Han pasado un par de días desde mi desastrosa entrevista de trabajo con el equipo de Mack McClaren y no me sorprende que aún no han llamado. Y si de por si mis esperanzas eran escasas ahora se reducen a nada tomando en cuenta que pasó una semana desde ese día.
Mucho no ha cambiado desde entonces, después de tanto patalear y negarme a que Riley me ayudara, acepté trabajar con él y su jefe en The Shack, Bruck comenzó a salir con alguien nuevo que además es su nueva videografa (qué sorpresa) y más padres me tienen súper tensas preguntándome a cada rato si han llamado del equipo de McClaren. No quiero decir que están desesperados, pero digamos que tienen muchas más esperanzas que yo.
Estar con Riley y su jefe buena onda trabajando en Moonlight State Beach me ha hecho sentir menos fracasada. Al menos distraigo mi mente haciendo algo productivo y ganando dinero al respecto, así solo haya pasado una semana.
Es jueves por la mañana, y estoy acomodando las tumbonas en la playa como me corresponde en mis tareas laborales cuando Riley viene corriendo a toda velocidad hacia mi como si su vida dependiera de ello. Trae el teléfono en la mano y se acuesta en el piso jadeando como si su vida estuviera a punto de terminar.
— ¡Riley! ¡¿Qué rayos te sucede?! — Pregunto alarmada mientras me agacho para ver que le ocurre.
— Te... Te están llamando urgente — Me entrega el teléfono y yo lo tomo con las manos temblorosas.
Me aterra pensar en lo que puedan decir del otro lado del teléfono pero contesto con valentía.
— ¿Hola?
— ¿Maya Brown? — Una voz extraña pero al mismo tiempo conocida responde en la otra linea.
— ¿Si?
— ¿Qué tal? Te habla Reign, ¿Me recuerdas?
Esbozo una sonrisa — Claro que te recuerdo Reign, ¿Cómo estás? Disculpa la demora, estaba ocupada.
— Tranquila cariño, las disculpas te las debo yo a ti por no haberte dado noticias en una semana y por el incidente con Jack — Responde
— No hay de qué, y tranquilo. Supongo que su trabajo no debe ser fácil — Comento.
— Ni que lo digas — Se ríe — Maya, vamos al grano: ¿Qué tan lejos estás de casa?
Miro el teléfono confundida — ¿Lejos de casa?
— Lejos de casa — Afirma.
— Eh, no lo sé... ¿Unos 10 minutos? — Respondo confundida — ¿Por qué?
— Bueno, no es nada. Sólo te decimos que has sido elegida para el puesto pero debes ir corriendo a tu casa rápido porque nos iremos de Encinitas en un par de horas mínimas y nos iremos de viaje todos, incluida tú — Informa así como si nada.
Estoy en shock.
— ¿Maya sigues ahí? ¿Necesitas algo? — Pregunta al ver que no respondo.
— Si...
— ¿Qué necesitas? — Pregunta.
— Agua y que hables con mis padres — Respondo automáticamente.
Reign suelta una carcajada — Estarás bien cariño, envíame tu dirección e iré directo a hablar con tus padres pero espero verte en tu casa porque si no, te dejo. Nos vemos, suerte.
Y cuelga.... Y yo aún sigo con la boca abierta en shock.
— ¡¿Y bien?! — El tono desesperado de Riley me saca de mis pensamientos y vuelvo en sí.
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NO soy una Fan (Not a Fan)
Teen FictionMaya Brown a simple vista parece una chica normal de 21 años recién graduada, viviendo una vida normal en Encinitas, California junto a sus padres. Pero más allá de eso, Maya está experimentando una de las peores crisis existenciales de su vida lueg...