Vol. 1: Vibrante juventud

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Cap. 1: ¡Mi mamá se va a casar!

 


"Papá, mi mamá se va a casar."

"¡Felicidades por su boda!"

Bai Luoyin despertó con un sobresalto, en sus orejas y cuello resbalaba el sudor. El temporal del verano aún no había terminado, por lo que cada día era despertado por el intenso calor. Despreocupadamente pasó sus manos sobre la piel, y sus palmas quedaron empapadas. Apenas era de mañana y ya se sentía como si estuviera ardiendo. 

Deslizándose en un par de sandalias, arrastró somnoliento sus pies hacia el grifo y dejó que su cabeza colgara debajo de él. El frío chorro de agua corrió bajo su cuello y aligeró un poco su humor. 

Bai Han Qi, el papá de Bai Luoyin, se encontraba barriendo el patio. El hombre de 1.85 metros de alto, se encargaba de hacer todos los días los quehaceres de la casa. Estaría bien si pudiera limpiar apropiadamente, pero siempre hacia un desastre. 

Eso es probablemente por lo que Bai Luoyin lo encontró siendo una molestia.

Tomó un trago de agua de su taza y la escupió. Volvió a abrir el grifo, esperando que el agua se llevara las burbujas blancas, pero el nivel del agua en el fregadero había aumentado. Probablemente estaba atascado de nuevo. 

Un minuto después, al terminar de pescar una pieza de trapo andrajoso, el agua finalmente comenzó a fluir en el drenaje. 

“Papá, tiraste otra vez mis calzoncillos en el fregadero.”

Bai Han Qi, quien estaba en medio de su barrido, repentinamente se detuvo cuando escuchó esas palabras. Dejó la escoba a un lado y se aproximó al tendedero. Contó uno, dos, tres. Sin importar cuantas veces contara, parecía que un calzoncillo estaba perdido. No era necesario decirlo, se debió caer cuando estaba lavando y bajó por el conducto junto con el agua jabonosa.

“¡Alto! No lo tires. Aún puedes usarlo después de lavarlo de nuevo.”

Bai Luoyin prácticamente podía sentir el humo saliendo de su nariz. “Solo déjalo. Puedes usarlo tú si quieres.”

Salió por la puerta de enfrente y atravesó un callejón. Por casualidad se encontró con Yang Meng, quien también acababa de salir de su casa.

Yang Meng tiene un nombre muy distinto a su personalidad. Cuando su papá era joven, había sido el más famoso chico lindo en su villa, con la reputación de tener las facciones más suaves y delicadas, incluso más que las de la mayoría de las mujeres. Desafortunadamente, en ese entonces las creencias de las personas eran de mente cerrada, y sufrió en tal ambiente. Por ello, con el fin de mejorar los genes de la siguiente generación, se obligó a conseguir una mujer fuerte. Cuando Yang Meng nació, su padre puso todas sus grandes expectativas y esperanzas en su único hijo, y como resultado, le otorgó el nombre de ‘Meng’.

Era lamentable la forma en que Yang Meng seguía sin vacilar los pasos de su papá desde pequeño. Mientras que los otros niños vivían jugando en el lodo o escalando arboles, él simplemente se escondía en su casa, haciendo papel picado o costura. Como resultado, constantemente era golpeado por su papá. Después de cada golpe, su papá terminaba llorando, pero luego de un tiempo, se limpiaba las lágrimas y continuaba con su disciplina como si nada hubiera pasado. 

“¿Qué pasó con tu cabello?”

Yang Meng paso sus dedos por sobre su cabeza, una pizca de tristeza apareció en su bonito rostro. 

“Suficiente, no necesitas mencionarlo. Ya se había ido todo cuando me desperté esta mañana.”

“¿Tu papá lo cortó en secreto anoche?”

“Por supuesto, además de él, ¿quién más lo haría?”

Bai Luoyin soltó una carcajada, “Parece que después de todo tenemos un destino similar.”

De repente Yang Meng recordó algo y le dio un ligero golpe en la nuca, “Cuando me llamaste ayer,  colgaste a mitad de la conversación. ¿Qué ibas a decir?”

Bai Luoyin se quedó en silencio por un momento antes de responder débilmente, “Mi mamá se va a casar.”

Yang Meng enderezó su espalda. “¿Aún tienes mamá?”

Bai Luoyin respiró profundo, “¿Crees que mi papá es una lombriz, guardando energía en su quinta fase, apareándose en la sexta, para entonces fertilizarse a si mismo?”

Los hombros de Yang Meng temblaban de risa. “No juegues conmigo. Estoy siendo serio. Te conozco desde que éramos chicos y nunca he visto a tu mamá.”

“¡Qué tonterías! Mi mamá incluso regresó y se quedó una semana el año pasado. ¿Lo olvidaste? Incluso estacionó su coche cerca de tu casa.”

“Oh, ya recuerdo. ¿Esa era tu mamá? ¿Cómo es que se ve más joven que mi sobrina?”

“¿Estás bromeando?”

“No, mi sobrina acaba de nacer hace unos días y su cabeza está llena de arrugas.”

“Todos los recién nacidos se ven así.”

Esta vez Yang Meng no dijo nada después de ver como la mirada de Bai Luoyin se había dirigido a otro lado. De repente sintió como si una tormenta hubiera barrido su mente. Habían sido mejores amigos por largo tiempo y Bai Luoyin siempre fue arrastrado a una vida desfavorecedora junto a su papá. Y ahora que su mamá se quería volver a casar, uno solo podía imaginar cómo se debe sentir. 

“¿Qué hay de encontrar a un grupo de personas y así arruinar la boda? ¿Qué te parece eso?”

“¿Tú?” Bai Luoyin se puso una máscara de condescendencia, “¿Qué tipo de personas podrías encontrar? ¿Un grupo de chicos bonitos actores? ¿Tropas militares para la batalla?”

“¿Tropas militares?” Una mirada de sorpresa apareció en la cara de Yang Meng, “¿Con quién demonios se va a casar tu mamá?”

“Un Mayor General”*

Yang Meng se quedó sin habla, “Qué-qué rango tan alto.”

“Sigue hablando.”

“¿Sobre qué?”

“Las personas a las que ibas a llamar.”

Bajo los pintorescos rayos de sol, el rostro de Yang Meng se veía tan pálido, al borde de quedar transparente. 

“Si fuera a llamarlos, sería igual a buscar un deseo de muerte.”

Bai Luoyin se detuvo de repente y lo miró fijamente. Hubo una cuidadosa llama suprimida en sus ojos, la cual parecía lista para estallar en cualquier momento.

“Está bien. Solo dime qué es lo que querías decir desde el principio.”

Yang Meng sostuvo su respiración, siendo desinflado débilmente por su propia falta de confianza. “Mi tío es un líder de la Banda de Lamentos[2]. Iba a ir a pedirle que llevara a un grupo de personas y así ellos podrían llorar en la boda. Pero ahora...”

“Eso de hecho es una muy buena idea,” Bai Luoyin intervino. “Así que ¿cómo puedo contactar a tu tío?”

“Nada más asegúrate de que no nos lastimen. Solo somos civiles normales.”

“No te preocupes,” Bai Luoyin mostró una maliciosa sonrisa, “me aseguraré de cuidar de tu tío.”

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