SIETE

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Yoongi despertó desorientado por el celo, demasiados instintos atrapados en su cuerpo, los supresores perdieron el efecto mientras dormía y podía sentir esa abrumadora parte de él que siempre quiere más de todo.

Jimin estaba profundamente dormido a su lado, la imagen cegó su estado y hasta su propia existencia por un momento. La habitación era una combinación exquisita de aromas, pero no se dio el lujo de respirar más de la cuenta. Salió disparado hacia el baño, buscando la caja de supresores y tomando un par rápidamente.

Estar en celo era como estar adormecido y excitado las 24 horas del día, era malditamente fastidioso para el alfa, pero tenía una ventaja esta vez, podía aprovechar sus sentidos hiper sensibles para explorar a Jimin.

No es como si el alfa no lo hubiera hecho años anteriores por accidente, pero ahora podía tomarse todo el tiempo del mundo sin sentir culpa.

Se acostó en la cama dándole una ojeada rápida al reloj, era tan extraño como podía estar completamente despierto a las 5 de la mañana, lo considera un momento mientras retira un mechón de pelo del rostro de Jimin.

Suficientemente temprano, decide.

Se acerca cauteloso y suspira en el cuello del omega cuando comienza a sentir su tenue aroma dulzón, Yoongi se creía incapaz de alguna vez aburrirse de tan esplendido aroma, se deleita besando su cuello, tratando de no moverse mucho, pero al mismo tiempo sin limitarse en sus caricias.

Sus besos se vuelven más certeros y el alfa nota como Jiminie se remueve en sueños.

—Tal vez sea hora de levantarte —susurra complacido, al darse cuenta de la situación se le escapa una pequeña risa que termina en muchos besos repartidos por el cuello del omega.

Yoongi decide despertar al omega rozando con su lengua sus clavículas, Jimin se despierta inevitablemente con un rostro confundido, sus ojos están un poco hinchados y su cabello es un desastre total, pero el corazón de Yoongi late muy rápido en su pecho, esa es la imagen que quiere ver todas las mañanas por el resto de su vida.

Un confundido Jimin retorciéndose en sus sabanas con una sonrisita adormilada y juguetona.

—Tienes una lengua traviesa alfa.

—Aún no tienes idea omega —La exploración de Yoongi terminó en cuanto le dio un casto beso al omega, solo es un roce de labios, pero siente su cuerpo temblar y él sabe que no es la condición de su alfa. Yoongi está enamorado. Yoongi no podría estar más enamorado de la persona a su lado.

Jimin se estira bajo la inquisitiva mirada del mayor para luego despertarse completamente, a su mente viene la noche anterior y se pone repentinamente nervioso.

—Buenos-

—Baño.

Interrumpe Jimin mientras se arrastra sobre Yoongi riendo en su camino a encerrase en el baño, dejando a un confundido pelinegro con una sonrisa tonta en la cama.

El rubio se mira en el espejo, nada ha cambiado en él, está ligeramente sonrojado por estar recién levantado, sus ojos están un poco hinchados y sus labios están igualmente hinchados, por alguna razón, es el mismo Jimin de siempre, repentinamente preguntándose porque creía que algo cambiaria en él, lo único nuevo es esa singular sensación de alegría latente. Le encanta.

Pasa una mano por su cabello peinándolo con sus dedos, Jimin no le ve un lado negativo a su actual situación, por lo que no puede hacer más que sonreír superando su pequeño ataque de nervios, después de asearse, sale del baño silenciosamente.

Yoongi se encontraba hecho una bolita en la cama, es la manera tan tierna en la que él siempre duerme y Jimin no dudó en acercarse rápidamente hasta acurrucarse contra la espalda del mayor.

Sólo para mí •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora