XI. Ven acá cobarde!

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-Hace cuanto puedes hacer eso? dijo Percy con sorpresa

-Y por qué no lo hiciste antes? -preguntó Kalani 

Sonreí abiertamente, al final había logrado que mis poderes se mostraran. Miré a mis hermanos, aún con mi brazo extendido y dije:

-No sabia que podía hacerlo- luego de eso caí de rodillas, debo admitir controlar mis poderes no es fácil.

-Effie!? Estas bien? -pregunto Percy acercándose a mi

-Si, un poco cansada- dije.

-Toma- dijo Kalani acercándome un poco de ambriosa

Este sabia a los nachos que Henry suele hacer para mi, trague grueso mientras intentaba no llorar, luego alce mi vista y mire la entrada de la cueva.

-Debemos atacar en la noche.-dije

Percy rió un poco, luego me observo y dijo:

-Oh! Lo dices en serio? 

Asentí

-Hoy es luna llena, Lycaon tendrá toda su fuerza, lo sabes, cierto? - pregunto Kalani

-Lo sé... Pero no debemos atacarlo ahora... Nosotros estamos cansados..

-Y él estará completamente descansado y con ganas de destruirnos- añadió Kalani de malas.

-Debo provocar el diluvio- dije- es la única manera de detenerlo.

-Y cómo, según tu piensas hacerlo? -pregunto Kalani

-Hay agua bajo nosotros -dijo Percy -La sienten?

-Si -dijo Kalani

-Algo así. -dije

Ellos me observaron extrañados

-Siento las vibraciones... -dije- es difícil de explicar. Ustedes controlan el agua así que la sienten... Yo siento las vibraciones de la tierra, si ustedes caminan siento eso, vibraciones, como si las escuchará.

Mis hermanos me veían con cara de no estar entendiendo nada.

-Es difícil de explicar -dije bajando la mirada

-Y difícil de comprender-dijo Percy

Me escogí de hombros a modo de respuesta.

-Entonces... ¿Qué hacemos? -preguntó Kalani

-Descansar, comer... Tenemos varias horas, antes de que oscurezca por completo-dijo Percy

-Okay- dijo ella

Así que eso hicimos descansamos, comimos y dormimos un poco, haciendo guardia, claramente. Era el fin del atardecer cuando emprendimos nuestro camino hacia la cueva.

-Antes de continuar, quiero reiterar que esto es una terrible idea. -dijo Kalani mientras caminábamos

Percy le dio una mirada dura a Kalani.

-Todos lo sabemos... Es una trampa... Pero siempre vamos directo a ellas... Lo hemos hecho desde que llegue al Campamento Mestizo... No vamos a romper esa tradición ahora. -dijo Percy

Seguimos nuestro camino, mientras nos íbamos acercando sentí pasos, eran suaves y livianos, pasos sigilosos, los pasos de un depredador listo para atacar a su presa.

-No hagan movimientos bruscos. -le dije a mis hermanos.

Ellos me miraron extrañados.

-Estamos rodeados.

-Si, así es... -dijo una voz cercana a nosotros- lo están... Realmente no creí que fueran tan estúpidos como para venir a mi territorio, mucho menos en luna llena.

-Mi culpa -dije sonriendo levemente- ellos me lo advirtieron.

Lycaon sonrió mostrando sus colmillos.

-Entonces tu eres tan tonta como creí.

Odiaba ser llamada tonta traía a mi memoria todos los malos momentos que había pasado en la escuela y colegio, sin embargo, logré embosar una sonrisa y contestar: 

-Si bueno... soy rubia, creo que sabes lo que dicen sobre nosotras.

Lycaon sonrió de nuevo y dijo:

-Y por ello será tu fin ¡ATAQUEN! 

Los lobos empezaron a atacarnos, mis hermanos y yo los esquivamos y atacamos, una y otra vez... Debo ser sincera me sentía horrible al matar lobos, son animales y los adoro... pero estos desgraciados nos atacan sin piedad. 

En un momento me quede sin contrincantes y mire a Lycaon estaba observando todo desde un lugar seguro. 

-¡Ven acá desgraciado! ¡Ven y pelea! 

Él sonrió, justo cuando empece a caminar hacia él un lobo se interpuso en mi camino, en realidad me golpeo lanzadome hacia un lado luche contra él por un tiempo cuando creí que me mordería, el animal dejo de luchar y cayo sobre mi, me queje y lo quite.

-Estas bien? -preguntó Percy.

Jadee un poco y asentí.

-Si... eso creo... estoy harta de estos lobos.

Caminé decidida hacia el centro, me concentré en la energía y vibraciones a mi alrededor, respire profundo, y grite a mis hermanos: 

-Abajo!

Ellos se agacharon, puse mis manos en la tierra y una onda se expandió por todo el lugar, los lobos se evaporaron e el aire mientras la oda los iba alcanzando.

Lycaon y mis hermanos estaban sorprendidos. Me puse en pie y observe furiosa al rey lobo.

-Ven acá cobarde! Ven y enfrentame!  

Caminé decidida y furiosa hacia él todo aquel miedo que había sentido en los últimos días se empezaba a convertir en ira. 

-Ven acá maldito cobarde!

La tierra retumbaba a cada paso que daba, la tierra se abrían grades grietas.

Lycaon se mostró sorprendido en un inicio, luego corrió hacia mi y ataco. Debo añadir, que a pesar de estar preparada, Lycaon me sorprendió demasiado, sus rápidos movimientos eran precisos y mortales. 

Percy y Kalani intentaban ayudarme, pero Lycaon los atacaba sin piedad.

-Es a mi a quien quieres... no a ellos. -le dije mientras lanzaba un ataque con mi tridente.

Esperaba que mis hermanos comprendieran lo que quería que hicieran. 

Lycaon me golpeó fuertemente, caí y rodé, me queje un poco, me intenté levantar, pero el rey me tomó del cuello, y me golpeó de nuevo.

-Odio a todos los hijos de Poseidón... Pero tú!! Tu te has ganado un odio especial, tienes el poder de quien destruyó mi reino, el poder de mover las cosas...

No recuerdo mucho más después de eso, lo que si recuerdo es alzar mis manos y ponerlas sobre el pecho del licantropo, mientras expulsaba todas las vibraciones que había contenido.

Caí al suelo de nuevo, escuché a Lycaon maldecir, y luego, de nuevo todo era oscuro.

La hija de Poseidón IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora