—Debería irme, —dijo Harry vertiginosamente.
—Uno más para la buena suerte, —Louis sugirió, acorralándolo contra la pared del pasillo, así que Harry no podía escapar, no con un montón de libros.
—La gente está mirando, —Harry resopló. Su vergüenza sólo hizo que la sonrisa de Louis se amplíe.
— ¿A quién le importa? —Louis se encogió de hombros, mirando deliberadamente a cualquier transeúnte cuyas miradas persistían más de lo necesario, con desafío en sus ojos.
—Disfrutas esto, ¿no es así? Sr. Yo-no-doy-una-mierda-lo-que-piensen —Harry entrecerró los ojos. Él empujó a Louis en el pecho—. ¿Sabes lo que pienso? Apuesto a que detrás de tu duro, exterior rebelde se encuentra un blando, un alma vulnerable anhelando amor y aceptación.
—Mírate, utilizando todas estas grandes palabras. Debes estar preparado para el examen de literatura. Tienes toda la razón, sólo soy un chico malo trágicamente incomprendido, a la espera de un ángel para que entre en mi vida y me muestre los errores de mis formas libertinas, —dijo Louis teatralmente, contento cuando la mejilla de Harry mostró hoyuelos.
—Bueno, entonces, creo que estoy haciendo un buen trabajo en lugar de ello, —bromeó Harry—. ¿Qué piensas?
—No lo sé, —dijo Louis, pensativo—. Sigo teniendo la necesidad frecuente de desflorar a un virgen. ¿Crees que podría ser una adicción?
Harry asintió solemnemente. —Una muy grave. Voy a tener que trabajar más duro en eso.
—Me gusta el sonido de más duro, —Louis sonrió con picardía—. Ahora dame un beso, porque no voy a dejarte ir hasta que lo hagas y no quieres llegar tarde a tu examen.
El beso fue decepcionantemente casto, lo cual era comprensible, ya que estaban de pie en un pasillo público, con estudiantes corriendo hacia sus salas de examen. Louis fijó a Harry más cerca de la pared, decidido a ver aquellas mejillas rosadas.
—Dios, vas a hacer que me olvide de todo lo que revisé, —Harry gimió, deliciosamente ruborizado.
—Te puedes ir entonces, —Louis lo soltó con una palmadita en el trasero—. ¡Envíame un texto cuando hayas terminado! —Harry le dio un pulgar hacia arriba y desapareció en la sala de examen.
Las manos en sus bolsillos, Louis vagó sin rumbo afuera. Él había terminado su último examen hace dos días, y pasado ese tiempo sin descanso burlándose del otro chico con su recién adquirida libertad hasta que Harry, con los ojos rodeados de círculos oscuros y el cabello más desordenado que nunca, finalmente espetó y salió de regreso a su habitación y de Liam. Louis terminó llamando a su puerta a la una de la mañana con fideos de pote y la totalidad de sus apuntes de clase de Lit. Inglesa de su primer año como ofrendas de paz.
El campus ya se había vaciado considerablemente. La mayoría de los estudiantes había empacado y se habían ido a casa para las fiestas. Notaba un sabor aletargado y relajado en el aire, lo que Louis encontró un cambio positivo de la tensión de la semana antes de los exámenes-inducidos. Encontró a Zayn y Niall lanzando un disco volador en el césped congelado que dividía las residencias de estudiantes del resto del campus, y decidió unirse a ellos para pasar el tiempo hasta que Harry y Liam terminaran su último examen. Él pensó en cuándo su dúo dinámico de él y Zayn se había expandido a un quinteto. Era asombrosamente natural, la forma en que se juntaron y cohesionaron en una sola entidad, casi como si estuviera destinado a ser.
— ¡Lou, atrapa! —Louis reaccionó justo a tiempo para arrebatar el disco en el aire antes de que pudiera golpearlo en la cara. Lo lanzó de nuevo a Niall en un arco suave.
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un curioso enigma del corazón
Fanfiction-Sé cómo te ves cuando te vienes, -no debería haber sido lo primero que cruzó por la mente de Harry cuando conoció a Louis. El primer año de universidad de Harry está lleno de descuidados coqueteos, primeras veces, vasos rotos, tendencias voyeurist...