se iba y se giro a ver a Maxi.

- No se que le sucede. Usualmente ella no es así – le dijo.

- Tal vez este mal por algo – dijo él.

- Si, Naty es una chica que se preocupa mucho por los demás y casi nada por ella. Tiene varios problemas – dijo sin dejar de mirar hacia la puerta.

- ¿Por qué no vas a buscarla? – le preguntó.

- Si, es lo que estaba pensando hacer – dijo y se puso de pie. Caminó hasta la puerta y giro para verlo – Eres muy buena onda, para ser un Nerd amigo. Bienvenido

- Igualmente – le dijo él y ella salió.

Comenzó a buscarla y en que otro lado la iba a encontrar si no era ese. Se subió al auto y tomó un cigarrillo.

- ¿Podrías decirme que es lo que te preocupa ahora? – le preguntó. La morena se giro a verla.

- Nada – le dijo ella sin dejar de fumar.

- Vamos Naty, te conozco. Tú no estás así por nada – le dijo. Ella la miro – ¿Qué pasa?

- Es…..es por lo que me dijo hoy el imbécil de Herver – dijo mintiendo. Ashley revoleó los ojos,

- ¿Es eso? No puedo creerlo. Ya te dije que es un pobre infeliz, no le hagas caso Naty. Él no sabe nada.

- Lo sé, pero dolió ¿sabes?

- Se que duele, amiga. No debe ser fácil. Pero sabes porque tu madre lo hace y yo si fuera tú, estaría muy orgullosa de ella.

- Y lo estoy. Estoy muy orgullosa de tener una madre como ella – le dijo. Ash sonrió.

- Bueno, ahora vamos que si no el señor Perry nos asesinará – dijo divertida.

Ambas se bajaron del coche.

- Ash, ¿A ti te gusta el nuevo? – le preguntó.

- ¿Qué? – Dijo sin poder creerlo y rió – Claro que no, pero parece un buen chico y no es nada lindo no tener con quien hablar el primer día que llegas. Así que no seas grosera y cuando estemos ahí le hablas. 

 Naty rió divertida y volvieron al salón. Aun el recreo no había terminado. Él seguía ahí sentado, escribiendo algo. Ambas se sentaron en sus lugares.

- ¿Estás bien? – le preguntó él a Natalia. Ella lo miró.

- Si, si. Gracias – dijo y miró a su amiga. Ashley levanto una ceja y la miro fijo. Natalia negó efusivamente con la cabeza.

- ¿Dónde vives, Maxi? – le preguntó la rubia.

- Vivo en la calle 46 al 1458 – dijo él. Ashley miró sorprendida a Natalia.

- Eres vecino de Naty – dijo sin poder creerlo. Ambos se miraron entre sí.

El primer amor siempre duele- Naxi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora