Capítulo 27 - Clímax II

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Al recuperar el aire, Sofía se sentó en la cama, y tomándome del rostro, me besó apasionadamente, llevó sus manos a mis senos, apretándolos con gusto, me llevó de la mano a encima de la cama, me recosté, apretó otra vez mis pechos, sé que eran grandes al ser copa C, pero a ella parecía fascinarle de verdad el tamaño de mis senos.

Abrió mis piernas de golpe, llevó su boca sobre el interior de mis muslos para besarlos como lo había hecho yo anteriormente, acercándose despacio a mi entrepierna, detuvo su avance a la mitad para besar mis grandes pezones, chupaba con gran deseo mis areolas, sentí como tenía pequeños orgasmos y gemidos al ella besar mis pezones, la sujeté por sus mejillas, para besarla, quería su lengua recorriendo mi boca, ella dejó caer su peso contra el mío, recostándose encima mío, abrí mis piernas un poco, Sofía me sonreía y apretaba mis senos repetidamente, luego humedeció sus dedos con saliva, para conducirlos a mis pezones, enmascarándolos con las suaves yemas de sus dedos.

Sofía al estar entre mis piernas, empezó a buscar la manera de frotar nuestros sexos, nuestros montes de Venus, gemidos salían de mi boca al sentir tal excitante movimiento, ella aceleró el roce de nuestros sexos, sentía el calor de nuestras vaginas juntas, llevé mis manos a su espalda, luego a su cola, quería más de ésta sensación, mis caderas reaccionaron pronto, levantándolas un poco para ayudarla a frotar aún mejor nuestros sexos húmedos, ella también dejaba salir unos pocos gemidos, hasta que yo no pude más y elevé el volumen de mis gemidos, hasta llegar al clímax.

Mientras bajábamos la velocidad y recuperábamos el aliento, Sofía se inclinó sobre mi, besándonos profundamente, metiendo su lengua en mi boca, yo acariciaba despacio la espalda de Sofía hasta llegar a su cola, daba un apretón y subía nuevamente.   Se levantó un poco para llevar su boca a mis senos, chupándolos y besándolos, lamiendo mis "granos de café", aún me producía micro orgasmos sus besos en mis pezones, luego bajó despacio su boca besando mi vientre, mi ombligo y saltando a mi ingle.

Me abrió de piernas, notando mi panty, era el último que faltaba que ella viera de los comprados, también era clásico color blanco y con estampado de ovejitas, me sonrió dulcemente, para después darme un beso bonito justo en mi clítoris sobre mi panty.   Luego despacio movía los labios de su boca sobre mi entrepierna, sentía su cálido aliento sobre mi vagina, frotó su nariz sobre mi monte de Venus, deslizándola hasta frotar el área de mi vulva sobre el panty que ya estaba super mojado, ya que lubrico en grandes cantidades, estaba al tope de la humedad que podía soportar mi panty.

Deslizó su lengua a mi ingle, besando el exterior de mi ropa interior, de un lado al otro, se retiró un poco, fijando su mirada en mi panty, frotando con sus dedos justo sobre mi clítoris, me haló hacia abajo, la parte superior del panty, observando mi gran "Jardín", sobresaliendo fácilmente mi vello púbico, para mi sorpresa, Sofía empezó a rozar su nariz sobre mi "Jardín", olfateándolo despacio pero sin perder un sólo centímetro de mi vello.

Sofía se sentó y acercó sus manos al extremo de mi panty de ovejitas, para poder retirarlo, también subí mi cintura para ayudarla, aunque ella lo retiró bruscamente de mi cuerpo, supongo que estaba ansiosa y deseosa, a tal punto que no podía esperar más tiempo.

Se acercó a mí, abrí mis piernas para ella, y llevó su lengua a mi vello, pasándola por todo lado, hasta pasar por mis labios menores, despacio, saboreando el momento, me veía directo a los ojos, pero sus ojos demostraban mucha pasión y antojo, mordió mis labios menores y empezó a halarlos con su boca en varias ocasiones, hasta que deslizó su lengua en mi "Rosa", pude ver como los labios mayores de mi vulva se movían con el pasar de su lengua, la movía con rapidez, y siempre con su nariz pegada a mi "Jardín", estiró sus brazos y con ambas manos, apretó mis senos.

Luego se retiró y dejando caer un poco de su caliente saliva sobre mi vulva, llevó su palma sobre mi clítoris y parte de mi vulva, masajeandome con presión en movimientos circulares, y poco a poco, fue acomodando mi clítoris entre sus dedos corazón y anular, apretándolo con cierta presión; nunca había experimentado eso, subió un poco la velocidad, y llevó su lengua sobre mi apretado clítoris, continuaba mirándome al rostro, disfrutaba ver la cara de placer que ponía con sus caricias, sentí el corrientazo, quise elevar un poco mis piernas, y dar unos cuantos gemidos, dio una gentil lamida sobre mi vagina, y regresó sus dedos a apretar mi clítoris, lo besó mientras movía con velocidad sus dedos, más gemidos salieron de mi voz.

