NO soy una Fan (Not a Fan)

Oslo, Noruega: X Games Norway

Y luego de un par de tazas de cocoa caliente, una charla reconfortante con Kel, y luego una videollamada de reunion familiar decidí quedarme. Y más ahora que Kel estaba de mi lado. Desde esa tarde no hemos parado de hablar, y vaya que se siente bien tener a alguien cerca para compartir aparte de Rusell y Reign.

Todos han estado menos tensos desde que Mack clasificó y posteriormente ganó la medalla de plata en los X Games en Aspen, lo cuál lo pone en la segunda posición en el Ranking Mundial... Pero la tensión no acaba, sino más bien, empieza. Hemos decidido no sólo establecernos dos semanas, sino también pasar de competir en el U.S Open para que Mack pueda practicar lo más que pueda. Con esa decisión de pasar una competencia importante, Mack tendría que quedar siempre en podio para poder estar en los primeros lugares de la tabla, y vaya que es algo que tiene con los pelos de punta a todos.

El escándalo ha tenido a Reign más tenso de lo normal, se ha fumado alrededor de 4 cigarrillos por día y tomado 5 tazas de café, me ha reubicado de nuevo en ser la asistente de Patrick y nos ha mantenido lo mas alejados posibles a Mack y a mi... Y a Jack a compartir cabaña con él para disciplinarlo.

Es el último día en Aspen, y mientras esperamos en el avión para salir a Noruega, Kel me hace reír a carcajadas para controlar mi ansiedad. Nunca había salido del país.

— ¡¿De verdad?! — Exclama riéndose.

— ¡Te lo juro! La ola me arrastró tan fuerte que mi top voló y le cayó a Riley en su tabla, el peor momento de mi vida — Explico y el suelta una risotada tan fuerte que varios en el avión voltean a ver.

Seguimos riéndo y hablando hasta que Mack pasa cerca y se detiene frente a nosotros.

— ¿Qué? — Le pregunto.

— Oh, nada sólo viendo como "La parejita" hacen ruido y molestan a todos acá — Se queja.

— Ay basta Mack, no te pongas pesado. Creí que no me querías cerca  — Intento calmarlo.

— De hecho, no te quiero cerca.

— ¿Entonces por qué peleas?

— Ya, basta los dos — Interrumpe Kel — Mack, Maya está cumpliendo su rol de asistente asistiéndome.

— ¿Asistiéndote en que?— Pregunta desafiante.

— Asistiéndome en conversar — Responde y yo trato de no reír — Vamos, estás haciendo berrinches por algo que ni te afecta.

Mack se queda pensativo por un momento.

— Tal vez debería sentarme acá con ustedes y ver de que tanto ríen — Sugiere.

— ¡NO! — Exclamamos ambos y el luce indignado.

— Cómo sea, sigan burlándose de sus estupideces — Y se va. Y no podemos evitar reir.

El resto del viaje, Kel y yo conversamos acerca del trabajo que hemos realizado las últimas semanas. Ha ido bien, he aportado mucho al equipo y eso me hace sentir bien. Patrick elogia mucho mis ideas y eso de alguna manera me hace sentir muy feliz. A medida que Kel y yo conversamos más cercana y cómoda me siento con él.

¿Y es que quién no? Es un chico no sólo lindo físicamente, también de personalidad. Y chicos así quedan pocos, sobretodo comparándolo con Mack, que cada vez más actua de manera grosera e irrespetuosa.

Como hoy, cuando nos dieron toda la mañana y parte de la tarde libre, y me he quedado en la cabaña a pasar el rato y ha interrumpido sólo para molestar.

— ¡KEL! — Escucho los gritos de una familiar y petulante voz mientras se abre la puerta principal — Oh, genial. Eres tú.

— Claro, a mi también me da gusto verte — Respondo sarcasticamente mientras escribo en mi celular — ¿Qué quieres?