La hija de Poseidón II

V. Licaon

Para resumir la historia, fuimos a dejar a Sebastian, Maria me grito en inglés y español, ella es mexicana, en fin luego de eso conducimos por unas 18 horas, debo añadir algo que había olvidado, vivo en Miami y debíamos llegar al Campamento Mestizo que esta ubicada en Nueva York, como sea, sé lo que están pensando ¿Por qué no tomaron un avión? Pues bien, resulta que Zeus odia a los hijos de Poseidón, y por ello no podemos viajar por el aire, por ende debemos hacerlo todo por tierra o mar.

Como sea, fue un viaje agotador, llegamos al amanecer del día siguiente, había escuchado sobre el Campamento varias veces, sabía que era increíble pero verlo, allí frente a mis ojos, era una locura.

En lo alto del lugar (un campo de fresas) había un enorme árbol, de este colgaba un vellocino y bajo él había un enorme dragón. Caminamos hasta allí y lo supe.

-El árbol de Thalia. -dije.

Todos me miraron confundidos, posiblemente se seguían preguntando como tenía toda esa información.

-El Vellocino de Oro! -dije fascinada.

-¿Cómo es que sabes tanto? -preguntó Annabeth

-Papá. -me límite a decir, ellos seguían confundidos. -Papá me contó todas sus aventuras, desde que Percy llego al Campamento, hasta que lograron dormir a Gea, y como tu rescataste a tu madre en 48 horas.

-Papá te visitaba mucho, no? -preguntó Percy.

Asentí

-Tienes suerte -añadió mi hermano- Sabes si hay más de nosotros?

Me escogí de hombros, no es como que no le hubiese preguntado a mi padre.

-No lo sé, nunca me dio un negativo.

-Aunque tampoco lo confirmó. - añadió Kalani

-Exacto.

Me voltee y quede sin habla el Campamento Mestizo era maravilloso, era como ver una postal de vacaciones.

-Bien, Effie, bienvenida al Campamento Mestizo, hogar de los semidioses griegos... -dijo Percy dándome una palmadita en el hombro.

-En ocaciones viene los semidioses romanos -añadió Will mientras pasaba junto a mi- son buenas personas, no hay de que preocuparse.

-Genial. -dije suavemente viendo el Campamento.

Sé lo que están pensando ¿Como podía estar tan tranquila después de lo ocurrido? La verdad, no lo estaba, por dentro estaba muriendo, deseaba correr, esconderme, llorar hasta que mi cuerpo se secara.

-Quiron va a querer verte. -dijo Annabeth junto a mi. 

-¿Quiron? -pregunté para estar segura

-Sip- dijo Kalani

-Fantástico- dije con algo de sarcasmo 

Caminé tras ellos hasta una enorme casa, en el porche habían dos hombres, uno con una camisa de tigres el otro estaba en una silla de ruedas, aún así sabia quienes eran, me incline ante el hombre de camisa de tigres. 

-Señor Dionisio, es un honor conocerlo. Señor Quiron, es un placer verlo de nuevo. 

Dionisio me observó atento y dijo:

-Vaya! Al fin alguien decente aquí. ¿Quien eres y cual es tu progenitor divino?

-Soy Effie Miller, señor, hija de Poseidon. 

-Vaya, así que siguen apareciendo más hijos del molusco.

Estaba confundida, debió notarse ya que Quiron dijo:

-Es bueno verte Effie, disculpa a nuestro director, le gusta bromear.

Sonreí incomoda, Dionisio puso los ojos en blanco, murmuro algo sobre un castigo y se fue. Quede algo confundida o más confundida. Quiron observó a los héroes junto a mi y les hizo una seña y ellos se fueron.

-Sé que debes estar agotada por el viaje, prometo que luego de nuestra charla podrás descansar.

Asentí,  debo admitir tenia miedo de saber que iba decir Quiron, él me había entrenado.

-Supongo que Percy y los demás ya te comentaron sobre la profesia. 

Asentí.

-Effie... puedes contestar sin ningún miedo, lo sabes, no?

Iba a asentir de nuevo pero dijo:

-Si, ellos... ellos me dijeron la profesia, la pude interpretar fácilmente. 

Quiron rió un poco y dijo:

-En ocasiones me cuesta creer que eres hija de Poseidón, tienes la inteligencia de Atenea, y la facilidad de interpretación de Apolo. 

Baje el rostro con algo de vergüenza, murmure algo similar a gracias. 

-¿Como puedes estar seguro que soy yo la de la profesia? 

-No lo estoy- admitió Quiron- pero si las espumosas te rastrearon, eso significa que ya no estas segura entre los mortales.

Sentí mi cuerpo helarse.

-Crees que Henry este muerto? -pregunte.

Quiron me dio una mirada de compasión, luego respondió: 

-No lo creo, pero no lo sé, pienso que fue el propio Licaon quien hizo desaparecer a Henry, no entiendo como...

Sentí mi cuerpo helarse de nuevo.

-Lo usará como carnada, no? Y si no voy lo matará. -dije al borde de las lágrimas.

Él asintió.

-Lamento confirmarlo.

Trague grueso y logre controlar mis lágrimas. Quirón me observó con tristeza.

-Debes entrenar, terminar tu entrenamiento, pero por el momento... Ve a descansar.

Así lo hice, Quiron me dio un recorrido por el Campamento había un muro de escalada, el comedor, los establos (donde varios caballos me hablaron, bendito don de mi padre), la forja (habían varios chicos y chicas), el bosque que se extendía demasiado. El Campamento Mestizo era impresionante.

Descanse por un par de horas, aunque a mi parecer fueron un par de minutos, si creen que en esas horas de sueño me libre de tener pesadillas, estan equivocados.

Estaba en una cueva, de nuevo, vi al mismo hombre de ojos rojos, él observaba la ciudad desde allá, miraba la luna que estaba próxima a ser llena, respiraba profundo y entraba, allí en medio de unos lobos había un hombre, estaba en posición fetal y temblaba, Licaon se acercó y le dijo algo al hombre:

-Tu tiempo se acaba mortal. Espero que la semidiosa venga pronto, de lo contrario serás comida para mis lobos.

En respuesta varios de ellos gruñeron, el hombre se removió, se sentó y miró a Licaon de forma peculiar.

-Effie vendrá, puedes estar seguro de ello y será tu fin, Licaon.

Mi corazón se paralizó al ver bien al hombre era Henry, el licantropo rió y dijo:

-Ruega al dios de tu elección, si ella no llega para la luna llena, serás la comida...

-Si -le corto Henry- Ya lo dijiste, seré la comida de tus lobos.

Licaon le dio una mirada de odio y sonrió enseñando sus colmillos, él se giro hacia donde yo estaba e intentó morderme.