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4 años después

El aroma a café en la mañana lo despierta, la cama todavía está cálida y siente como ha recuperado toda la energía gracias al descanso. Hace un ademán para levantarse de la cama, pero en el momento que escucha pequeños pasos hasta la habitación vuelve a cerrar los ojos fingiendo estar dormido.

Pasan pocos segundos hasta sentir aquellas familiares manitas posarse en su cara, Siwoo tiene esa manía de tocar absolutamente todo y la bonita cara de Kihyun es algo de lo que no puede apartarse. Los deditos del pequeño llegan hasta su boca intentando molestarlo pero entonces Kihyun los atrapa entre sus labios haciendo reír al bebé.

Aunque hace mucho tiempo había aprendido a caminar, ahora no deja de correr por toda la casa.

Kihyun se levanta con movimientos rápidos persiguiendo a su bebé hasta la cocina donde se encuentra una escena bastante dulce. El ahora pelinegro está de espaldas preparando el desayuno siendo abrazado por una tercera persona. —Ew, no hagan eso en mi casa— Dice con falso asco intentando molestar a la pareja. Hyungwon ríe y aparta a Hoseok para poner el desayuno en la mesa.

Así son todos sus fines de semana. Hyungwon se ha vuelto casi un hermano para él, lo apoyó en absolutamente todo. Hoseok y Hyungwon eran los tíos favoritos de Siwoo, su bebé de tres años y medio. A veces Kihyun llega a sentirse celoso de la preferencia que su bebé ha obtenido con Hyungwon, Siwoo ama estar en los brazos de Hyungwon y tal vez es porque el tío Hyungwon es más alto que papi Kihyun.

—Cariño, trae al bebé, la mesa ya está servida. —Hyungwon tiene un don natural para tratar a los niños, Kihyun lleva diciéndole por meses que es hora de que él y Hoseok tengan uno propio pero Hyungwon dice que todavía no es el momento.

Antes de que pueda sentarse a la mesa el timbre suena y Kihyun camina de inmediato hasta la puerta principal. Al abrirla tiene pensamientos repentinos, siempre admiro a Hyungwon y a Hoseok, se podría decir que hicieron las cosas "bien" y tomaron muy en serio lo de "todo a su tiempo".

El primer año en el que el Siwoo nació siempre terminaba imaginándose un escenario diferente, donde Hyunwoo y él tenían una primera cita, luego pasando a ser novios, viviendo juntos, comprometiéndose  y por último teniendo un bebé. Lamentablemente las cosas no eran así.

Fue inevitable y quiso aferrarse a la idea de qué tal vez las cosas pudieron ser diferentes.

Recuerda con dolor el día en el que el padre de Hyunwoo lo apartó de su lado, al principio se refugiaron por unas semanas en la casa de la madre de Kihyun pero Hyunwoo comenzaba a verse harto y cansado con el tiempo. Un día tuvieron una discusión, Hyunwoo repetía mil veces que quería irse, conseguir algo mejor.

—Kihyun, ¿quién busca? —La voz de Hyungwon lo hizo volver a la realidad, con fuerza empujó al hombre de traje que se apoyaba en el marco de la puerta sacándolo de su casa y cerrando la puerta detrás de él. —¿Qué carajos crees que haces?—Quería llorar, gritar, decirle que se largara y que en su vida volviera a pensar en tan siquiera intentar comunicarse de nuevo con él, pero estaba asustado.

—Escúchame—Casi suplicó.

—No escúchame tú a mi Hyunwoo. No puedes abandonarnos así y volver como si nada, puedes largarte de una vez no tengo nada que hablar contigo. 

—Sabes que lo hice por ti, por él. No teníamos ni siquiera un hogar a dónde ir. No los abandone Kihyun, sabes que me hice presente cada día mandando todo lo necesario, trabajando como un desquiciado para su comodidad. —Hyunwoo tenía el ceño fruncido como la mayor parte del tiempo que estuvo con el antes de irse. Sin embargo lucía diferente, tenía un traje costoso, zapatos costosos, cosas materiales que solo hacían enojar más a Kihyun.

—Yo te necesitaba, te amaba tanto que hubiera preferido mil veces vivir en un basurero antes de que me abandonaras por conseguir esa mierda, lo sabias Hyunwoo, y aún así me dejaste. — Sus ojos picaban y tenía ese asqueroso nudo en la garganta, si bien Hyunwoo se encargaba de mandarles dinero varías veces al mes Kihyun nunca lo aceptaba.

Lo había extrañado como un infierno, lloro muchísimo tiempo y se sintió como un grandísimo idiota. Pero debía ser fuerte por su hijo, no aceptaría a un hombre que no estuvo ni siquiera el día en que su hijo nació. 

—Quiero verlo, tengo derecho — Conocía a Hyunwoo tan bien que le asqueaba. Voz temblorosa, mirada perdida incapaz de verlo a los ojos. Era patético, aquel hombre de apariencia intimidante iba a llorar. Kihyun negó. —Supe que tu padre murió, lo lamento mucho. —Mentira.

El maldito cínico supo manipular de formas horribles a Hyunwoo. "Si vas a traer a un fenómeno al mundo al menos asegúrate de darle una buena vida." Recuerda las interminables noches de agonía junto a Hyunwoo, los ataques de ansiedad y las incontables lágrimas. Le había lavado el cerebro por completo, una excusa tan desagradable para apartarlo de su lado que al final terminó cediendo.

Hyunwoo siempre le recordó a un osito protector, buscando para él todas las comodidades posibles, haciendo promesas de amor y cuidándolo de todo lo malo. Pero los malos tratos y las palabras hirientes habían sido suficientes para cambiar a Hyunwoo, aunque tal vez su intención jamás fue mala —ya que a fin de cuentas quiso darles una mejor vida— nada parecía ser una excusa suficiente como para dejar de lado el hecho de haberlo dejado de esa forma.

—No lo lamentes, el solo era...—"Mi única familia" vio a Hyunwoo derrumbarse por completo. Todas las lágrimas acumuladas salieron.

Seguían siendo jóvenes después de todo, por mucho tiempo la única familia de Hyunwoo fue su padre. Al tener una responsabilidad tan grande como lo era traer a alguien al mundo tenía que cargar con muchísimas cosas, una de esas era que ni él ni Kihyun estaban capacitados para aquello. Estaba asustado en el momento en el que se fue, se marchó del país con su padre y trabajó por cuatro años en la compañía, cada sueldo que recibía iba directamente para Kihyun sin contar los desastrosos días que fue el convivir con su padre después de que este se enterara que era homosexual y usaba cualquier excusa para recordarle que era una decepción para él.

Kihyun lo sabía, no podía ser tan egoísta. Aunque si bien las cosas pudieron ser de una forma diferente y aquello no iba a cambiar el hecho de su ausencia en los años más difíciles sabía que Hyunwoo había hecho cada sacrificio por él y su hijo.

A pasos lentos llego hasta donde Hyunwoo abrazándolo con fuerza, el pesado cuerpo del mayor lo recibió con necesidad y quiso llorar en el momento en que su cuerpo se amoldó con facilidad en el ajeno.  Lo había esperado por muchísimo tiempo, Hyunwoo había vuelto.

Falta un capítulo más para terminar, no me quiero poner sentimental pero es exactamente lo que voy a hacer. Xd