Pero Sofía no me permitió llegar al clímax, sino que detuvo su movimiento, y deslizó las yemas de sus dedos muy despacio sobre mi clítoris, yo sentía que temblaba ligeramente, dio besos sobre mi ingle, y mojando con saliva su mano, nuevamente frotó con su palma, mi caliente y seguramente roja vulva, de nuevo sin darme cuenta, apretó mi clítoris entre sus dedos, para a continuación besar con pasión mi clítoris, la sujeté de la cabeza queriendo más, ella lo entendió y subió el movimiento de su mano, mi cintura se agitaba de arriba para abajo, sentía orgasmos otra vez, continuó así por varios minutos, hasta que me tumbé sobre la cama soltando mi gemido fuerte, llegando al clímax, Sofía me apretó con más fuerza mi clítoris, podía ver como mordía su labio inferior con gran deseo, hasta besar lentamente mi vulva, como si se tratara de mis labios, deslizó su lengua en mi vagina, saboreando, pude ver su cara de gusto al meter su lengua en mí interior.

Yo me senté y sujetándola por el rostro la besé, quería sentir el sabor de mi vagina en sus labios mediante el beso, ella se acostó sobre mí, dejando caer por gravedad el líquido de su boca a la mía, me encantaba mi sabor, mi "néctar" es muy delicioso.   Sofía me besó como al principio metiendo su lengua en mi interior, masajeandola, y queriendo llegar a lo profundo, continuamos así por varios minutos, calculo que alrededor de 5 minutos, sintiendo nuestros cuerpos desnudos, sintiendo nuestras pieles, nuestros sudor todo junto, sintiéndonos un sólo cuerpo, un sólo ser.

Ya que continuaba abierta de piernas y con ella sobre mí, pude sentir como goteaba líquido lubricante de Sofía sobre mi vagina, me excité demasiado, la tomé de la cola, apretándola contra mi, con movimientos sugerentes, haciendo referencia de que quería que frotáramos nuestros sexos, nuestros mojados y empapados vellos, nuestras calientes vaginas.   De nuevo Sofía me entendió a la perfección.

Sofía movía su cintura contra la mía con movimientos circulares, en ocasiones sentía como nuestros clítoris se rozaban, provocando pequeños corrientazos que hacían saltar a mi cintura contra la de ella, apretaba su cola con pasión, quería memorizar el tamaño de su cola con mis manos, pronto ella empezó a subir el movimiento de su cintura, nuestro beso no paraba, yo sentí que también quería subir mi cintura, para sentir más el clítoris de Sofía contra el mío, inclinándome un poco para poder lograrlo y así mismo ella lo hizo también, me incliné hacia el lado derecho para estirar mi brazo un poco más y poder frotar el ano de Sofía con mis dedos, detalle que la impulsó aún más en su movimiento, retiramos un poco nuestras bocas para tomar aire y crear gemidos, entre los pequeños saltos, cosa que hizo que Sofía frotara nuestras vaginas, a toda velocidad.

Quise seguirla besando pero ya no pude más, y ella tampoco, sentí un gran corrientazo recorrer desde mi vagina hasta la espalda llegando hasta las puntas de mis dedos, Sofía dio un gran gemido, llegando ambas al clímax al tiempo, pero yo sentí algo dentro de mí, tuve que mover mucho más rápido mi cintura, hasta soltar un tremendo "squirt", moviéndome violentamente, mojando a Sofía con un gran chorro.

Sin embargo, parece que para ella no era suficiente, me sonrió con gran picardía en su mirada, giramos cambiando de posición, subió su pierna, y empezó a llevar el movimiento de mi cadera, frotando mi "Rosa" contra su pierna, y viceversa, yo la de ella.   Me calenté pronto, hasta que Sofía ya no tuvo que mover mi cintura, sólo apretaba mi cola a su voluntad, hasta dejar resbalar uno de sus dedos entre mi ano, y al tener la presión de la pierna de Sofía contra mi cuerpo, ese dedo no iría a ninguna parte, más que al interior de mi ano.

Nuevamente nos besamos, Sofía con su mano libre apretó uno de mis senos, separamos nuestras bocas, y tomamos aire para el que sería nuestro último y gran orgasmo, gritando hasta dejar todo nuestro oxígeno fuera.   Al terminar, nos seguimos besando, un poco más despacio, aunque sin perder el movimiento de nuestras lenguas en el interior de mi boca, sacó su dedo de mi ano, y terminamos por acariciar muy despacio toda la piel de nuestros cuerpos, sin dejar una sola parte sin acariciarnos, aunque prestando especial atención en nuestros vellos púbicos. Los cuales acariciamos un poco con nuestros dedos, aunque se pegaban a nuestros dedos por tanta lubricación que habíamos tenido.

Eliza - Sentimientos accidentalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora