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Cap 21: El jengibre viejo es más picante que el joven

En el camino a casa durante el reseco de medio día, el humor de Bai Luoyin era extraordinariamente complicado. Por una parte, estaba preocupado en cómo hacer que Shi Hui perdiera todas sus esperanzas sobre él... en una buena forma. Mientras que por otra parte, estaba pensando en cómo enseñarle una lección a Gu Hai para que dejara de molestarlo. 

Cuidadosamente comparó los dos problemas y decidió que el asunto con Gu Hai era una prioridad. 

La relación con Shi Hui estaba destinada a ser una larga batalla, pero antes que nada tenía que resolver a esa molesta mosca que lo fastidiaba tanto. Solo entonces, podría ser capaz de manejar su problema del corazón.

El clima era sofocante, caluroso y seco, haciendo que las personas se quedaran sin aliento. Se supone que sería el comienzo del otoño, pero su cuerpo aún se sentía pegajoso, solo había dado unos pasos y ya estaba sudando.

¿Cuándo lloverá?

Bai Luoyin  sacudió su ropa para conseguir que se filtrara un poco de aire. Vio la tienda en el camino, la cual estaba decorada con plantas y flores. Mientras caminaba por la calle, de repente dos palabras atraparon su atención. No pudo evitar detenerse.

Aceite lubricante....

.......

Después de que sonara la primera campanada para la clase de la tarde, Gu Hai repentinamente encontró una mancha negra en su brazo. Deslizó dos dedos sobre su escritorio, y rápidamente encontró que los dos se habían vuelto negros. ¿Cómo es que había polvo negro en su escritorio sin ninguna razón? Pero Gu Hai fácilmente adivinó que había sido Bai Luoyin quien esparció el polvo.

Qué infantil.

Gu Hai dejó escapar una bocanada de aliento frío mientras intentó limpiar su mesa con una toalla húmeda. Levantó su mano para pedirle permiso del maestro de que lo dejara salir. Después de conseguir el permiso, se levantó y salió, cerrando la puerta en su camino, ya que hoy el viento en el exterior era fuerte.

Cuando Bai Luoyin escuchó el sonido de la puerta abrirse y cerrarse, las comisuras de su boca se curvaron en una pequeña sonrisa.

Gu Hai se lavó las manos y entonces regresó al salón de clases a través de la puerta trasera, pero se encontró con que la puerta estaba cerrada por dentro. Sin importar cuán duro intentara abrirla, no pudo hacerlo. Suavemente llamó y le pidió a un compañero que se acercara para abrir. un estudiante. Sin embargo, independientemente de lo fuerte que girara el picaporte, este no cedía.

También intentó con la puerta principal. Pero si importar cuanto lo intentara, no se abría. 

Parece que alguien estropeó estas puertas.

Entonces recordó aquel polvo negro en su escritorio, y de pronto comprendió que todo esto debió ser hecho por las astutas manos de Bai Luoyin. Ensuciar su escritorio no era la meta final, sino dejarlo fuera de la clase.

¿Crees que si cierras todas las puertas de esta forma, no podré entrar?

Gu Hai salió con pereza del hacia la parte trasera del edificio. Se paró en el patio y miró hacia arriba, vio que las ventanas de la clase 27 estaban completamente abiertas. Solo eran tres pisos. Esto era un trozo de pastel para Gu Hai, quien había practicado alpinismo desde los cinco o seis años. 

Miro a su alrededor y no vio a nadie. El pie de Gu Hai se paró en el marco de la ventana, mientras que sus manos sujetaban la tubería del agua. Rápidamente se abrió paso hacia el tercer piso. Sus acciones eran muy vigorosas, cada paso era ligero, estable y rápido. En menos de un minuto ya había escalado hasta el tercer piso, junto a la ventana. Dio un vistazo al interior del salón y aprovechó esta oportunidad en que el maestro estaba de espaldas frente al pizarrón, para rápidamente mover sus manos de la tubería hacia el marco de la ventana.

¿Eh? ¿Por qué está tan resbaladiza?

