AYAYA

No tan raro

Donghae observó todos los movimientos del nuevo hombre y lo siguió mientras recorría el pueblo. Y no era el único; todos los pueblerinos lo miraban también.

Ryeowook, que estaba afuera de su tienda, se acercó a Donghae.

-Deberías ir a hablarle.

-¿Yo?- preguntó Donghae.

-Sí. Como el sheriff a cargo, deberías ir a presentarte para que sepa que este pueblo no se manda solo. Siwon siempre lo hace.

-¿De verdad?- Donghae no sospechó en absoluto que las cosas dichas por Ryeowook eran inventos.

Ryeowook asintió y volvió a su barbería.

Donghae siguió observando al hombre un poco más, tenía miedo de cometer algún error.

《Si Ryeowook dice que Siwon siempre lo hace, entonces yo también tengo que hacerlo》

-¡Oye!- lo llamó algo agresivo y se acercó caminando prepotente, y un poco extraño.

El hombre, que contemplaba una pileta, se volteó a verlo.

-Yo soy Donghae. D-O-N-G-H-A-E.- deletreó su nombre y estiró su mano. -Soy el que esta a cargo de la protección aquí.

El hombre miró la mano de Donghae, sin estrecharla.

- Soy Yesung- dijo mientras hacía una reverencia.

Donghae retiró su mano y se acomodó el cinturón para disimular -¿Tú eres el nuevo cantinero?

-Si.- contestó Yesung

-Ah, si supe que vendrías.

Hubo un silencio incómodo. Una paloma se posó en el suelo y ambos la miraron.

-Si no te molesta, seguiré recorriendo el pueblo.

Donghae asintió -Ha sido un gusto.

Yesung se marchó en silencio.

-Ese tipo es raro- dijo en voz alta para sí mismo y se quedó pensando - ¡¿Y si es otro ladrón?!- se alarmó.

Donghae siguió espiando al nuevo cantinero sin esconderse. No le importaba que él lo viera, aunque de todas formas, mantenía un poco la distancia.

Yesung visitó el puesto de Kangin.

-Hola, señor.

Kangin, que estaba sentado, se puso de pie.

-Buenos días. Nunca antes te había visto.

-Acabo de llegar- dijo con las manos atrás.

Kangin, entusiasmado por conocer a una persona nueva, le ofreció de su mejor fruta.

Yesung miró lo que había sin saber qué escoger -¿Puedo probar primero?

Kangin sabía que su fruta era la mejor, así que le ofreció con gusto una degustación, teniendo fe en que después compraría.

-Claro ¿Qué quieres probar?

Yesung tomó una zanahoria sin entender que Kangin se refería a la fruta, y la mascó, sin prepararla primero.

Kangin lo miró desconcertado.

-No es tan buena- Yesung dejó la zanahoria mascada sobre el mesón y se fue.

Kangin exclamó ofendido.

-¡Claro que no sabe bien! ¡¿Acaso no sabes como se come una zanahoria?!- A pesar de que estaba molestó, le sorprendió que hubiera alguien más extraño que Donghae.