Dragon heart (Game of Thrones)

Capítulo 7

El regreso de Laena a Volantis fue bastante productivo, consiguió mucho oro, barcos y a la antigua Legión perdida. En todo ese tiempo no dejó de pensar en Vhagar y Balerion, los extrañaba mucho, eran como una especie de hijos para ella.

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Laena y Morrigan se dirigían a Valyria en busca de los dragones, luego regresarían a Volantis.

—Quiero hacerte una pregunta—dijo la pelinegra acercándose a Laena, quien se encontraba en la punta del barco, observando el mar—¿Como fue que lograste conseguir a la legión perdida? Y más aún ¿¡como hiciste para que te juraran lealtad sin pagarles!?—

—Tú no eres la única con dones para persuadir—dijo mirándola de reojo—Además, la legión perdida, por si no lo recuerdas, juró su máxima lealtad a la casa Targaryen. Son la sangre del viejo Valyria—

—Aún así es asombroso que los consiguieras—dijo y se acercó un poco más a la Targaryen—¿Y ellos saben de...los dragones?—

—No. No lo saben. Lo sabrán cuando regresemos, al igual que todo Volantis—

—Piensas hacer una gran entrada ¿Cierto?—dijo a lo que Laena asintió—

—Todos sabrán quien es Laena Targaryen—

Llegaron a Valyria, todo estaba justo como la última vez. A lo lejos se escuchó un ruido, esto hizo que Laena y Morrigan miraran hacia el cielo, segundos después aparecieron dos figuras, las cuales se posaron en la orilla del barco, justo enfrente de Laena.

—Vhagar, Balerion—dijo respectivamente y comenzó a acercarse a ellos para tocarlos—

La última vez que habían visto a los dragones apenas tenían el tamaño de un perro mediano, ahora su tamaño era el doble.
Ambos dragones reconocieron a Laena inmediatamente.

El llegar a Volantis,  las personas no pudieron evitar ver a los dos dragones que volaban por los cielos, causándoles gran sorpresa y miedo.

—Yo soy Laena Targaryen, sangre de dragón y de la antigua Valyria—empezó a decir; todos escuchaban atentamente—Hoy la casa Targaryen volverá a ser lo que era antes. Conocida en la ciudades libres y en poniente como la más poderosa casa de todos los tiempos...—decía mientras sus dragones se posaban a su lado—

Al terminar su discurso la gente la ovacionaba. Muchos comerciantes le dieron tributo, cosa que no se esperaba la Targaryen. Al final del día Laena tenía una gran fuerza militar; de unos 3.000 hombres y mercenarios, y naval; con una flota de 50 barcos, además de grandes cantidades de oro.

Por todo Essos y Poniente se escuchaba la noticia de que la más pequeña de los Targaryen no había muerto como se creía, estaba viva y con más poder día a día.

•••

La Targaryen había llegado a la bahía de esclavos. Su primera parada sería de fosa de combate.

—Creo que no sería prudente que fuera sola a las fosas—dijo Asher; el líder de los mercenarios—

—No te preocupes por mi. Yo sé cuidarme sola—dijo Laena, empezando a caminar—

Asher y Morrigan la siguieron aunque ella no quisiera. Al llegar a la fosa Laena quiso participar en las peleas. Morrigan no estaba para nada de acuerdo.

—La van a matar—afirmó la pelinegra al ver cómo Laena se alejaba para prepararse—

—Nosotros estamos aquí para salvarla, si llegara a ser ese el caso—dijo Asher—¿Nunca hace caso verdad?—preguntó cruzándose de brazos—

—No—respondió—Al final de cuentas es una Targaryen—

Ambos veían cómo daba comienzo la pelea en la fosa. Solo había dos mujeres, Laena y una rubia. Las peleas transcurrieron como normalmente quedando solamente los finalistas; Laena y aquella rubia. Fue una pelea bastante reñida, hasta que acorraló a la rubia asegurando la victoria.

—Pensé que la matarías—decía Morrigan al ver a Laena aproximarse—

—Si, bueno, decidí no hacerlo—alzó los hombros—

—A los espectadores no les gustó mucho ese final—comentó Asher—

Los tres regresaron al embarcadero, Morrigan fue a preparar los barcos y Asher fue a buscar más provisiones. 

—¿Qué haces aquí?—preguntó Laena al ver a la rubia de la fosa en el embarcadero—

—Vine a buscarte. Quiero unirme—comentó provocando que Laena levantara una ceja—

Ambas hablaron por un par de minutos. El nombre de aquella rubia era Freya, una norvoshi que había peleado en las fosas desde pequeña. Laena pensó que sería útil, era una excelente guerrera, y su estilo de pelea era muy variado, así que le incluyó.

•••

Laena había llegado a su último destino y en el que pensaba permanecer permanentemente, había llegado a Qarth. Los trece, quienes gobernaban la cuidad la recibieron como toda una reina; estaban fascinados con sus dragones.

—¿Segura que quieres quedarte aquí?—pregunto Morrigan, quien se encontraba viendo por la ventana de la habitación de Laena—Es una linda cuidad, pero podríamos ir a Asshai—propuso—

—Si. Esta es una cuidad grande, además de ser de las más ricas—dijo Laena mientras se sentaba en la cama—Además será fácil conquistarla. Ya estamos adentro al final de cuentas—

Laena se encontraba en los jardines, junto a Morrigan, Freya e Asher. Los trece habían organizado una especie de fiesta, estaban celebrando la llegada de la Targaryen.

—Esto es demasiado aburrido, deberíamos irnos—comentó Freya—

—Estoy de acuerdo. Además no entiendo el objetivo de eso—dijo Morrigan—

—No podemos irnos. No aún—les dijo la Targaryen—

—¿Donde estas los dragones?—pregunto Asher—No los he visto desde que llegamos—

—Se llaman Vhagar y Balerion. Ya te lo he dicho muchas veces—comentó—Los mande a dar un paseo. No me gusta que estén encerrados—

—Lo dices como si pudieras hablar con ellos—dijo Freya mirando a Laena—

—Algo así. No tan literalmente pero si los entiendo y ellos a mi—

—Y eso no es todo lo que puede hacer, también es inmune al fuego—comentó Morrigan—Yo la he visto, ella no se quema—dijo en voz baja—

—Genial...—comentó Freya mirándola fascinada. Asher solo río—

•••

Tal como Laena dijo, fue muy fácil tomar la cuidad. El pueblo de Qarth no se opuso a su nueva gobernante, cosa que facilitó aún más las cosas. Todo estaba saliendo como lo había planeado.

—¿Ahora que es lo que sigue?—preguntó Asher colocándose a un lado de Laena—

—Gobernar—dijo Laena mirando toda la cuidad—Esto apenas comienza—