13 (VI)

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Todavía quedaba tarde, apenas pasaron dos horas y media desde que comenzó la tormenta y aún seguía cayendo gota tras gota. Más o menos todos se besaron con todos, algunos en la mejilla, otros en los labios y otros en la mano. Tras acabar ese juego comenzaron otro, reto o reto, básicamente era hacer solo retos.
-Deiv, elige entre: correr en ropa interior por los pasillos o salir y quedarte quieto en la tormenta por dos minutos - le propuso Brontosaurio.
Deiv sin dar respuesta verbal comenzó a quitarse la ropa. Al quedarse solo en calzoncillos y calcetines se paró en seco enfrente de la puerta para concienciarse de lo que iba a hacer y asimilar que va a con menos dignidad de la que ya tenía. Pasados quince segundos posó su mano sobre el pomo de la puerta y salió, comenzó a correr por el pasillo, le dio dos vueltas y volvió a la habitación donde se encontraban todos con un aire chulesco.
-Bitch, please. Era demasiado fácil. Pero Denisa, reina morica, tu vas a tener que...
-Yo no me desnudo - le interrumpió esta.
-Vale, vale. Vas a vestirte de tío y vas a ir al vestíbulo a intentar ligar con cualquier chica.
-¿Qué queda mejor? ¿"hola guapa, ¿te gusta el pan? " o "llamen al olimpo porque menuda diosa se les ha escapado"? - preguntó la retada en señal de aceptar el reto.
La vistieron con una prenda de cada chico. Todo le quedaba relativamente ancho, iba con una sudadera un poco remangada, una gorra y gafas de sol, también le pintaron un intento de pelusilla en el bigote.
-Estás precioso, Deniso - hizo la gracia Juanma.
-No homo, bro - le continuó esta.
A continuación bajaron al vestíbulo, se sentaron con total disimulo y empezaron a analizar la sala para ver a quien gastarle la broma. En un sillón se encontraba una chica leyendo un libro, por suerte Ari se lo había leído así que le hizo un breve resumen para que le sirviera para ligarsela.
Entonces tras practicar brevemente la voz de macho man, se levantó y con un andar típico cani se acercó y se sentó junto a la chica.
-Será mejor que me des tu número de teléfono si no quieres un spoiler, guapa.
Con una cara de extrañeza decidió seguirle el rollo en vez de preguntar. - ya me he leído este libro, pero podemos negociar lo del número - cambió la cara a una picaresca.
-Ah, ¿si? ¿Que habías pensado? - a continuación rodeó su hombro con el brazo.
-Pues yo te doy mi número y se lo pasas a ese amigo tuyo fuertote.
Deniso se bajó un poco las gafas de sol y la miró mal.
Entonces se quitó las gafas y la gorra y dejó de fingir la voz y le dijo:
-A mi Francisco José ni lo mires, guarra.
Cogió y volvió con los demás, se sentó junto a Fran y activo el modo koala y siguió mirando a la chica de la broma con mala cara, con intención de que esa la viera.
Tras contar al grupo como fue la broma, volvieron a la habitación.
-Irene - eligió Denn - llama al servicio de habitaciones y pregunta por Elvio Lado.
-Va. - se levantó y fue a por el teléfono de la habitación.
Marcó la tecla y llamó.
-Buenas tardes, servicio de habitaciones. ¿Desea algo?
-Sí hola, quería saber si mi amigo ha llegado ya, ¿puede mirar a ver si se ha registrado?
-Claro, dígame su nombre.
-Elvio.
-¿Y el apellido?
-Lado.
-Elvio Lado... Elvio Lado... Espera...  Cabroness... - todos empezaron a reírse a carcajadas y colgaron el teléfono.
-Vale, vale. Fran - dijo Irene tras pasarse la risa.
-¿Que? - le contestó este.
-¿Te acuerdas de la chica del vestíbulo?
-¡No! - saltó Denisa.
-Traqui, no va a hacer nada - le aclaró Irene.
-Sí, dime - afirmó Fran.
-Pues tienes que ir y darle mi número como si fuese tuyo.
Esta vez bajaron solamente Irene, Juanma y Aarón con él de testigos.
Entonces Fran se acercó timidamente, se paro en frente de ella y se aclaró la voz.
-Me han dicho que querías mi número y pues vine a dartelo yo en persona. - entonces le entregó el papel con el número falso.
-Ah sí, ¿pero no estabas con la chica de antes?
-No, es solo una amiga.
-Vale, pues ya te llamare o algo. - dijo guiñandole el ojo.
-Guay, pero date prisa que yo en dos días me voy. - sin acabar la frase ya se estaba girando para marcharse, al terminar se marchó veloz de ahí.

50 Sombras PapaierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora