CINCO

6.6K 733 217
                                    

Habían pasado dos horas en esa fiesta y Yoongi sentía que su sonrisa le partía el rostro en dos, él no solía ser tan risueño todo el tiempo, pero le era imposible resistirse a la imagen frente a sus ojos. Jimin lo había llevado a una fiesta muy especial. Su primo cumplía cuatro años ese día.

A penas habían puesto un pie en la casa de la familia Park, habían sido bombardeados por una hospitalidad abrumadora.

Yoongi había sido sentado, rodeado y alimentado por la tía de Jimin, era una alfa realmente encantadora y a pesar de los años que conocía a Jimin él solo la había visto unas cuantas veces.

Los primeros minutos, Jimin se dedicó a responder las preguntas que le lanzaba su familia. No se veían sorprendidos por el nuevo estatus de su mejor amigo, supuso que el omega les había informado antes, ellos parecían encantados.

Mejor amigo, eso era algo que se sentía un poco incorrecto en este punto.

En especial por los pensamientos que se disparaban en el alfa al ver a Jimin siendo el centro de atención de los niños de la casa, sabía que Jimin tenía un don natural con los niños, Yoongi siempre lo había visto, pero nunca lo había observado como ahora.

El alfa se cruzó de brazos poniéndose más cómodo en su asiento, tratando de no disfrutar demasiado la vista y fallando en el intento. Jimin les estaba contando algo muy interesante a sus primos, ellos le prestaban toda su atención y de repente Yoongi fue muy consciente del ritmo de su corazón cuando uno de los niños se abalanzo sobre Jimin y este al estar demasiado sorprendido cayó de la silla rompiendo en risas junto con los pequeños.

Yoongi quería conservar esa imagen por siempre. No fue consiente del rumbo de sus pensamientos hasta que se imaginó a si mismo sentado en un parque mientras veía a Jimin con un cachorro en sus brazos, visualizo al omega riendo y acercándose a él, lo sintió tan real, lo sintió tan posible, los sintió suyos.

Alguien se aclaró la garganta a su lado, interrumpiendo sus pensamientos, la madre de Jimin lo miraba con las cejas alzadas, Yoongi se enderezó en el asiento volviendo a la realidad mirándola incómodamente.

- ¿Él lo sabe?- Ella no fue sutil en lo absoluto y Yoongi tragó saliva con dificultad, pero suspiro sabiendo que era inevitable la conversación.

-Aun no- su cerebro le reclamo la mentira blanca, Yoongi no tenía planeado que Jimin lo supiera.

-Han sido amigos por tanto tiempo ¿A que le temes?- Ella le dedicó una mirada calmada a su hijo y luego a Yoongi, él no tuvo más remedio que decir la verdad ¿Por qué mentiría?

-Él tiene expectativas en su pareja, no podría ser suficiente- Se merece algo mejor, pensó.

- ¿Acaso tú no las cumples? No deberías dudar tanto de ti-Su tono de reproche lo hizo sentir como un niño de cinco años, sonrió por lo bajo con resignación.

-Lo puedo perder de tantas formas si no funciona- Se cruzó de brazos nuevamente, tratando de eliminar sentimientos negativos de su mente.

-La juventud de ahora, esta tan ciega, debe ser por tanta tecnología...- La omega comenzaba a susurrar por lo bajo, soltando una que otra maldición, lo cual hizo sonreír al alfa.

-Dice que él y yo...- intento Yoongi después de un corto silencio.

-Es tu decisión cariño, solo piénsalo. En su boda ¿Serás el novio o el padrino? -Le acaricio el rostro levantándose con una sonrisa enigmática, sabiendo que dejaba a un alfa con un millón de dudas detrás de ella.

...

- ¡Estoy tan cansado! ¡Cama! -Jimin se quitó la chaqueta, la camisa y los zapatos para lanzarse sin delicadeza sobre la cama de Yoongi.

Sólo para mí •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora