$an Valentín

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El Igna había reservado en un restorán paquete. La vaga, que después del feriado largo y del paro bancario del viernes tenía un cúmulo de trámites que hacer, se mandó al centro. Cupido, que es un niño mal criado, le tiró un flechazo cuando tipo 10h recibió un whatsapp con corazones y besos deseándole feliz $an Valentín. Y, la pregunta del huan míllion dólar: ¿qué me pongo? A ver, la cosa no es qué ponerse, sino ESTRENAR. La palabra es un caramelo de dulce de leche que se deshace con placer en la boca: ESTRENAR.

Y La vaga se metió al local de peatonal Tucumán. Las vendedoras muy amables, los precios accesibles y una musiquita que llenaba el salón. Al medirse en el probador, escuchó la letra: tú eres mi amor, mi único amor. ¿Quién era el cantante? ¿Luís Fonsi? ¿Carlos Ponce? Cuando desesperado estuve, tú me tendiste la mano, me ayudaste, me limpiaste las heridas. ¿Abel Pintos? ¿Luciano Pereyra? La vaga se ponía, se sacaba ropa, se miraba al espejo. Más pendiente de la música que de la ropa.

La anagnórisis sobrevino cuando ella dijo: Me llevo esto y escuchó, al mismo tiempo: Ahí estás, señor, oh, señor, para guiarme, sin ti, soy ciego, paralítico, sordoy tartamudo. Tú me curaste las hemorroides, la caspa y salvaste mi alma del infierno. Ah, bueno, completito, pensó La vaga.

Decidida por la compra, se dirigió a la caja. ¿Cómo abona? Con tarjeta de crédito. En ese momento vio los panfletos arriba del mostrador. ¿Un pago? Sí, sí. La vaga le pasa los plásticos, tarjet y dni, y lee. Lee y no puede parar de leer. ¿Cómo usar la tarjeta de crédito? Faltó poner, estúpida. Sí, a vos te hablo, que comprás y mal gastás tu dinero ganado con el sudor de tu frente y es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre al reino de los cielos, me entendés, no? Leé la letra chica antes, no después, pedazo de gila, que el disfrute de hoy es el hambre de mañana. No seás de la generación de idiotas que compra ahora y paga después. Confiá en Dios, no en ese plástico vil, arma del demonio. Ah, una cosita más, antes de irte, en ese tarrito, sí, sí, en ese, dejá tu diez por ciento que tenemos que construir templos, escuelas, shopin y seguir con la obra del jefe, o sea, Dios.

Contenta salía La vaga, saludó a Sandra, una amiga que hacía años no veía. ¡No viene y le entra un whatsapp de su suegra! ¿Hablaste con Igna? Oh, my god. Hoy es $an Valentín.

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⏰ Last updated: Mar 07, 2019 ⏰

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La vagaWhere stories live. Discover now