4

2.7K 306 40
                                    

Pete

Estaba asustado desde aquel día donde Trump me hizo realmente daño.

En la relación él siempre lo hacía, pero más bien era de forma algo "indirectamente" por así decirlo, me ofendía, me gritaba, me humillaba, etc. Eran tantas las formas en las que él podía lastimarme y que por supuesto no se limitaba a hacerlo. Pero jamás lo había hecho físicamente.

Hasta que el empezó a consumir ciertas sustancia, alcohol, drogas, de todo.
Yo siempre fui consciente de lo maldito que era, pero no fue hasta ese entonces que las agresiones físicas se volvieron presentes.

Primero eran pequeños jalones, que muy pronto empezaron a convertirse en arrebatos incontrolables; golpes, rasguños, mordidas, todo aquello que pudiera dejarme alguna marca en el cuerpo.
Al no ser suficiente eso empezó a obligar me a besarlo, empezó a tocarme de sobremanera.
Jamás lo habíamos hecho y en realidad jamás estuvo en mis planes querer hacerlo con él.

Nuestra relación era un vaivén de subidas y bajadas, estábamos bien y luego de la nada Trump se molestaba por cualquier cosa y dejaba de hablarme, de verme y desaparecía días, incluso semanas, me dejaba plantado todo el tiempo y aún así yo no entendía. Tenía la esperanza de que cambiaría, porque siempre que el regresaba prometía eso "cambiar"

Y es que parecería algo increíble, me había enamorado de Trump por su forma de ser conmigo, él era bueno sólo cuando tenía que fingir serlo, para conquistarme obviamente ante mi y ante cualquiera era él chico perfecto.
Cuando por fin estuvimos juntos fue ahí donde las cosas después de un tiempo empezaron a tornarse obscuras, lejanas a la aparente cara que él me había mostrado.

Muchas veces cuando terminábamos de besarnos decía que le daba asco besar a un chico, se supondría que eso tendría que ser una señal para mi, para dejarlo, para darme cuenta la clase de persona que en realidad era, sin en cambio nunca fue así, pese a eso de la nada de nuevo Trump empezaba a ser lindo y bueno conmigo como al principio y eso... Me hacía volver a confiar en él.

Y es que nadie, hasta ese momento sabía que era gay. Siempre intenté ocultarlo, negarlo, incluso llegue a tener novia.
Para ese entonces Tin y yo ya eramos amigos, pero ni a él se lo había dicho a pesar de los años que llevábamos siendo amigos.

Cuando era más que obvio que no podía negarlo, porque había un chico que me gustaba en la secundaria, todos empezaron a alejarse de mi, dejaron de hablarme, se burlaban de mi, y todo el tiempo me llamaban maricón me agredían como podían, y entonces conocí a Trump...

Llegó a mi rescate, empezó a defenderme, a estar para mi cuando lo necesitaba, a ser el primero y hasta ese momento el único que me aceptaba y entonces de la nada me pidió ser su novio, sin dudarlo acepté, no estaba consciente del peligro que corría al aceptar a aquel idiota.

Cuando entre a la universidad, sabía que tendría que ser distinto. Si bien no me conocían, me prometí que jamás nadie lo sabría..
Quería protegerme a mi mismo, pero de igual manera estaba negando lo que era.
Era idiota diciendo siempre que me aceptaba a mi mismo por lo que era, pero en realidad jamás lo he logrado, jamás e podido ser lo suficientemente capaz de decirle al mundo que soy así, porque quiero, porque es como soy, porque todos somos diferentes y que esas diferencias no nos hacían ajenos al dolor, al sufrimiento y mucho menos dejaba de ser una persona, esa diferencia me conforma como persona más no me define.

Y es que para mi nadie más que Trump entendía, pero realmente estaba equivocado. 

+++++++++++++++++++++++++

Había pasado una semana desde de mi encuentro con Trump, gracias a eso volví a sentirme mal, decaído, no quería hacer nada más que llorar y quedarme en mi cama.

Mi otra mitad ♡ Ae y Pete ♡ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora