CAPITULO 4

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MEGAN

Apenas finalice la llamada con Mushka, salte de la silla, agarre mis cosas y estampándole las llaves en su pecho le dije apresurada-me dijiste que volvías al trabajo, llévame a lo de mi hermano ¡ahora!

El me miro sorprendido por mi arrebato, pero no dijo nada. Tomo las llaves de mis manos y me siguió por el largo hall de la empresa, hasta el ascensor. Mis manos temblaban y las ganas de prenderme un cigarrillo me invadieron, para calmar un poco la ansiedad que me estaba embargando.

Mis manos temblaban, Natasha había aparecido después de meses en cautiverio y secuestrada, me encontraba feliz, pero a la vez aterrada porque no sabía en que estado la habrían encontrado.

Parte de mi se tranquilizaba porque sabia que ella era la mujer mas fuerte y letal que hubiese conocido y que perfectamente podría defenderse, pero por otra parte me asustaba, si no la habrían podido encontrar hasta ahora era, o por que ni ella podía defenderse de aquello que la retuviera o por que no quería ser encontrada.

-¿¡Puedes ir mas rápido!?

Jasón me dirigió una mirada letal, antes de decir- ¿Quieres que nos matemos? Por que si es así, avísame y nos estampo contra algo.

Lo mire mal, quería gritarle tantas cosas, preguntarle quien demonios era esa mujer que abrazaba y porque se había demorado tanto en volver. Quería golpearlo con fuerza, por haberme abandonado cuando mas lo necesitaba, pero no podía, no correspondía, ya que no éramos nada.

Una vez Simón me había gritado que era una egoísta y que solo pensaba en mí. No tienen una idea de cuanto me dolió escucharlo de el, muchas personas me lo había dicho, pero ¿mi hermano? Jamás. El es la persona más buena e increíble que existe y para llegar a decirme esas palabras hirientes, yo lo tendría que haber herido antes y eso me destrozo.

-Llegamos ¿estas bien?

-Ahora te preocupas por como estoy-refunfuñe.

-Megan...

Me baje del auto, antes de que pudiese decirme algo más y corrí hacia la entrada de la casa de mi hermano. La puerta fue abierta por el, estaba afeitado y prolijo, pero las bolsas bajo sus ojos delataban lo mal que lo había pasado sin ella. Mi hermano siempre había sido un enamorado del amor, el decía que cuando encontrara a la indicada, lo sabría y haría hasta lo imposible para hacerla feliz.

Y así fue, cuando la conoció a Natasha, lo supo y aunque ella no se lo hizo fácil al principio el siguió luchando hasta que barrio todas sus defensas. De niña siempre lo había admirado y le había prometido que cuando le entregara a un hombre mi corazón lo haría porque estaba segura que era el indicado y por que ese hombre debía admirarme y amarme sin condiciones ni tiempo.

En ese momento le creí y todas las noches soñaba como seria mi caballero de plateada armadura, hasta que la vida no duda en darme solo corazones rotos y decidí que el amor no era para mí.

Lo abrace a Simón con fuerza, el era mi persona favorita en el mundo y el único hombre, sacándolo a mi papa que jamás me abandonaría o me dejaría con el corazón roto.

El me devolvió el abrazo y beso mi cabeza como cuando éramos niños. Luego nos separamos y la vi. Iba vestida de gala, con el cabello y el maquillaje perfecto, no parecía haber estado secuestrada, pero mirándolo de otra perspectiva con Natasha Kotova uno nunca sabia que podría ocurrir.

Corrí hacia ella la abrace, mas que mi cuñada era mi amiga. Ella me había demostrado que a pesar de su fachada fría y cruel existía alguien por la que valía la pena luchar.

-No puedo creer que estés aquí-mi voz se quebró.

-Yo tampoco.

-¿Dónde estuviste? ¿Quien te secuestro? ¿Como escapaste? ¿Los mataste?

Simón se acerco a nostras y la tomo por la cintura abrazándola y escondiendo su rostro en el cuello de ella. Luego me miro divertido- esas son muchas preguntas, vamos a tomar aire y luego te contaremos. Natasha ha pasado por mucho y lo que necesita ahora es descansar.

-Tú también lo necesitas, han sido unos meses duros-le dijo Duncan.

Simón asintió y le dirigió una mirada que no supe entender a el. Como si los dos supieran algo que los demás desconocíamos y eso me molesto. Mi familia que me trataba como si fuera una niña, filtrando información, como si fuese lo suficientemente fuerte para digerirla.

De pronto las palabras de Jason hicieron eco en mi cabeza y me moleste aun más. Yo era una mujer fuerte e independiere y se los demostraría a los demás, no necesitaba que me cuidaran, podía perfectamente solita. Así que tomando aire sonreí y le dije a mi cuñada-tienen razón, ve a descansar y otro día nos ponemos al día. Lo que menos necesitas ahora es que te agobien.

Me di media vuelta y salí en busca mi guardaespaldas para que me llevara a casa. El estaba apoyado contra el auto mirando su celular, se veía tan sexy en ese traje. No pude evitar pensar que estaría hablando con la mujer de la foto y la furia me embargo de repente.

Camine hacia el y le dije-nos vamos.

Jason guardo su celular y subió del lado del piloto.

-Megan yo...

-No quiero hablar ahora Clark, creo que por hoy he tenido suficiente.

Quería que me abrazara y me dijera que todo estaría bien y que no debía preocuparme por lo que pensaran los demás, pero en vez de eso me hizo caso y manejo hacia mi pent-house en silencio.

ATRAPADO EN TUS REDES (4 Libro De La saga"Un Escoces Enamorado")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora