22) Alguien con quien no me quería encontrar

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Pese a que sus manos estuvieran temblando, Diana sonrió, complacida con los resultados de su poción al ver que finalmente, tras tres largos meses de prueba y error, ésta había tenido el efecto deseado y estaba cumpliendo su función al completo. 

-Sabía que había una cura... Sólo era cuestión de tiempo.- Murmuró Diana, quien guardó los restos de la poción en un tubo de ensayo antes de limpiar los estragos que había causado en el aula.

La chica estaba eufórica pese a la amarga falta de sueño que la ralentizaba a cada paso que daba pues las pesadillas se habían convertido en algo común del día a día para a joven Cavendish, y pasara lo que pasase, no iba a permitir que esos funestos sueños se conviertieran en realidad.

De manera nerviosa y ligeramente desquiciada, puesto que estaba muriendo por entrar en acción aunque aún no fuera posible, Diana pasó su mano derecha por su enredado cabello, suspirando profundamente una vez terminada la limpieza.  

De un momento a otro, la puerta del aula se abrió de golpe.

-Ah, eres tú Diana...- Finnelan dijo desde el umbral de la puerta antes de esconder su cara tras la palma de su mano derecha. -Pensaba que el sonido lo estaba haciendo algún estudiante o profesor que no sabe respetar las reglas.-

La joven bruja se estremeció al escuchar la voz de su profesora, recordando el hecho de que según Chariot la había contado, Finnelan había tratado de matarla, aunque el murowa acabó llevándoselo Croix. "¿Cómo es posible que siga aquí tras haber intentado asesinar a una profesora y haber logrado herir de gravedad a otra?"

Diana colocó el vial con la poción cuidadosa y sutilmente en su túnica antes de darse la vuelta y fingir una sonrisa. -No se preocupe, sólo estoy yo y tengo autorización.

Finnelan asintió, descubrió su cara y puso su mano bajo su barbilla. -Eso está bien, ¿pero no deberías estar descansando?- Preguntó mientras se acercaba.

"¿Y tú no deberías estar entre rejas?"  -Técnicamente, pero en verdad ya me encuentro bien y no necesito estar todo el día en la cama. Además, tengo que asegurarme de no que no me vaya a quedar atrás con respecto a la clase, ¿verdad?- Diana contestó con una mueca dando un paso al frente.

-No me esperaba menos de ti, Diana, después de todo eres el orgullo de Luna Nova.- Dijo Finnelan con una sonrisa cansada. 

La rubia resopló con sutileza, observando con brevedad a su profesora y parándose a mirar su varita, la cual estaba rota y cubierta por una esencia mágica de color negra que perturbaba a Diana pues ella no sabía qué era precisamente.

"A lo mejor tiene algo que ver con lo que me contó Chariot... Un murowa de color alternado entre negro y rojo no es común después de todo. Probablemente sea magia negra o corrupta." 

-Bueno, si me disculpa, voy a regresar a mi habitación. Que tenga una buena noche, Miss Finnelan.- Diana se despidió tras asentir ligeramente. 

Finnelan se apartó de la puerta, y Diana se fue rápidamente de la habitación sin mirar atrás pese a que la profesora la estaba fulminando con la mirada.

Confía en mí (Diakko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora