Día 10: Flor de loto rojo

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A la mañana siguiente, las cosas fueron marchando tal y como lo esperó Yoosung, el doctor si bien no le había dado el "okay" para abandonar el hospital, logró escaparse de la vista de los mismos guardias de Jumin que cuidaban de que ninguno de los sospechosos huyera. Tenía un asunto importante que arreglar, si dejaba pasar más tiempo, las cosas podrían tornarse más difíciles, más complicadas para Saeyoung y para él, cosa que se negaba a aceptar y justamente en ese momento, cuando tuvo toda la noche para pensar en qué decir, sentía unas ganas inmensas de volver a verlo.

-Supe que finalmente renunciaste a los trabajos sucios, Luciel.

-Ya no tienes que llamarme así. Sólo dime Saeyoung y no, renuncié a mi trabajo completo, no quiero hacer daño, ni que me hagan más daño a mí y a mi hermano. Simplemente... quiero volver a encontrarme, no quiero estar en esa oscuridad de nuevo.

-Entiendo. Supongo que será el adiós, aunque sabes bien que no te dejarán tranquilo por un largo tiempo. Tú tienes información clasificada, pueden pensar que la puedes vender y hacerlos caer en lo bajo, lo sabes bien. Esto no es "renuncio y busco un trabajo" Estás arriesgando mucho.

-Vanderwood, sé lo que puedo perder y ganar en esta batalla, pero como dices, yo puedo usar algo en su contra si se meten conmigo, no les conviene. De todos modos, una vez que me mude, me cambie mi nombre al real, no sabrán más de mí, te lo aseguro, nadie más que mi hermano y los de la RFA.

-¿Y...? ¿Ese chico rubio está de acuerdo?

-Yoosung prácticamente terminó conmigo sin haber algo entre nosotros. Escogió lo mejor, supongo.

-Uhm ¿es así? - preguntó con curiosidad luego de acomodarse en frente de varios televisores donde mostraban las cámaras de seguridad, enarcando una ceja tras ver a cierta persona en la puerta, claro que el audio no se escuchaba pero parecía que gritaba a todo pulmón. -Entonces... ¿Nunca más lo verás?

-Sí, él me odia. Yo sé que me odia, fui muy cruel y lo lastimé. Él seguramente está pensando en cortar lazos conmigo, él... no debe amarme más.

-¿Estás... seguro de eso?

-Sí, lo estoy.

-¿Él te lo dijo? ¿Lo escuchaste de su boca?

-... No, pero lo presiento.

-Pfff... en serio eres como un niño. Todo este tiempo he limpiado todo tu desastre, nunca imaginé que una persona podría dar tantos dolores de cabeza, yo ordenaba y a los minutos nuevamente estaba todo un desastre, ropa regada en el piso, frituras en todo el suelo, migajas, incluso esa gaseosa o esa cosa que siempre bebes ya seca en el suelo ¿Tienes idea de lo mucho que cuesta eso? El dulce atrae las hormigas, me tomó mucho, mucho tiempo bloquear su entrada para evitar que nos invadan las hormigas.

-Ugh... Y-ya te dije que eso fue accidental y apenas intenté limpiar, me llamaron para un trabajo. ¡No es mi culpa!

-Aun así, realmente a ti te falta mucho, mucho por experimentar en esta vida. En fin, como ya no trabajaremos juntos, fue una verdadera desgracia trabajar contigo, me voy. - sus pasos comenzaron a alejarse, deteniéndose casi cerca de la puerta trasera del lugar. -Por cierto, no creas en el destino o lo que sea, yo sé que ustedes dos tienen muchas cosas que hablar, así que será mejor que le abras la puerta a ese rubio antes de que las alarmas suenen y... tú sabes lo que puede pasar. Adios. - y sin nada más por decir, aquella persona desapareció entre la oscuridad cual fantasma atravesando paredes.

-¿Yoo...sung? - tiró sus pertenencias que estaba ya empacando en una caja y se apresuró hacia la puerta, no dudando en abrirla de golpe -¡Yoosung! - su corazón latía a mil por hora, sentía que la sangre se le había subido a la cabeza debido a que sintió arder sus mejillas, pero pronto se desilusionó cuando no vio a nadie parado en frente, escuchó un quejido y lloriqueos detrás de la puerta, asomó su cabeza y pudo percatarse del pobre de Yoosung cubriendo su rostro -P... ¡Perdón! ¡¿Quién diablos se acerca demasiado a la puerta?! - trató de quitarle las manos del rostro ajeno, pero una fuerza mayor lo detuvo y simplemente no fue capaz de siquiera tocarlo. -Uwaaah. ¿Está sangrando? Lo siento, Yoosung. No pensé que eso podría suceder.

Yo no creo en el amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora