XII. Ficción

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Bajó del avión en la pista de aterrizaje y subió al auto que la llevaba a migraciones. Saludó a los asistentes de la aerolínea y el aeropuerto, hizo los trámites correspondientes, se reencontró con Chicho, su manager, sus valijas, y salió por la puerta de arribos internacionales. Saludó a algunos fanáticos que estaban allí, que preguntaron el motivo de la nueva visita a Argentina y, aunque intentó sembrar misterios, lo dijo:

-Voy a hacer una pequeña participación en la tele -sonrió- pero no puedo decir mucho más

Él cerró su auto y saludó a su tío que bajaba del suyo en el estacionamiento del colegio. Entraron a la sala de profesores discutiendo sobre el partido del domingo.

-Estaba para amarilla, le puso el pie, tío, no hay forma de zafarla, era obvio -sirvió café- compraron al árbitro -le dio el vaso- ¿No cobrar ese faltazo? Dale

-Pero cómo van a cobrar eso si apenas lo tocó, Peter, por favor -sonó el timbre- mira, te salvó la campana

-Si, dale, dale -rió- nos vemos después

Salió de la sala rumbo al aula de cuarto año a quienes les daría cuarenta minutos de clase de historia. Saludó a Michi, la portera, y abrió la puerta del aula para encontrar a todos sus estudiantes reunidos en diferentes grupitos, sentados en las mesas, charlando y sin notar siquiera su presencia.

-Buenos días -dijo más alto de lo habitual y todos se acomodaron en sus lugares menos un grupo de mujeres- ¿Señoritas?

-Profe -dijo una bajándose de la mesa para sentarse en su silla- ¿Puedo hacerle una pregunta?

-Dos -dijo sacando un cuaderno de su morral.

-¿Usted conoce a Lali Espósito? -y la miró- apareció en una foto que subieron en Twitter de ella con amigos, y está usted

-¿Conoce a Lali, profe? -preguntó otra.

-Eh... sí, la conozco, fuimos amigos y tenemos amigos en común -dijo minimizando el tema- saquen el texto de la revolución francesa, por favor

-¿Es buena onda? -dijo ignorándolo por completo y él suspiró- Lali, es buena onda, ¿No? porque los que la quieren dicen que es divina pero los haters, que está lleno en las redes, dicen que está re creída, yo creo que es re buena onda, pero no la conozco

-Es muy buena persona y súper talentosa, ¿podemos volver a lo nuestro?

-Está en Argentina, profe, va a hacer una novela

-Y la novela de este grupito va a ser un examencito sorpresa si no regresamos a lo nuestro -las miró y ellas sonrieron- Revolución francesa -y aplaudió al aire.

Salió de allí luego de que los adolescentes se amontonaran y aplastaran en un intento de atravesar la puerta todos a la vez. Subió a su auto y, recién ahí, dio un suspiro profundo. Encendió el motor e inició su camino hasta la casa de Agustín y Candela. Quien le abrió cuando llegó fue ella que despidió a uno de sus pacientes antes de abrazarlo a él. Le invitó unos mates, puso las facturas que había comprado en el camino en un plato y luego se sentaron en el sillón.

-¿Cómo te fue hoy?

-Bien, este fue el último, tuve todos los turnos completos hoy, lo que es buenísimo, eh -le dio un mate- pero me agotó mentalmente

-Vengo a ser tu retiro espiritual entonces -ella rió.

-Algo así -sonrió- ¿A vos cómo te fue?

-Bien, la clase se me revolucionó un poco porque mis alumnas descubrieron que conozco a Lali -rodó los ojos y le devolvió el mate.

-Bueno, menos mal que saben que sos conocido y no que fuiste el novio por cinco años, ¿no? -él rió- ¿Te enteraste de que volvió?

LO QUE PERDIMOS CUANDO NOS PERDIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora