SEIS

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La multitud era mucho más grande de lo que Yoongi alguna vez pensó, no estaba seguro de lo que se estaba celebrando, pero era definitivamente una buena cantidad de gente.

Sus pensamientos dispersos se detuvieron cuando la música comenzó y se ilumino el escenario. Siete personas vestidas con elegantes trajes negros aparecieron y después de unos segundos fue su corazón el que por poco se detiene, solo para comenzar a latir como loco, su atención fue atrapada por un omega rubio con una imponente presencia y una gracia sublime.

Jimin se deslizaba con una facilidad envidiable sobre el escenario.

La música era emocionante, sus sentidos se balanceaban y se dispersaban por todo el lugar, en el momento en el que creyó que no podría estar más sorprendido, Jimin dio un salto en medio del escenario junto con otro bailarín, pero sus ojos no podían identificar a nadie más que al omega.

Al oír los gritos de la multitud pudo notar que no era el único hipnotizado por los talentosos danzantes, especialmente por Jimin, cada vez que el omega se movía por el escenario, la multitud parecía emocionarse aún más.

Cada movimiento que el rubio realizaba se veía tan natural y al mismo tiempo tan preciso, como si su cuerpo conociera cada acorde, cada instrumento y cada historia detrás de la pieza que interpretaba y lo quisiera transmitir, lo lograba. Realmente lograba transmitir tantas emociones. Él parecía sentir la música con el alma.

La danza contemporánea no era algo que Yoongi podría juzgar como un experto, pero era realmente una presentación armoniosa.

Los instintos del alfa casi opacados por la belleza de la presentación tuvieron un momentáneo desliz al ver como la ligera camisa de Jimin se elevaba suavemente dejando a la vista su pálida piel. Yoongi contuvo la respiración por un momento. Él estaba disfrutando la presentación. ¿Qué le pasaba al alfa?

Se había sentido tan relajado hace unos minutos que tuvo que respirar hondo para no marearse con el cambio de temperatura que había sufrido su cuerpo, pero sus adormecidos sentidos no aceptaron de buena manera los distintos olores del lugar, haciéndolo gruñir por lo bajo. De repente, tenía demasiado calor.

Yoongi no sabía cuánto tiempo había estado perdido en sus pensamientos, pero el instrumental terminó en tan solo unos minutos y dio paso a una canción electrónica muy conocida, se unieron más personas en el escenario y logró vislumbrar una sonrisita en Jimin antes de comenzar a moverse al ritmo de la coreografía.

Si antes trató de controlar a su alfa, ahora ni siquiera lo intentó.

El omega desprendía masculinidad, sensualidad y pasión en cada movimiento, él amaba lo que hacía, Jimin amaba perderse en cada canción y amaba la forma en la que la música lo envolvía.

Yoongi no se perdió un segundo de la presentación, pero en cuanto las luces se apagaron y los bailarines se retiraron, huyó de la multitud. Necesitaba aire puro, sin olores de alfas u omegas, sin las emociones mezclándose, aturdiéndolo.

Necesitaba calmarse.

...

De algún modo Yoongi llegó a un lugar amplio detrás del escenario, hace unos minutos se había resignado a no encontrar ningún lugar que no estuviera atestado de gente, por lo que se dedico a buscar a Jimin.

Una sala tenía la puerta abierta y vio como pocas personas abrazaban y le daban palmadas amistosas al omega, Jimin sonreía tímidamente haciendo pequeñas reverencias. Mientras los demás celebraban y reían, Jimin se encontró con la mirada de Yoongi, instantáneamente el alfa tragó saliva, sintiendo la boca seca.

Sólo para mí •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora