u n o*

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@yaoikpopislife


Sus pupilas castañas se dirigieron al gran ventanal frente a él, detallando las telas rosadas que servían como cortinas, casi pasando por alto el alba, los colores cálidos y la ventisca fría que atravesaba entre las hojas verdes de los árboles, danzando por en medio de los bosques.

SeokJin era la definición perfecta de un "príncipe". Con el título otorgado desde el momento en que llegó al mundo y con cualquier comodidad que desearía, sin ninguna voz con el valor suficiente como para desafiar sus caprichos y deseos.

Tecnología y riqueza con una sola orden.

Su pálida tez comenzaba a ser bañada por los brillantes tonos que la joven mañana regalaba, gustosa de dejar caer sus destellos de oro sobre ese bonito reino y sin escatimar en el calor que derramaba, impregnando de un nuevo día al joven príncipe y heredero de la gran familia "Kim".

Sus gruesos labios se abrieron ante la sorpresa. Una de sus sirvientes había llegado con espontaneidad a su recámara, irrumpiendo sus divagaciones mentales.

Sus idílicas facciones se contrajeron debido a la molestia que atacaba su pecho.

"¿Cómo te atreves a irrumpir de tal manera en mis aposentos?" habló, con su voz ligeramente más gruesa y en un tono más alto. La elocuencia común en sus palabras y conversaciones diarias parecían esfumarse de él a primera hora del día. Dando paso a su egoísta y soberbia personalidad, destilando lo que parecía ser veneno, no lo podrías notar pues, como buen veneno que se aprecie, solía ser dulce. ¿Y si no era dulce...seguía tratándose de veneno?

"A-Amh yo, ruego que me perdone, príncipe. No volverá a ocurrir." la inquietud en su joven y dulce voz era demasiado evidente, palpable incluso sin mirar su expresión, sus ojos que parecían irse humedeciendo, sin embargo, no le impidió a SeokJin continuar con sus agrias palabras.

"Bien." su rostro alto, en señal de superioridad, dio paso a una sonrisa altanera. "Es verdad después de todo. Porqué si vuelve a suceder, tendrás que despedirte de tu empleo. No deseas que esto haya sido tan efímero ¿Cierto?" la joven mujer asintió con temor, sin atreverse a sostener el marrón de sus ojos con los iris del monarca. Sin detenerse demasiado, dejó la bandeja de plata que contenía el desayuno sobre una de las mesas de madera.

Miró instantáneamente a sus alimentos, combinación de algunos frutos troceados acompañados de jugo fresco. Una mueca se formó en sus bellas facciones y caminó hasta aquel apartado en su habitación que contenía una cantidad casi desbordante de conjuntos.

Prendas de distintos colores y estilos, todas hechas a la perfecta medida de su cuerpo, encajando solo en él.

Con sus dedos trazó una línea imaginaria para elegir la indumentaria que debería usar para ese cotidiano y poco destacable día. Su mente quedó ensimismada en su tarea, tanto que ignoró ese característico sonido que sólo el caminar de su progenitora producía.

"SeokJin ¿Qué haces aún con la ropa para dormir puesta?" cuestionó irritada, caminando hacia el guardarropa e iniciar a examinar cada prenda. El anteriormente nombrado no pronunció palabra alguna, sin embargo, soltó un leve suspiro exasperado. No entendía por qué estaba haciendo tal cosa, después de todo su opinión ya había sido ofrecida para la confección de sus vestimentas.

"Eres un príncipe, actúa como tal. Te espero para el almuerzo, junto a tu padre. Tenemos que..." pausó momentáneamente sus palabras apenas por algunos instantes, pensando en la debida continuación de su oración. "Dialogar contigo, sí." finalizó, saliendo de la gran habitación de su primogénito. Dejando sobre las delicadas y suaves telas de las sábanas un traje color azul, impecable y elegante.

El príncipe arrugó la nariz con desagrado.

[...]

"¿Necesita algo más, príncipe?" preguntó Alexssandra, sirviendo su almuerzo cuidadosamente. Él negó suavemente bajo la atenta mirada de sus padres. Jin intentaba descifrar lo que sus orbes marrones intentaban decirle entre el silencio que los inundaba, de cualquier manera no recordaba haber hecho algo malo últimamente.

"Puedes retirarte." habló firme a su joven sirviente, quién lo acompañaba la mayor parte del día.

"SeokJin, hemos estado pensando mucho a cerca de esto. Tienes veintiún años y eres heredero directo de la familia." explicó con suavidad su progenitora; YoungMi. Su padre asintió ante las palabras de su esposa, imperturbable como solía ser, a merced de los mandatos de la mujer a su lado.

El ambiente no podía ser descrito como malo, sin embargo, un atisbo de incomodidad comenzaba a envolver el ostentoso comedor.

"Jennie es una joven noble de un reino vecino. Muy educada y sin duda bastante bonita, una mujer...con la que queremos que te unas." continuó el Rey, Jin lo miró con confusión y sin saber muy bien lo qué quería decir.

"¿A qué te refieres?" preguntó inseguro, fijando sus pupilas en sus partes. Mirando de reojo como Alexssandra se acercaba lentamente sosteniendo una jarra de jugó fresco entre sus manos.

Fue su madre quien respondió a su interrogante.

"Tienes que contraer nupcias, hijo. Su familia está de acuerdo, la boda sería en unos cuantos meses, algo grande evidentemente y..."

"No, no lo puedo creer, madre. ¿Cómo te has atrevido a manipular de tal forma mi vida? Has empezado a planear todo sin decirme nada hasta ahora. Que a tu mente no venga la idea de que Taehyung también podría hacerlo, no, no quieran el control como siempre ha sido ¿Sabes?" en un rápido movimiento abandonó su postura, levantándose y observando de pie a sus padres. El enojo lo invadía. "¡No, me niego a seguir sus órdenes!"

"¡No puedes hacer eso, Jin! Vuelve aquí y siéntate de inmediato. No quiero generar una pelea. Lo harás, porqué tienes que cumplir con tu deber como el príncipe que eres." la voz de su padre se escuchó extrañamente firme, sus pasos se detuvieron pero no para regresar.

"No, no quiero hacer lo que ustedes piden. No puedo casarme, entiendan. No es mi culpa que a ustedes los hayan obligado a quererse..." los ojos de YoungMi se abrieron abruptamente y se levantó de golpe.

Alexssandra llegaba con las bebidas, SeokJin giró rápidamente, encontrándose con la muchacha y haciendo que ésta chocara contra él.

El néctar frutal de la bebida fue derramado sobre en traje del príncipe y, en intento de disipar su ira y escapar de la furia de su madre, habló. "¿Cómo te has permitido hacer tal cosa?" el miedo invadió a la joven, su mirada era opacada con la proximidad de las lágrimas, negó suavemente y Jin continuó hablando. "Vete, vete de aquí y no oses volver a poner un pie en este lugar ¡¿Entendido?!"

"No, por favor no...." rogaba, mientras lágrimas descendían por sus rojas mejillas.

"Jin, ya basta." le ordenó su padre; Haneul, intentando disolver la tensión de manera calmada. Pero sin perder la autoridad que su voz poseía.

"Felicidades, ya no tienes empleo." habló frío y, sin dar una última mirada a sus progenitores, abandonó el lugar. Su caminar resonó ante el silencio y el sollozo de la joven que cada vez se hacía más lejano, dejando atrás la escena.

[...]

❝Príncipe❞ #1 [NAMJIN] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora