Sin ni un lugar a dudas fue una noche completamente dura para Ichimatsu: Sin historias, en silencio, un silencio que la mayoría de veces se volvía tu peor enemigo. Le sorprendía que solo obtuviera silencio, sus pensamientos estaban apagados. Con un único sentimiento vacío inundándole. Se dio muchas vueltas en la cama y en ni un momento pudo conciliar su sueño. Tenía sus parpados cansados, su cuerpo también tendría que estar cansado, pero sentía más energía a comparación de otros días.
Quito las mantas sobre su cabeza para levantarse. Y quedándose quieto ante la visión frente a él, creía que si se quedaba quieto la imagen no solo se desvanecería en el aire como un nada: Era (t/n). Tenía unas ropas diferentes, tenían que ser sus ropas de uso cotidiano. El cabello lo tenía suelto, también como recordaba un libro estaba entre sus brazos, acunándole como lo más precioso para él. Quería identificar el título.
—Eres... ¿real? — cuestiono con un tono pequeño, como un gatito asustado mirando lo que tiene por delante —.
Cuando una risa se escapó de sus labios, una sonrisa se ancho por el rostro de Ichimatsu, con sus mejillas coloradas. Felicidad a montones haciéndose presente en su rostro, sabía que ella veía toda su felicidad. Lo recordaba: Ella lo leía como un libro. Los libros que ella tanto amaba leer. Quizá no lo leía con amor, pero... él esperaba que (t/n) lo hiciese de esa forma. Con sus ojos (c/o) mirándole sentía que esos eran los ojos que deseaba le mirasen por el resto de su vida: Por toda su eternidad.
—¿Por qué?
—¿Por qué, qué, Ichimatsu?
—¿P-Por qué volviste? Yo... te dije cosas horribles.
Ella asintió en comprensión, tanto como su sonrisa seguía pintada en sus labios. Ichimatsu no comprendía, pero no quería que esa sonrisa se borrase del rostro de ella, esa sonrisa... esa sola sonrisa tenía el enorme poder de iluminar toda la habitación, y de brindarle una eterna sensación de calor a su apagado corazón.
—Estas roto.
—¿Eh...?
—Estuve rota en un cierto periodo: Y también le mencioné cosas horribles a otros. — Ichimatsu asintió, entendiendo a donde se dirigía esta charla. — Ellos volvieron a pesar de todo. Uno se va para hacerte repasar las cosas, entonces cuando lo han hecho, regresan a por nosotros. Una enfermedad mental no se cura de un chasquido a otro. No, toma su tiempo, toma el tiempo que tu necesites.
—¿Cuánto tiempo te tardo?
—Una eternidad. ¿Sabes por qué? Porque oculte todo. Hasta el final estallé, para todos... me recuperé rápidamente. Pero estuve atrapada en ese agujero negro por un año, o un poco más. Me costó levantarme, pero... mira, gracias a eso hoy en día estoy aquí.
Ichimatsu sonrió con su mirada en las mantas de la cama, sus mejillas continuaban sonrosadas.
—Me alegra que estés aquí...
—Ídem Ichimatsu, ídem.
Once de la mañana
Diferente: Era de esa forma como se sentía cada una de las cosas en ese nuevo día. Ella estaba vestida con sus ropas cotidianas, amaba su vestimenta, amaba como su cabello se veía, además... amo como se sentaron a desayunar juntos. Como ella se coló en la cocina para prepararle una taza de café con leche, todo perfectamente bien hecho. Comer juntos fue una de su parte favorita. También como ella arrastraba ese libro a todas partes sin intención de abrirlo aún.
—Bien, ¿te apetece ir al lago? — le pregunto ella —.
—Claro...
—Andando.
—Espera... — susurro Ichimatsu temeroso —.
—¿Qué sucede Ichimatsu?
Con nerviosismo miro sus manos, miro a cada parte mientras intentaba formular las palabras, en su mente todo era perfecto, pero no sabía si decirlo en voz alta sería... lo correcto.
—¿P-Puedo... Puedo tomar tu mano?
—Sería un verdadero honor.
Esas palabras fueron lo correcto para él: El miedo se apartó mientras entrelazaba con sumo cuidado su mano con la de ella. Una mano más pequeña, era cálida, era suave a diferencia de sus propias manos. Una enorme sonrisa se quedó en ambos rostros mientras caminaban cuesta abajo hacia el lago, el lago en donde una vez ella tomo su mano y él con miedo... la soltó.
No iba a soltarla de nuevo.
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Coffins {Ichimatsu Matsuno & Lectora} Finalizada
FanficJusto cuando las cosas finalmente iban a mi manera. Conocí a este ángel. Ella me enseño a volar. Sí, ella me mostró todos los colores del cielo. Así que por favor no te la lleves. Pero si lo haces... _____________________________________ Ichimatsu...