Bai Luoyin escuchó un fuerte golpe proveniente del exterior, a la vez que su corazón se sentía alegre y fresco, como si acabara de probar cien piezas de dulces de menta. Hacía tanto tiempo desde que se había encontrado así de divertido, era como si estuviera recostado en una pradera o diera un paseo en la playa... 

¡Bang, bang, bang!

Un fuerte golpeteo en la puerta repentinamente perturbó los pensamientos de Bai Luoyin.

/¿No se acaba de caer? ¿Cómo es que subió hasta aquí tan rápido?/

El director Zhang del departamento de seguridad tocaba la puerta con enojo mientras gritaba,“¿No me llamó alguien para reportar que el maestro se había desmayado? ¿Por qué está cerrada la puerta? ¡Apresúrense y ábranla!”

El maestro de física estaba sorprendido, rápidamente bajó su libro y se apresuró a abrir la puerta, pero se encontró con que no la podía abrir.

“Maestro, la puerta trasera tampoco se puede abrir.”

El director Zhang se quedó viendo un trozo de papel adherido en el mango de la puerta.

¿Patente de Bai Luoyin?

“Permítame hacerlo.”

Bai Luoyin movió a un lado al compañero de clase y secretamente sacó una banda elástica del interior del pomo de la puerta. Pronto, la puerta se abrió y vio la cara enfadada del Director Zhang.

“¿Eres Bai Luoyin?”

Bai Luoyin dudo por un momento y entonces asintió. 

“¡Ven a mi oficina!”

El director Zhang rugió en ira, lo cual alejó cualquier rastro de sueño en Bai Luoyin.

“Para ponerlo de buena forma, estás cometiendo actos vandálicos. Para ponerlo de forma estricta, ¡esto muestra que tienes serios problemas con la forma en que piensas y en tu moral! ¿Por qué hiciste esa llamada en broma? ¿Crees que puedes hacer lo que quisieras con la cerradura de la puerta? Ya no eres un niño, ¿cómo puedes hacer cosas tan infantiles como esta?”

Las orejas de Bai Luoyin zumbaban, mientras que su cabeza estaba hecha un desastre, y sin embargo, sabía claramente quien había hecho esa llamada. Maldijo a aquella persona, imaginándolo con la pierna rota debido a aquella caída.  

“Tienes que pagar por el daño a la propiedad pública, trae 100 yuanes mañana.”

Bai Luoyin estaba sorprendido,“¿Por qué tengo que pagar? ¡Aquellas dos cerraduras ni siquiera están descompuestas y las puedo regresar a su estado original ahora mismo!”

“Las manipulaste, así que tienes que pagar por ellas. Esa es la regla.”

“Nuestra familia es pobre, no puedo cubrirlo.”

“¿Vandalizas con la propiedad pública y en cambio intentas justificarte? No puedes pagarlo, ¿pero aún así asumes manipularlas? Además aún bromeas con lo de 'patente'? Está bien, ¿no quieres pagar? dame el teléfono de tus padres. Lo conseguiré de ellos.” 

“¿El teléfono de mis padres? Es mejor obtenerlo de mi.”

El director Zhang se había puesto ansioso,“¡Suficiente! ¡Dame el número!”

Entonces Bai Luoyin dijo en voz alta una serie de números. 

La llamada fue respondida, entonces la honesta y simple voz de Bai Han Qi se pudo escuchar a través del otro lado del teléfono.

“¿Quién es?”

“Soy el director del departamento de seguridad de la escuela de Bai Luoyin. Su hijo descompuso dos cerraduras de su salón de clases. Le pedí que pagara la multa, pero dice que su familia es muy pobre. Solo quiero escuchar, ¿qué tan pobre es su familia? Puede dañar la propiedad y sin embargo no puede pagar los daños.”

“La cerradura de nuestra casa ha estado rota por casi cinco años, ni siquiera la hemos cambiado por una nueva. Sin embargo, en estos 5 años, ningún ladrón ha entrado. Así que dígame, ¿qué tan pobre es nuestra familia?”

El director Zhang respiró pesadamente, estaba sorprendido. 

Bai Luoyin casi se carcajea. Como esperaba, es realmente cierto que el jengibre viejo tiene un adecuado sabor picante.