Prólogo.

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Muchos al oír 'California' piensan en el montón de cosas buenas para ofrecer: Hollywood Walk Of Fame, Golden Gate Bridge en San Francisco, La ciudad de Los Angeles, Las playas de Santa Monica, La sierra de San Bernardino...

Y de cosas famosas como las Kardashians.

Pero cuando piensas en California, aparte de terremotos colosales, lugares increíbles, películas y personas famosas, también piensas en deportes extremos. Según un calculo que hice basado en mis pensamientos, al menos un tercio de la población californiana son deportistas, sobretodo en el ámbito extremo. Cientos de surfistas, skaters, Bmx riders, motociclistas, e incluso snowboarders hacen su vida aquí, a fin de cuentas, California es su lugar de los sueños ¿Y como no va a serlo? Si California tiene muchos de los mejores lugares para practicar deportes extremos como Malibu, Venice, Santa Monica, Huntington Beach y Encinitas, que es donde casualmente vivo. Y donde mi historia tiene lugar.

Pero, claro, "¿Qué tiene esta chica común de 21 años para ofrecernos?" Pensarán.

Bueno, tengo una historia peculiar que pasó justamente aquí conmigo, y se extendió por algunas partes del mundo. Se trata de la historia más alocada y especial de mi vida, de como tuve la oportunidad de estar con mi ídolo, y decirle que no era una fan.




NO soy una Fan (Not a Fan)Where stories live. Discover now