ATRAPADO EN TUS REDES (4 Libro De La saga"Un Escoces Enamorado")

CAPITULO 13

JASON.

Megan se había ido mal de casa y tenia una idea del porqué. Ella la había visto a Laurel y había pensado que era mi mujer, cuando en realidad era mi hermanita que me ayudaba con mi hijo.

Les contare un poco de mi historia. A los veintitrés me enamore profundamente de una mujer, los dos estábamos entrenando y capacitándonos para entrar a los marines.

Nos graduamos juntos y hasta compartimos misiones. Éramos jóvenes y teníamos el idealismo y nacionalismo arraigado en nuestros corazones. Creíamos que ayudábamos a hacer justicia y a mantener la paz, sin darnos cuenta que estábamos ayudando a la corrupción dentro de la organización.

Mina fue la primera en darse cuenta, pero yo tarde unos años mas en caer que éramos usados para fines pocos morales. Tuvimos un montón de peleas a causa de ello, ella reafirmaba que debíamos romper con la corrupción, que debíamos visibilizarla, pero yo no, yo defendía a mis pares. Iluso, hasta que el me llamaron del alto mando, para que controlara a mi novia o ellos lo harían.

Esa es mi forma sutil de contarles, cuando en realidad usaron otras palabras mas crudas. Quise vomitar cuando la realidad me golpeo con todas sus fuerzas y mas cuando me felicitaron por mi lealtad, a pesar de las ideas falsas y controversiales que mi novia trataba de meterme en la cabeza.

Sali de allí pálido y asustado, sabia por la mirada fría y calculadora de mis superiores que hablaban enserio, si no lograba convérsela de que callara, la harían desaparecer o algo peor.

Trate con todas mis fuerzas de hacerla callar, es mas le dije que renunciaría a mi puesto para vivir una vida sencilla en algún lugar, pero ella era terca y dijo que si tenia que morir defendiendo sus valores, así seria.

Pueden imaginar mi terror, todas las noches me levantaba con pesadillas e iba hasta su puesto para ver que ella seguía respirando. Todo cambio cuando ella se entero de que estaba embarazada, era la excusa perfecta para salirnos y dejar toda esa corrupción atrás.

Pero ella no quiso, dijo que ella no sería una hipócrita, que ella no criaría a su hijo callando las verdades. Logre convencerla retirarnos hasta tener el bebe, le dije que después podría seguir con su activismo, pero tenia que pensar que ya no era ella sola. Que había otra vida por la cual preocuparse.

A dura cuentas, ella cedió y por fin pude respirar con tranquilidad. Nos retiramos a lugar tranquilo, que era el lugar donde su familia había vivido. M gustaba, era tranquilo, los pájaros cantaban al amanecer y ella parecía haberse tranquilizado un poco en cuanto a ir contra el sistema. Lo que yo no sabia era que ella me engañaba, a pesar de estar lejos se las ingeniaba para seguir comunicándose con sus pares y planear una revolución.

Una noche me despertaron sus gritos, cinco hombres había irrumpido a nuestra casa con ametralladoras y caras tapadas. Ella me gritaba que me despertara, tenia un arma en sus manos.

Le quite el arma de las manos y le dije que se escondiera. Me escondí detrás de la puerta y esperé hasta que alguno de esos hijos de puta saliera de las sombras y así fue.

No me tembló el pulso a la hora de defender a mi familia, tiré a matar a todo lo que se moviera, cuando terminé, solo se escuchaba mi respiración agitada y el olor a sangre fresca me descompuso. Ellos habían venido por nosotros y eso significaba que ella los había atraído hacia nosotros, que ella me había mentido.

No solté el arma por las dudas, es más la recargué, no iba a cometer el error de bajar la guardia, no todavía. Corrí escaleras arriba, hacia nuestra habitación y la llame unas cuantas veces aterrado, escuché mi nombre en susurro desde el baño y la sangre se me helo.

