capitulo uno

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Pedro cerro la puerta del depto Ignorando el llanto de fondo, no era la primera vez que dejaba solo a Martín después de coger, el siempre se lo tomaba todo muy a pecho y lloraba o hacia una escena por todo. Pedro sabia que ya se le iba a pasar y volvería a buscarlo. Antes de salir a la calle se cruzó con Oriana, que lo miro para el orto y después fue directo a los ascensores. Probablemente Martín la había llamado ,como siempre, para que lo consuele. Todo esto ya era muy común para él, siempre recurría a Martín cuando se sentía solo o abrumado y necesitaba sacarse un poco las ganas y distraerse de todos los problemas en su vida diaria.

Ya había hecho unas cuadras cuando le empezaron a llegar los típicos mensajes de Martín "por favor volve", "te necesito" ,"Te extraño", "no me abandones por favor" Y muchos más que no se molesto en leer, harto de tanto teatro bloqueo el contacto y se guardo el celular en el bolsillo de la campera. A veces le daba pena hacerlo sufrir, pero ambos sabían como era el trato y Martín siempre estuvo de acuerdo, no podía pretender que justo ahora Pedro dejara su libertad por un pibe siendo que ni siquiera le gustaban los hombres, o al menos eso quería creer. Decidió dejar de pensar en todo eso cuando vio el reloj en su muñeca, ya se le hacia tarde. Tenia una reunión con la gente de kudarose , su marca de ropa, estaban a punto de lanzar una nueva tanda de remeras y faltaba aclarar algunos detalles del diseño, a demás de que tenían que solucionar el problema de que siempre se agotaban en seguida y la gente no llegaba a comprarla. En fin demasiadas cosas en la cabeza como para pensar en Martín.

*en la casa de Martín*

Oriana llego lo más rápido que pudo y encontró a Martín acurrucado en una punta del sillón con el celular en la mano y sin remera , todavía tenía marcas en el cuello y las clavículas . Había ropa tirada por todos lados, incluida una remera de Pedro, la cocina estaba hasta las manos de platos sucios y en el escritorio era un desastre, como el departamento en general. No cuestiono nada de eso simplemente abrazo a Martín y dejo que llore y se descargue. Ya estaba harta de esas situaciones al punto de que prefería no decir nada porque Martín se conocía sus discursos de memoria y aun asi le chupaban un huevo porque siempre se dejaba usar como un personaje de toy Story *vieron soy re chistosa* , era gastar saliva en la nada.

Vio de reojo como en la pantalla del celular de Martín se reflejaban los mensajes penosos que envío, asique lo apago y lo dejo en la mesita junto a los sillones. se quedaron ahí un rato hasta que Martín dejo de temblar y se estaba por quedar dormido, ella lo acomodo con cuidado cosa de que este cómodo y descanse un rato, le dolía muchísimo ver a Martín sufrir tanto por un pelotudo que ni siquiera tenía los huevo para admitir un noviazgo ,el se iba, hacia lo que quería con cuanta mina se le cruzara ¿y mientras tanto? Martín se quedaba en su casa llorando entre ataques de ansiedad. Ya sin poder contener su bronca intento irse al cuarto y dormir un rato ella también, pero lógicamente lo único que había ahí era la representación de la cogida que se mandaron estos dos hijos de su bendita madre, asqueada por lo que vio salió a la cocina para acomodar un poco el departamento, mientras se calentaba el café, no era la primera vez que se la pasaba en vela por hacerle la gamba a Martín.

lo tóxico en nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora