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Jin no pudo terminar su desayuno, tampoco almorzar algo antes de irse. No le dijo a la reina a donde se dirigía, tan solo salió del castillo junto a NamJoon, quién lo guiaba. Sabía que no era totalmente correcto e, incluso, tampoco era común en él, al menos sus padres sabían donde iba a estar, así que era inevitablemente extraño.
"¿V-Vamos a caminar?" cuestionó SeokJin cuando pasaron por alto todos los medios de transporte que tenía el reino, caminando entre las piedras estratégicamente colocadas para dar un aspecto más estético a los enormes y largos escalones bien estructurado.
"Por supuesto." le respondió alegremente. "No está tan lejos, menos de una hora a pie." lo miró con una sonrisa y esos malditos y perfectos hoyuelos surcando sus mejillas, como dos huecos en la arena cerca del mar, a punto de llenarse de la cristalina agua y reflejar absolutamente todo en ella.
Jin asintió con una expresión casi de pánico, sí, sería mejor concentrarse en no colapsar . Sabía que su pueblo, a pesar de no ser visible desde su habitación, no se encontraba a mucha distancia, al otro lado del castillo, estaba seguro que podía verse, que podría maravillar a sus ojos con sus perfectas y bonitas construcciones tan características de su reino.
Pero tendrían que bajar las muy largas escaleras, por suerte, el sol aún no estaba en su máximo esplendor y no molestaba tanto.
Cuando el príncipe comenzó a visualizar pequeñas construcciones, su corazón se aceleró, y no es como si fuera su primera vez en el pueblo, simplemente hacía mucho tiempo que no estaba allí y aún menos durante el día. Personas caminaban de un lado a otro, el ruido inundaba el ambiente, como si de una gran fiesta se tratase, una enorme celebración abarrotada de gente que no tenían una sola dirección y cuyo ritmo era apresurado. Jin no estaba acostumbrado al sonido tan alto, en su hogar siempre abundaba el silencio, eso era lo que más le gustaba, la tranquilidad desbordante que lo rodeaba constantemente.
Retrocedió con miedo cuando un infante jugaba y casi impactaba contra su cuerpo. NamJoon notó que el cambio de lugar estaba afectando a su monarca.
"Vamos, príncipe, ya casi hemos llegado." el moreno acercó su mano a la de Jin, sosteniendo su muñeca entre sus largos dedos, aferrándose tanto como pudo a la tersa piel.
SeokJin removió su mano para sostenerlo, entrelazaron sus dedos, no quería ser soltado por error y terminar vagando entre una multitud tan enorme que no notaba ni siquiera su presencia. El moreno sintió su corazón acelerarse, como si de pronto no conociera lo que "limite" significaba y Jin solo se aferró más.
Su caminar se hizo más rápido y NamJoon esquivaba al resto de personas con facilidad. Llegaron a una calle con menos aglomeración pero igualmente acaparada por gente, afortunadamente parecían estar muy concentrados en cualquiera que fuese su objetivo o razón de estar allí ya que su monarca fue ignorado con éxito, quizá porqué su rostro había cambiado o sus ropas no destacaban demasiado ese día.
Y una humilde, pero bonita casa, apareció ante sus ojos castaños, hecha con madera y que no se separaba mucho de las demás construcciones. Jin notó la forma en la que su mano sostenía la de NamJoon y lentamente lo soltó, sabiendo que un leve rubor invadía sus mejillas, e invirtiendo sus esfuerzos en pasar desapercibido.
El moreno sonrió al notar la forma tan poco disimulada y avergonzada en la que él lo soltó, sin embargo, no dijo nada y abrió la puerta de su hogar en un movimiento veloz.
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❝Príncipe❞ #1 [NAMJIN] [TERMINADA]
RomanceJin y NamJoon no debieron haberse conocido, pero lo hicieron. No tenían que verse a los ojos de esa manera, pero ocurrió. Sus labios no debieron unirse, pero lo hicieron incontables veces. No debieron caer el uno por el otro, pero se enamoraron, qui...