𝑮𝒐𝒌𝒖 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌 𝒚 𝒕𝒖́: 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝑶 𝑪𝒂𝒔𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅

Epílogo

Ha este punto de tú existencia ya debés saber quién soy ¿no? Después de todo ya nadie es escéptico acerca de mi existencia. Soy la justicia misma hecha una sublime y poderosa deidad. Soy aquel rayo de luz que salió de la más profunda obscuridad,  aquel rayo de justicia en este mundo tan manchado y mansillado por esas bestias insaciables, los humanos.

"En mundo en realidad es un lugar espléndido, pero los humanos son tan grotescos que arruinan sus belleza"

Me tomó toda una vida entender que habia nacido con el unico propósito de cambia este mundo, no había nacido para ser un simple kaioshin.

La  vida monótona del planeta supremo, no fue más qué una eterna rutina agotadora por una gran parte de mi vida, mi talento tan solo se basó en ser un sirviente más, no conocía nada más allá de el obedecer, recibir y acatar ordenes de mis superiores.

Jamás cuestione nada acerca de mis deberes o existencia, hasta que llego ese día, el dia dónde conocí sobre la existencia de los seres humanos.

¿Por qué debía protegerlos? Era acaso por su debilidad física, acaso era por carente sentido sobre a donde iba el rumbo de su vida. ¿Sobre el bien y el mal? ¿Acaso no eran seres agraciados con ese simple conocimiento? La consciencia.

No lo comprendía en su momento, hasta que recayó sobre mis hombros la tan gran responsabilidad de "protegerlos" pase años observando a tan fascinantes criaturas, era todas una "singularidad" para mi a primera vista.  Pero su encanto fue decayendo poco a poco, no lo entendía ¿por qué?¿por que destruirse entre ellos tan solo por sueños ambiciosos de conquistas y descubrimientos?¿Y los inocentes, alguien pensaba en ellos?

La amargura se formaba en mi cada vez más,  el sentimiento de ira me invadía, Tan solo podía observar  como se destruían a sí mismos,  comenzaba a dudar, ¿de verdad podía hacer algo para ayudarlos? Esas criaturas acabarían con si mismo si no se detenían en sus planes de expansión,  la naturaleza estaba siendo mancillada, ¿Acaso no eran conscientes de todas la criatura que asesinaban al invadir sus hogares?¿todos los peces que estaban muriendo por consecuencia de la basura que contamina sus hábitats naturales?

Ellos solo servían para arruinar, para devastar,  para destruir todo a su alrededor sin importar si fuese una vida o una simple cucaracha, para ellos eran iguales, tan sólo mataban y seguían...tan tranquilos, que era repugnante ¿Acaso no conocía el remordimiento? O ¿era algo tan vano para ellos, que ni siquiera lo tomaban en cuenta?

Lo vi una otra vez, el ciclo siempre se repetía, por más que pasaran los siglos, seguían siendo bestias que meramente se civilizaban, siempre seria bestias por más modales a los que se adaptaban.
No puede cambiarse la naturaleza solo por que sí; La vida no era así de simple.

Todos mis recuerdos se remontan a ese momento clave, aquel tan importante de mi vida, a esa revelación divina del conocimiento.  El anillo del tiempo, aquel que abrió todo un mundo de posibilidades para cambiar el futuro para mi. la primera vez que lo vi, algo dentro de mi se retorcía, ese inmenso deseo de justicia salió a flote, más fuerte y más lleno de necesidad que nunca.

...

Los días siempre era cálidos en el planeta supremo, la tranquilidad se podía respirar tras cada bocanada de aire entrando en tus pulmones.  Una taza de té caliente bajo la sombra de un gran árbol que nos cubría con  su sombra,  las cosas pintaban bien,  como el invierno dando paso a la primavera. Tan monótono como siempre.
Era todo tan simple en aquel entonces,  "tan solo limítate hacer tu trabajo y no mires a los demás o cometerás los mismos errores",  esa frase barata siempre resonaba de lleno en mi cabeza. Era la única que podía recordar de aquel libro que me dio mi maestro años atrás, era tan testarudo en pensar que un simple libro cambiaría por arte de magia mi forma de pensar.