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La calidez del sol chocando contra su blanquecina piel hizo consciente a SeokJin de que un nuevo día había llegado hace un rato, no le molestaba, o quizá sí, un poco. Mucho.

Observó detenidamente su vestimenta y se dió cuenta, había sido atrapado por el sueño sin antes poder cambiar su ropaje por uno más cómodo.

Se levantó lentamente de entre las sábanas, sabiendo que NamJoon no tardaría demasiado en entrar al cuarto. Así que cambió su traje por uno de color rosa brillante, lavando su cara y sentándose en su sofá a esperar la llegada del moreno, sin demasiada prisa pero sin desbordar de calma. Unos minutos después su puerta fue golpeada con suavidad, justo al límite en el que casi podría no haberlo escuchado.

"Entra." permitió con amabilidad, desviando su mirada hacia la puerta.

"Buenos días, príncipe. He traído su desayuno." le dijo NamJoon, entrando con una bandeja entre sus manos y colocándola sobre la pequeña mesa de madera situada al centro del par de sofás que la habitación poseía.

Los alimentos eran abundantes, dos tazones repletos de frutas distintas, habían sido cortadas cuidadosamente y también había una jarra cuyo tope había sido alcanzado por el néctar frutal. Nada sorprendente pero todo está sumamente bello a la vista.

El moreno colocó las servilletas blancas y limpias justo a lado y los utensilios correspondientes también, acomodando todo como se debía y, dispuesto a retirarse, se dio la vuelta, haciendo una reverencia ante su monarca, mismo quien provocó que se detuviera.

"Namjoon es, demasiada cantidad...amh." titubeó entre sus palabras, sin mirarlo directamente a los ojos. "¿Te quedarías conmigo a compartir?" preguntó apenado, apenas y dirigiendo sus pupilas hacia arriba, como si hubiese utilizado una inconmensurable fuerza para poder pronunciar esas simples palabras.

"Oh, sí, claro. Sería un placer, príncipe." respondió NamJoon con una gran sonrisa que le costó disimular, marcando sus mejillas con dos pequeños surcos que se plasmaban al compás de su sonrisa.

Se sentó junto a Jin y ambos empezaron a degustar de las frutas, el príncipe era quien más entusiasmado probaba sus bocados, no era un secreto su gran gusto por la comida. El ambiente era bastante agradable y en repetidas ocasiones ambos se dedicaron leves sonrisas, pequeñas y casi como si no quisieran que se notara, platicaron, como era costumbre, y dejaron volar lejos cualquier pensamiento ajeno al momento presente.

Los tazones quedaron vacíos y la jarra con apenas un poco de pulpa asentada en el fondo de la porcelana.
NamJoon se levantó y comenzó a limpiar todo, cuando estaba a punto de salir de la habitación se dio cuenta de que su monarca caminaba justo detrás de él.

"Me disculpo previamente por recordarlo o inmiscuirme pero ¿Ya tiene una conclusión? Respecto a lo de ayer, príncipe." habló NamJoon mientras que el nombrado emparejaba sus pasos para estar junto a él.

"Mmm..." meditó por algunos instantes. "Pienso que, tu familia es muy agradable y quizá debamos ir algún día nuevamente." Jin le sonrió para segundos después mirar hacia las ventanas, con tanta naturalidad que simplemente pudo sentarse, pintarlo en un lienzo y conservar la pintura para siempre.

Aún así, el moreno supo que Jin no quería hablar de lo discutido con la reina y el matrimonio con Jennie, así que simplemente asintió en silencio y continuó su camino hacia las cocinas. No le gustaba hostigar a su príncipe, así que más palabras resultarían sobrando.

Cuando llegaron, NamJoon depositó los utensilios sucios, agradeció a las cocineras por limpiarlos y se giró, mirando a SeokJin frente a frente. "¿Qué desea hacer hoy, mi príncipe?" preguntó, sin evitar sonreír y tratar, al menos, de transmitir un poco de su ánimo.

❝Príncipe❞ #1 [NAMJIN] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora