XII. Ella?

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Henry

Las chicas vampiro me tenían capturado, el hermano de Effie intentaba atacarlas, la hermana cuidaba a Effie, y ella... Mi hermosa Effie estaba observando todo con algo de pavor, por el rabillo del ojo noté que una de las vampiresas pretendía morderme.

Respire profundo y rece a los dioses para que eso no ocurriera, justo en ese momento todo se volvió plateado, sentía que no podía respirar, luego de un tiempo cuando creí que mis pulmones iba a estallar todo volvió a la normalidad, o eso creí.

Caí de rodillas y respire profundo, en eso escuché una risa detrás de mi.

-Un humano... Patético... Podría servir de comida para mis lobos.

-Lo sé... Pero los hijos de Poseidón tienen una debilidad por sus seres queridos... Si quieres atraerlos a ti, esta es la forma correcta. -era la voz de una mujer.

Me voltee y observé a las personas, la chica era bella, no hermosa, sólo bella, ojos y cabello oscuro, y piel blanca, como la nieve, el hombre tenía los ojos claros y cabello castaño, había algo en ambos, que era poderoso y antiguo.

-Ustedes quienes son? -pregunté.

Ellos me observaron y él dijo:

-Tu peor pesadilla, mortal.

Puedo asegurarles que ese desgraciado licantropo tenía razón él sería mi peor pesadilla, por mucho tiempo, me torturó por mucho tiempo.

Un día mientras oscurecia, Lycaon caminó hacia la entrada de la cueva, yo estaba en posición fetal, pero tenía una vista perfecta de ese desgraciado.

-Tu tiempo se acaba mortal. Espero que la semidiosa venga pronto, de lo contrario serás comida para mis lobos.

En respuesta varios de ellos gruñeron, me removi un poco, me queje y observé a Lycaon.

-Effie vendrá, puedes estar seguro de ello y será tu fin, Licaon. -dije con confianza.

-Ruega al dios de tu elección, si ella no llega para la luna llena, serás la comida... -empezo a decir el licantropo.

-Si -le corte- Ya lo dijiste, seré la comida de tus lobos.

Licaon me dio una mirada de odio y sonrió enseñando sus colmillos, luego se volteo hacía un lado, como si quisiera morder el aire.

Lo observé extrañado, sin saber que había sucedido.

-Teníamos un visitante... Debía deshacerme de ella...

-Ella? -pregunté

Él sonrió de medio lado y dijo:

-Es mejor que no sepas...

Como sea el tiempo siguió pasando, Lycaon traía comida y agua de vez en cuando, quería mantenerme con vida, pero debil.

La chica venía de vez en cuando, ellos conversaban y todo seguía con normalidad.

Cuando había pasado casi una semana, sentí algo fuera de lo ordinario, un temblor, no muy fuerte, pero si lo suficiente como para que lo lobos a mi alrededor se pusieran en pie y observaran todo.

Sonreí levemente, por algún motivo sabía que era Effie, posiblemente por que cada vez que ella y yo discutíamos las cosas a su alrededor se sacudian.

Pasaron un par de días y escuché a Lycaon hablar con alguien.

-Tu amada esta aquí, espero hayas podido despedirte... Ya que no creo que se vean de nuevo.

Ruidos de batalla se escucharon por varias horas, era como si estuvieran a un par de metros de la cueva, a medio día aproximadamente (eso creía yo) la tierra tembló de nuevo, y luego silencio, hasta el atardecer cuando Lycaon salió de nuevo y los ruidos de batalla se escucharon de nuevo, esta vez estaban tan cerca que podía escuchar todo.

-No hagan movimientos bruscos. -escuché a Effie decir. -Estamos rodeados.

-Si, así es... -dijo Lycaon- lo están... Realmente no creí que fueran tan estúpidos como para venir a mi territorio, mucho menos en luna llena.

-Mi culpa -dijo Effie- ellos me lo advirtieron.

Un pequeño silencio

-Entonces tu eres tan tonta como creí.-contestó Lycaon

Sabía que Effie odiaba ser llamada tonta, ella nunca había tolerado ser llamada de esa manera. Aún así la escuché decir:  

-Si bueno... soy rubia, creo que sabes lo que dicen sobre nosotras.

-Y por ello será tu fin ¡ATAQUEN! -gritó Lycaon

Sonidos de lucha se hicieron presentes, intente soltar mis amarras, pero era casi imposible.

-Estúpido lobo y su habilidad para hacer buenos nudos, qué acaso hizo un curso sobre nudos en el Tártaro?

-¡Ven acá desgraciado! ¡Ven y pelea! -gritó Effie

Sonido de lucha y luego la voz de Percy diciendo algo que no comprendí.

-Abajo! -gritó Effie

Un fuerte temblor se sintió por todo el lugar, un par de piedras cayeron cerca de mi.

-Ven acá cobarde! Ven y enfrentame! -era Effie, ella gritaba furiosa como nunca antes la había escuchado. -Ven acá maldito cobarde!

La tierra retumbaba cada vez más, como si alguien estuviera caminando.

El sonido de lucha no se hizo esperar, sabía que Effie estaba luchando contra Lycaon, eso me desesperaba.

-Es a mi a quien quieres... no a ellos. - escuché a Effie decir.

-Mierda -dije mientras intentaba soltarme.

-Vaya, ahora entiendo por qué tu y Effie se llevan tan bien. -era Percy.

-Espero tengan una cuchillo o algo... -dije- este nudo es casi imposible de quitar.

Percy y Kalani intentaron soltar el nudo por el modo tradicional, mientras lo cortaban escuchamos a Lycaon decir:

-Odio a todos los hijos de Poseidón... Pero tú!! Tu te has ganado un odio especial, tienes el poder de quien destruyó mi reino, el poder de mover las cosas...

-Eso si que es un gran alivió- dijo Percy mientras terminaba de cortar las sogas.

-Bien... Eres libre -dijo Kalani.

-Gracias...

Intenté ponerme en pie, pero no pude, estaba demasiado débil, la tierra retumbo y un fuerte sismo se hizo presente, observamos a Lycaon evaporarse en el aire, mientras Effie apenas en pie caía de rodillas y luego se desvanecia por completo.

Recuerdo escuchar a Percy chiflar y luego de varios minutos unos pegasos aparecieron, ellos nos llevaron hasta el centro de Nueva York, Percy me hizo ir a un hospital, donde me quedé hasta recuperarme, no supe nada sobre Effie por un tiempo, nadie venía, Sebastián me preguntaba por ella todos los fines de semana pero nunca pude darle una buena respuesta.

La hija de Poseidón IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora