Mi Girasol [MarkHyuck/HaeMark]

Gran día

Al otro lado de Seul Mark Lee estaba suspirando con la mirada perdida.

Definitivamente las cosas habían salido mejor de lo que esperaba, aún cuando ahora tenía la mejilla con un pequeño corte.

—Mark se esta rebalsando tu vaso de agua —Taeil estaba junto a la nevera tomando un poco de leche, mirándolo con extrañeza.

Y en efecto Mark había estado vertiendo agua en su vaso hace ya un rato y este ya estaba lleno.

—Oh, gracias Hyung —Mark parpadeó rápido para despertarse y provocó la risa del mayor.

—Supe que todo salió bien con nuestro Maknae —soltó antes de tomar otro sorbo de leche.

—¡Si! —respondió alzando su vaso demasiado rápido, mojando el piso.—...eso creo.

El mayor rió por la reacción del chico y se decidió a darle un consejo a sus dongsaeng.

—Mark, se lo cursi que eres, pero creo que debes bajar la intensidad para ir con él o no se sentirá cómodo.

El canadiense, quien se hallaba buscando algo para secar el piso, se detuvo en seco.

—¿A que te refieres?

—Me refiero a que él no se quedara de brazos cruzados Mark... Ya lo veras —terminó por decir dando la vuelta hasta su habitación.— solo piensalo.

Mark no entendió a que se refería Taeil y solo se limitó a seguir bebiendo su agua.

〰️
☀️
〰️

Un día parcialmente nublado se había permitido salir en este invierno, brindando un poco más de calidez al lugar.

Mark ya estaba allí parado juntó a la gigantografía de un girasol que anunciaba la apertura del festival.

Grandes y pequeños se hallaban en el lugar con abrigos y cotillón de girasoles, aún con todo el frio sus sonrisas calentaban el ambiente.

Mark sonrió por inercia y justo cuando dejó de ver el cielo encontró al sol.

Se hallaba caminando en su dirección con un atuendo en especial lindo y sencillo, jeans claros, un polleros color mostaza y ¡la bufando que le había regalado!

Caminó o corrió hasta el chico solo para abrazarlo, pero su ataque fue interrumpido por la mirada del castaño que lo atrapó segundos antes.

Lo estaba mirando a los ojos.

—¡Mark! Pensé que llegarías tarde. —le sonrió. —en realidad quería llegar antes que tu.

Mark se detuvo frente a él, cuando vio que el castaño le sonreía de esa forma, no podía perdérselo.

—Bueno estoy aquí hace ya quince minutos, creo que no lo lograste —le respondió mirando su mano con clara intensión de estrecharla.—veo que ya no tienes las muletas.

—Aja, ya estoy un poco mejor, pero ya basta de charla vamos, leí que abría talleres para hacer arreglos florales —se adelantó Donghyuck tomando él su mano primero.