FINAL

4.9K 506 27
                                    

Por un segundo el mundo se detiene, los carros dejan de pasar y él simplemente deja de respirar, siente su corazón latiendo demasiado rápido como para ser saludable y su sudor frío se refleja en su aún más pálida piel. Se siente idiota.

Mientras mira a los alrededores se siente culpable, debió encerrarlo en el departamento, está solo, en celo, y maldita sea, él huele delicioso, esto es un gran problema.

—Que imbécil min Yoongi —El comienzo de un ataque de pánico se cortó con brusquedad, tenía la necesidad de insultarse más, pero sus piernas fueron más rápidas que su lengua, comenzó a correr en cuanto a tres cuadras de distancia, vio una silueta demasiado conocida como para equivocarse, —Por favor, por favor —La silueta dio la vuelta en la esquina y el pánico lo volvió a invadir, corrió más rápido importándole poco otra cosa que no fuera llegar hasta él.

Cuando llego a la esquina en donde había visto a la silueta dar la vuelta, estaba a punto de vomitar su corazón por la boca. Él no era hombre de deportes.

Jimin se encontraba inquietantemente tranquilo, charlando con el joven alfa que vendía dulces en un carrito ambulante. Ellos hablaban y Yoongi sintió pena por el pobre joven. Tal vez tendría unos quince años, se veía un poco hipnotizado por Jimin, asintiendo o negando a lo que el omega le decía, Yoongi podía sentir el olor dulce de Jimin desde los treinta pasos que los separaban, el alfa castaño comenzaba a temblar, si Yoongi no se llevaba a Jimin, tendría más de un celo con el cual lidiar.

Se acercó lentamente, no sabiendo de qué manera el omega lo recibiría. El joven le entregó una bolsa de papel a Jimin y este se limita a pagarle agradeciéndole con una sonrisa alegre, dando saltitos en su sitio.

El celo aun no llega, pero es tan extraño ver a Jimin actuar de esta manera. Tan increíblemente infantil. Yoongi sabe que Jimin es perfecto a sus ojos cuando una sonrisa se desliza en sus labios sin su permiso.

—¿Qué crees que haces Jiminie? —El omega se da la vuelta sin una pizca de culpabilidad y se dispone a correr hasta Yoongi —¡Hyung! Compre dulces.

—Te dije que te quedaras en el carro— De repente podía entender el aturdimiento del joven alfa, era un martirio respirar cerca de Jimin sin mutar y clavarle los dientes. No, no son animales, son cosas que se pueden controlar.

—Te tardaste —Jiminie se encogió de hombros como si no fuera importante, revisando con curiosidad la bolsa como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿Te das cuenta de tu olor? —Soltó el alfa con una sonrisa de resignación. Yoongi colocó una mano en la espalda baja del menor, comenzando a guiarlos de regreso.

—Delicioso ¿No es así? ¿No quieres llegar a casa de una vez y hacer algo más que olerme?

La mirada infantil de Jimin había desaparecido, ambos detuvieron sus pasos compartiendo una mirada intensa, Jimin lo tomo por sorpresa, Yoongi boqueo tratando de responderle, pero ya tenía suficientes imágenes de un Jimin desnudo y excitado como para que esa simple invitación teñida de obscenidad abriera las puertas de su imaginación.

—Yo —Dijo el alfa sintiendo su garganta seca, se decidió a solo tomar la mano de Jimin y seguir caminando —Solo vamos —Pudo oír la risa de Jimin todo el camino de regreso.

...

Su celo los sorprendió cuando Yoongi estaba trabajando, Jimin se había quedado dormido en el sofá de su estudio cuando pusieron un pie en el departamento. Yoongi aprovechó las tres horas que el omega durmió para trabajar, aunque el aroma de Jimin lo distraía en demasía, se negó a voltear y ver al omega. Demasiada tentación.

Sólo para mí •ym•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora