Historias de amor, deseo, placer y muerte

Historia del paraíso parte 2

...No sabes que es, tus ojos parpadean más de una vez como si intentaran evitar algo sin conseguirlo, de hecho es el efecto contrario porque se humedecen cada vez entre parpadeos hasta que todo es borroso y comprendes que es agua. No cualquier agua sino salada, solo que... te... ¿Duele? Cada parte de ti te duele conforme fluye esa agua.

Tu cuerpo se contorsiona junto a unos quejidos que salen de tu boca, esto es ¿llorar?

—Tantas lagrimas que verteré a partir de ahora, porque todo fruto tiene que ser regado y este es especia; ya que solo el llanto lo mantiene vivo— repites las palabras que te dijo él. A partir de ahora parece que lo harás más seguido.

— ¿Eva? ¿Qué te ocurre? — es Adán, su voz es extraña, nunca lo habías escuchado hablar así... muchos nunca que comenzarán a ocurrir.

Quieres explicarle pero te faltan las palabras y él no podría entenderlas de todos modos. Es el problema con el árbol del conocimiento aunque al mismo tiempo su virtud: atrapas el mundo con tu boca y te quedas sola cuando estas en silencio.

Te limpias los ojos antes de abrazarlo por primera vez, no lo necesitaste hasta ahora porque nunca pensaste en la soledad; eran tú y Adán sin el silencio de por medio ni el correr del tiempo en sus mentes. O el peso de ser la única de algo en tus hombros ¡Oh Dios! Ser la única es un horror.

Lo sabes, estas segura que no puedes vivir así, a pesar de entender que al darle de comer del árbol del conocimiento la distancia entre ustedes aumentara, sabiendo eso vas a arriesgarte porque la idea de no poder compartir esto con nadie es terrible en comparación con el vacío que habrá entre ustedes.

Tal vez esté lejos pero podrás gritarle para que te escuche. Probablemente te odie pero es mejor que recorrer esta vida sin compañía y al final; cuando pase por lo mismo que tú puede que entienda.

Decidida te separas y le ofreces la mano para que se levante, Adán solo obedece sin dar muestras de nada o quizá eres tú quien ya no puede leerlo, en cualquier caso te aferras a su muñeca mientras lo guías por el camino. Sientes el calor de su piel sin poder creer que eso importaría ¿Cómo es que antes tocarlo ni siquiera pasaba por tu mente?.

El canto de las aves, el verde de los árboles, la dulzura de las flores, la luz ¿Qué significaban? Tratas de pensar y nada llega a tu cabeza por desgracia. En su lugar tu mente se llena con todas esas imágenes del árbol que tienes enfrente...

Me dije que con un mes para escribir tendría menos presión para escribir. ¡Vaya! me he engañado a mi misma XD pero espero que disfruten la historia