Cuando entre vi una imagen que jamás me abandonara. Ella estaba sentada en el suelo con una mano en su barriga y sus manos estaban manchadas de sangre en un intento desesperado por parar la hemorragia.

No, no, no.

Corrí hacia ella con lágrimas - ¿Cuándo? ¿cómo?

-Un francotirador-escupió sangre-lo siento cariño, lo siento.

La tomé en mis brazos y corrí sorteando los cuerpos hacia la camioneta. Llegue lo más rápido que pude al hospital cercano y cuando llegue los médicos la arrancaron de mis brazos y no me dejaron entrar con ellos.

La policía llego y trataron de arrebatarme el arma, pero no pudieron. Me preguntaron que había pasado y de quien era la sangre. No respondí, no podía.

Llame a mi hermana y le pedí que viniera, que la necesitaba. No era estúpido, sabía lo que vendría después, ellos me arrestarían. La operación duró tres horas, no me dieron muchos ánimos de que mi hijo sobreviviera.

Laurel llego una hora después, logro que bajara el arma y me abrazo, diciéndome que todo iría bien. Le dijo a la policía que yo no le había disparado, que no podía llevarme.

Los médicos salieron justo cuando tenía muchas armas apuntándome ya mi hermana el medio de ellos y yo.

Ella no había sobrevivido, pero mi hijo sí. Era padre un de un varón. En ese momento me derrumbe, tenia que protegerlo cueste lo que cueste.

Le dije a Laurel que lo cuidara y me entregue a las autoridades. Estuve un mes en la comisaria, nadie me decía nada y no em dejaban ver a nadie. Me sentía como un gato enjaulado, quería matar a todos.

Hasta que un día Simón apareció y entro a mi celda con una seguridad que me impresiono. Los guardias me miraban con miedo y no era para menos, habían visto mi casa y los cadáveres.

El me llamo por mi nombre y me dijo de mi situación. Esos malditos querían ensuciar mi nombre, decían que yo había asesinado a mi mujer y a sus custodios que eran los cadáveres que estaban en la casa.

Le pregunte si el les creía. El me miro imperturbable y me pregunto si era verdad. Le respondí que no y su respuesta fue es suficiente para mí. Luego todo fue muy rápido, logro sacarme, no me pregunten como y los policías miraron para otro lado.

Al subirnos a su auto me lo explico. Tenia dos opciones, volver y cumplir una condena injusta o trabajar para el en su agencia y vivir para que mi hijo tenga la mejor vida y a su padre. Ya que los planes de mis superiores era mandarme a la cárcel y para que no me pueda comunica con un abogado, iban a mandar a un matón a asesinarme.

Le dije que iría con él, pero que quería protección veinticuatro horas para mi hijo y mi hermana. El me sonrió de una manera que no puedo explicar, pero en donde no había maldad, era una sonrisa autentica y amable. Su respuesta fue, ya esta hecho.

Ahora me entenderán un poco, desde ese momento trabaje para la agencia y me volví muy cercano a Simón. Cuidar a mi familia fue prioridad y nada mas importo, hasta que la conocí a ella y todo se dio vuelta.

Fue como si el universo quisiera golpearme y así fue. Ella me golpeo y puso mi mundo patas arriba. No sabia manejarlo, aunque lo intentaba.

Si les soy honesto no soy el mejor partido ni para ella, ni para nadie. Luego de entrar a trabajar fui por mis captores, se lo pedí a Simón y el me dijo que no aprobaban la venganza, pero entendió que si no e ocupaba de ellos mi familia siempre correría peligro.

Así que los cace, uno a uno. Todos murieron viéndome, sabiendo que habían cometido un grave error al ir tras mí. Cuando termine, pensé que eso me haría sentir mejor, pero no, el vacío seguía allí y el dolor era insoportable.

Compartir mi historia con Megan, era abrir una puerta roja que tenia muy resguardada. La pelea entre mi corazón y mi cabeza estaba disputada, no sabia que hacer, por eso había decidido alejarme ¿pero ahora? No sabía si era lo acertado.