un curioso enigma del corazón

Capítulo catorce: Tormentoso.

N/T: A continuación se presenta una situación hacia un personaje, que puede ser un poco fuerte así que se pueden saltar esa parte. También, recordar que obviamente es un fic y no es real, pero no quiere decir que no suceda esto en la vida real, por lo que, eviten: ingresar a algún lugar que crean peligroso solas; aceptar algo de desconocidos; o realizar algo que les parece  riesgoso si se encuentran en cualquier estado de intoxicación. 

***

no puedo creer que trataste a harry como eso pensé que él significaba más para ti

Clic, desplazamiento.

hey hombre no sé qué pasó, pero harry está bastante destrozado

Clic, desplazamiento.

no te castigues. ya sabes que me puedes llamar en cualquier momento.

De Harry — nada. No es que Louis hubiera esperado encontrar un mensaje del chico más joven. Se desplazaba entre los textos de Liam, Niall y Zayn, interminablemente, en un estado de trance. Así es, damas y caballeros; muerte, los impuestos y Louis Tomlinson siendo un bastardo sin corazón todavía eran las únicas cosas seguras en el mundo. No sabía por qué no podía dejarlo ir, reproduciendo la noche anterior en su cabeza, recogiendo los pequeños detalles de su interacción como una costra y abatido como una adolescente desconsolada después de una ruptura (que era ridículo, porque no había habido nada que romper en primer lugar). Cuando se dio cuenta de que estaba releyendo mensajes antiguos de Harry, Louis finalmente cerró su teléfono y lo lanzó a través del cuarto, donde golpeó la TV con un crack! y desapareció debajo de la mesa de café.

Él hizo una caminata por el pasillo hasta el cuarto de baño, sin molestarse en ponerse nada encima de su ropa interior. La sala estaba tan silenciosa como un cementerio. Hizo pis con desánimo, luego se arrastró de vuelta a su habitación.

No había nada bueno en la TV, sólo terriblemente alegres especiales de Navidad que le daba ganas de vomitar. Él encendió su portátil. Había más mensajes instantáneos de Zayn que él ignoró. El silencio era sofocante. Decidió llamar a Charlotte.

— ¡Louis!—la cara feliz y brillante de su hermana apareció en la pantalla—, ¡Pensé que te habías olvidado de nosotras!

—Hey Char-char, —saludó, usando su apodo especial para Lottie.

—Gracias a Dios que llamaste, ¡me estoy volviendo loca en esta casa! —Louis podía verla traer su portátil a la habitación que compartía con Fizzy y pateando la puerta cerrada detrás de ella.

—Por lo menos es mejor que ir a la escuela, ¿no?

—No estoy tan segura, en realidad, —dijo Lottie, suspirando—. Mamá y papá están discutiendo de nuevo. Es casi Navidad, piensas que obtendrían el espíritu de la temporada y actuarían como una familia normal por una vez.

Louis esperaba que Charlotte estuviera siendo demasiado dramática, como las chicas de su edad solían ser, pero podía ver que algo de luz se había ido de sus ojos desde la última vez que hablaron. —Siempre puedes quedarte en casa de los abuelos, —sugirió.

—Sí, —dijo Lottie sin entusiasmo—. Pero prefiero quedarme contigo. No puedo esperar hasta que tenga edad suficiente para conducir. Entonces puedo visitarte cuando quiera.

—Me gustaría llevarte a bailar, —dijo Louis.

—Y podemos permanecer despiertos toda la noche viendo El Mago de Oz, —agregó. Intercambiaron sonrisas nostálgicas.

Louis estaba empezando a sentir el borde de la soledad de nuevo y buscó un cambio de tema. —Charlotte Tomlinson, ¿llevas puesto delineador de ojos? —escudriñó su rostro granulado en la pantalla.