Cuando joven y recién comenzó, creía fervientemente que combatía a los malos, aunque rápidamente esas ideas se fueron dispersando al ver ladrones hambrientos. Prostitutas forzadas, superiores corruptos... e impotentes hombres llenos de pobreza, ignorancia y cargados con vidas desagradables.
Tonos grises por todas partes, su entusiasmo se fue desvaneciendo, sus valores se fueron entumecimiento hasta que al final de sus días con tanto tiempo libre se aproximó a la iglesia y Dios.
Fue cuando esto le recordó el deber que su propia hambre le había consumido y ahora se preguntaba si el cielo le demandaría por todas las miradas indiferentes que dio en su vida.
¿O en el juicio final se defendería diciendo que también fue dañado y herido? Que no existe alma suficientemente pura para levantar la mirada a Dios porque entonces no ha vivido suficiente.
¿O existiría un ser capaz de levantar la voz y gritar que hizo algo con todo aquel que encontró? ¿Iría al infierno? ¿Todos irían al infierno? Porque incluso los niños eran mentirosos, caprichosos o agresivos.
—Hice lo mejor que pude— se dijo a si mismo antes de detener su jugueteo con la cuchara y tomar un sorbo de la infusión de limón.
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Historias de amor, deseo, placer y muerte
Short StoryHistorias cortas, cuentos cortos. Un mundo con claroscuros que puede conocer al leer. Crisis, amor y muchas más cosas que si tienes curiosidad puedes descubrir.