🥀 | u n o | 🥀

887 61 3
                                    

–¡Hara espera! –Exclamé llegando a su lado y depositando un rápido beso en su mejilla– Debes dejar de caminar tan rápido niña –Abulté mis labios.

–Lo siento Tata –Se lamentó abrazando mi torso mas sin detenerse– Pero necesito hacerlo si quiero llegar a mi próxima clase.

–¿Sabes que si sigues con esto de estudiar la danza y a la vez historia te hará mal? –Pregunté un tanto preocupado.

–Sé como cuidarme Tata, y estoy en excelente estado. Me alimento a la perfección y duermo las horas necesarias.

Mentiras. Mentiras que no supe diferenciar de la verdad. Sabía a la perfección que habían varios días que no ingerías ni una sola miga de comida. Y que habían días que no dormías por estar practicando tus coreografías con Jung Kook, Ji Min y Ho Seok, quienes tampoco estaban enterados de tu enfermedad.

Siempre te insistía con estos temas de ir a comer a un restaurante o aunque sea a un McDonald's, sólo para ver que comías realmente y que no estabas con esa mierda. En ese entonces nuestra relación era increíble, una relación que cualquier estudiante de universidad aplicado deseaba.

Que yo siempre deseaba.

–Tata, debes dejar de preocuparte tanto por mi. Me alimento a la perfección y voy seguido a los chequeos médicos que tanto insistes en que vaya –Dijo luego de que yo le sirviera bastante cantidad de comida.

–Me gusta ver que comes todo lo que te sirvo, me gusta que estés sana –Mencioné con cara inocente.

–Estoy sana –Mintió con una sonrisa– Yo que tú me preocuparía por TU alimentación. Te he notado más delgado desde que comenzamos las clases.

Eso era cierto. Muy cierto. Pero no porque comenzábamos las clases, si no por estar tan atento a ti, a tu alimentación, al tiempo en que dormías y cómo resolvías tus cosas.

Todo en vano.

Anemia <<Terminada>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora