Día 6.5: Quien con fuego juega, se quema

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–E-espera, eso duele... ¡Jumin idiota! N-no lo hagas tan brusco... Ngh– se quejó jadeante el albino, incluso sus dedos jalaban las sábanas con fuerza.

–Lo siento, Luciel y Yoosung no nos dieron el tiempo suficiente para prepárate apropiadamente. Sólo un poco más, ya no dolerá tanto cuando lo volvamos a hacer, ya verás.

–N-no, ya no puedo. Y-ya no aguanto más...

–Ya casi... Sólo un poco más.

–¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡Maldición! – finalmente gritó de dolor, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos y Jumin, sólo podía pensar en cumplir el reto.

–Listo. No es para tanto... Las mujeres siempre se depilan con cera las piernas, no entiendo por qué lloras tanto.

–M-maldito ¡¿Y por qué tuve que yo ser el depilado?! Me dejaste peladas las piernas– frotó sus piernas completamente blancas y libre de cualquier vello que pudiera tener.

–Ya terminamos ¿Dejarán de reírse o lo damos por terminado todo esto?Jumin dirigió su mirada hacia el par de chicos que golpeaban el asiento como si se estuviesen conteniendo algo que era obvio.

–PUAHAHAHAHAHAHAHAHA ¡¿Viste eso, Yoosung?! – ambos jóvenes reían a carcajadas por esa forma tan peculiar de Zen de demostrar el dolor y ni se imaginaban cuánto dolería eso. –Nada de dar por terminado, apenas cumplieron un reto de seis. Nos quedan cinco, yo daré los tres primeros retos, luego Yoosung lanzará los suyos.

–Te escucho. – dijo Jumin completamente tranquilo, como si no le preocupase qué otro reto podrían darle ese par de rufianes y pícaros.

–Grr... Bien, como ya le depilaste a Zen las piernas, ahora jugarán al juego de la carta.

–¿Cómo es eso? ¿Tengo que adivinar la carta que tiene Jumin?

–No, no. Observen... imaginen que esta es la carta– Seven tomó un papel cualquiera y se lo colocó en la boca, sorbiendo a su vez con el fin de mantener aquél papel en el aire y sólo así acercó su rostro hacia la boca de Yoosung, obviamente el rubio se puso nervioso y dudó si debía hacerlo o no. Así que, con pena ladeó su cabeza y apoyó sus labios en el otro lado de aquél papel para succionarlo, logrando quitársela de la boca al pelirrojo, aunque terminó luego en el suelo.

–Deben pasar al menos unas 10 de estas a una bandeja, cada que hagan caer una carta, empezarán de nuevo.

–Oye no es justo ¿Por qué 10?reclamó Zen.

–¿O prefieren que les dé otro reto como salir desnudos a la calle y gritar que les gustan los duraznos?

–Preferiría eso, sinceramente– Zen rodó sus ojos con molestia tras decir aquello.

–No me refiero a duraznos de fruta, tonto.

–¡Maldito enfermo!

–Muajajajaja. Ya, pónganse frente a frente– les indicó mientras rompía papeles, claro, serían más fáciles de perderlos en el trayecto, así que tendrían mucho que shippear con Yoosung, además de tenerlo todo filmado. Una vez que ambos se quedaron frente a frente, Yoosung acercó un pedazo del papel a los labios de Zen y sonrió levemente –No deben usar las manos. – y con aquella advertencia, dejó que ambos empezaran con su juego, para suerte de Zen era un experto con ese tipo de cosas, todo lo contrario, a Jumin que tardaba demasiado en succionar el papel que, para desgracia suya ya estaba lo suficientemente mojado como para sentir esos labios tratando de sujetar el papel.

Yo no creo en el amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora