CAPITULO 7: NOSOTROS

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Narra Kei:

La mañana se apoderó de la habitación, después de haber despertado en plena noche por aquella pesadilla estuve un rato despierto, hasta que pude dormir de nuevo, estaba algo fatigado, ¿Hacía donde podría haber llevado Arabella a Aoi?, la cabeza me daba vueltas y unas enormes bolsas púrpuras adornaban mis ojos, unas enormes ojeras.

Christoph no estaba, su cama estaba ordenada, decidí darme una ducha, tardé un largo tiempo, hasta que comencé a sentirme mareado y acalorado.

Salí de la ducha y me vestí- Vaya, vaya, es una lástima que estés todavía pegado a un muerto –Christoph me miró de pies a cabeza, yo simplemente le fulminé con la mirada- Deberías sacar a relucir ese atractivo cuerpo que tienes –me tomó de la cintura, acercándome a él, no lo evité, simplemente dejé que el espacio entre nosotros disminuyera- ¿No piensas detenerme Kei? –Desvié mi mirada- ¿Debería? –dije por lo bajo… ¿Tenía caso alguno dejarme llevar por mi subconsciente? Diciéndome <<Aoi sigue vivo>>, ¿Debería seguir creyendo que él estaría vivo?- Supongo que no… como dije, Aoi está muerto y no hay nada que puedas hacer –Christoph me sonrió, yo simplemente desvié la mirada- Solo acaba de una jodida vez –dije estirando mis brazos, dejando que el chico de cabello negro azabache me pasara la lengua por la clavícula para después subir hasta la barbilla y llegar al mentón- No tardaré mucho, lo prometo –me tiró a la cama y comenzó a desnudarme, no planeaba detenerlo. Sentía su lengua recorriendo cada centímetro de mi piel, no era el mismo tacto, el tacto de Aoi era cálido, lleno de amor y deseo, en cambio este tacto era frío y no expresaba sentimiento alguno- ¿De verdad no planeas detenerme Kei? –no lo miré, no dije nada tampoco, simplemente me dediqué a jadear un poco, Christopher chocó sus labios con los míos, haciendo que comenzaran a hincharse, <<Al parecer… es tosco como un animal>> me dije a mi mismo al momento que el moreno metía su mano en mi pantalón, solté un pequeño gruñido en forma de protesta- ¿Quieres que me detenga? –Christoph me miró buscando algún indicio de respuesta… pero al no encontrarlo prosiguió, desabotonando mis jeans- ¿De verdad no te molesta que te toque de esta forma Kei? –miré a Christoph a los ojos, no esperaba que me entendiera, pero en cuando nuestros ojos se cruzaron él se apartó de mí, saliendo en silencio de la habitación, dejándome solo, me senté en la cama, toqué mis labios… todo me daba vueltas ¿De verdad seguía vivo? ¿No era mi imaginación?

Alguien tocó a mi puerta, rápidamente la abrí- Hola… ¿Estás… mejor? –Sonreí forzadamente- Algo así –no quería que más personas se preocuparan por mí- Lo siento Kei… -Akise se acercó a mí y me abrazó- No se merecían esto –sonreí- Ya no importa –me reí, las lágrimas comenzaban a resbalar de mis mejillas- No más… ya no está –Yamato entró a la habitación- De nuevo haciendo llorar a Kei ¿Eh cariño? –Akise lo fulminó con la mirada, aproveché aquello para limpiarme las lágrimas- No lo hice llorar –le reprochó Akise- Estoy bien –dije- No lo estás –Yamato me tomó del brazo y me arrastró todo el pasillo hasta dar con la salida a la enorme explanada llena de pasto, desde ahí podía ver la pequeña cabaña que se asomaba por una baja colina- Deja de decirle a todo el mundo que no pasa nada –dijo mirándome de pies a cabeza- Kei… no estás bien, eso lo puede saber cualquiera que te conozca –respiré hondo- ¿Y qué si no estoy bien? ¡No quiero que se preocupen por mí! ¡Eso es todo! –Yamato miró a través de mis ojos para después verme lastimosamente- Fue mi culpa… yo… -miré a Yamato, tratando de robarle la palabra, pero no pude sacar las palabras “traicioné”- Kei… -me giré… no podía escucharlo, no debía, eso me lastimaría más- ¡Kei! –Comencé a correr, en dirección a la cabaña, con el corazón en el alma, esperando que ahí estuviera Aoi, esperándome con los brazos abiertos- ¡Kei, espera! –no volteé a verle, simplemente seguí corriendo, llegué a la cabaña, abrí la puerta, todo estaba tranquilo, todo era sereno ahí, puse el pestillo a la puerta principal y subí las escaleras para llegar a la habitación en la que había estado con Aoi, seguía teniendo ese peculiar olor, entonces me desmoroné, lloré todo lo que pude, recordando, los momentos que pasamos juntos.

Me levanté, abriendo la puerta, me topé con una silueta, las lágrimas me empañaban los ojos, de pronto sentí el estómago sin aire, la silueta comenzaba a pegarme… trataba de defenderme pero era imposible, de pronto un fuerte golpe en mi cabeza hizo que todo se apagara…

BIEN... SE QUE ESTO ES MÁS CORTO QUE LOS CAPÍTULOS CORTOS QUE NORMALMENTE SUBO... ME DISCULPO POR ELLO PERO ES HORRIBLE ESTAR EN PREPARATORIA... TAN FEO QUE NO TENGO TIEMPO NI DE LEER YA NADA... TODO EL DÍA ES TAREA O DORMIR... ASÍ QUE PERDÓN SI ESTE CAPITULO ES UN ASCO (AUNQUE LO HAYA ESCRITO CON UN CACHITO DE MI CORAZÓN) DE VERDAD PERDÓN... PROMETO TOMAR MUCHO CAFÉ Y MONSTER EL FIN DE SEMANA PARA SUBIR LO MÁS PRONTO POSIBLE... EN FIN... SALUDOS A TODOS

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