OCHO

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Jimin se levanta y siente miedo de que todo haya sido un sueño, Yoongi está a su lado, completamente desnudo, sus ojos se desvían al reloj, preguntándose que lo despertó a las 5 de la mañana. Una sonrisa se desliza lentamente en su rostro al recordar la noche anterior, sentía una agradable presión en su pecho y se sonrojo furiosamente en cuanto las imágenes llenaron su mente, haciendo que ciertas partes de su cuerpo se sintieran graciosas.

...

Jimin se sentía en el cielo, Yoongi sentía el infierno a su alrededor, el fuego consumiéndolo todo, el omega sentía a Yoongi en todo su esplendor, dolía, había pasado mucho tiempo desde que había tenido sexo, pero Yoongi fue gentil, en un principio, ambos estaban quietos, esperando un momento para que el omega se acostumbre a la bien recibida intrusión.

Yoongi repartió besos por su rostro y su cuello en cuanto comenzó a moverse, quería ser suave, pero era una tortura moverse lentamente cuando sentía la presión del cuerpo de Jimin alrededor de él. Rozó el cuello del menor con los dientes y basto un gemido bajo del mismo para perder el ritmo suave de sus embestidas, sus manos hicieron su propio camino por el cuerpo de Jimin mientras él establecía un ritmo posiblemente más salvaje, ambos se observaron por una fracción de segundo, habían esperado lo suficiente como para no querer ponerle fin al placer que producía formar parte del otro.

Jimin estaba siendo consumido por Yoongi, sentir al alfa deslizarse entre gruñidos y suspiros en su interior, lo llenaba de dicha, no se escuchaba nada más que el ruido de sus cuerpos chocando en la habitación, el obsceno y suave sonido de la cama complementaba la escena a la perfección.

-Quiero marcarte -susurró perdido el mayor con rastros de lo que podría ser su voz de mando.

-Soy tuyo, omega -Jimin no tuvo tiempo de responder porque el pelinegro deslizó el ángulo unos centímetros logrando que el rubio viera estrellas y pidiera más, sintió los colmillos de Yoongi en su cuello antes de perderse en el éxtasis.

...

Jimin se levantó despacio de la cama dándole una última mirada a Yoongi y se dirigió al baño, tocándose distraídamente la ligera marca que Yoongi le había dejado en el cuello, esta no era la primera vez que tenía sexo, pero esta vez no fue solo sexo, había demasiados sentimientos de por medio y le resultaba abrumador el tan solo recordarlo.

Tampoco era la primera vez que compartía cama con un hombre, pero esta vez era un alfa y no cualquier alfa, era Yoongi.

Se miro en el espejo del baño examinando las marcas violáceas en su cuello, algunas rojizas y justo en la base de la glándula en donde su olor se acentuaba, estaba la suave marca de Yoongi, se borrará en unos días, después de todo, no fue una marca real, pero era una promesa de lo que podría ser. Sonrió por un momento antes de que un pensamiento fugas le borrara la sonrisa del rostro. Un creciente ataque de pánico reemplazo la felicidad en su cuerpo.

Ellos no utilizaron protección. Yoongi lo anudó sin protección.

Jimin se quedó sin aire por un momento y un escalofrío le recorrió la espina, las palabras de su familia respecto a los cuidados que necesitaba por ser un omega quemaban en su mente furiosas, repentinamente pensó en sus metas, lo que él quiere hacer con su vida y se sintió más aterrado que antes, más aterrado que nunca.

¿Los omegas hombres podían tener bebés? ¡Que locura! ¿Eso no era exclusivo de las omegas?

¡Yo aún soy un bebé, no puedo tener otro bebé! ¡Ni si quiera tengo dos décadas de vida!

Sólo para mí •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora