Invisible

Capitulo 10. "Tú y yo somos pareja"

Capitulo 10. "Tú y yo somos pareja"

#Maratón 6/6

<<Es ahora o nunca, Danielle>> 

<<Prefiero nunca.>>

<<¡Agh! Pero tienes que hacerlo. Mamá ya hizo las compras... ¿Por qué esto es tan difícil?>> 

Me encontraba escondida detrás de una columna cerca del casillero de Tyler. Podía ver como metía y sacaba sus libros de su mochila al casillero y viceversa. 

<<Puedes hacerlo....sólo respira>>

Comencé a dar pequeños pasos hacia él mientras tomaba grandes respiraciones.

Tragué saliva y levanté mi mano; con mi dedo índice di unos pequeños golpecitos en su hombro. 

Él volteó sorprendido y cuando me vio, una sonrisa apareció en su rostro...poniéndome nerviosa y quitándome la habilidad para hablar. 

<<Estúpida y sensual sonrisa de Tyler>> 

-Aaaa....y-yooo... -tartamudeé lo poco que logró salir de mi boca. 

-¡Miren nada más! -gritó alguien a nuestra izquierda y después se escuchó un coro de risas- La ratona de biblioteca se pone nerviosa frente a Tyler -Era Matt. El capitán del equipo de basquetbol...y rey de los idiotas.- ¿No les parece adorable? 

Todos sus amigos comenzaron a hacer sonidos "tiernos" hacia mí, como si fuera un bebé. 

-¿Por qué mejor no vas a meter la nariz a tus libros? -<<Conozco a alguien que debería tener la nariz metida en los libros y no soy yo>>- ¡Lárgate de aquí, ratona! No tienes oportunidad con Tyler. -de nuevo el coro de risas, insultos, abucheos... Todo era mejor cuando era invisible.

Miré a Tyler, él no dijo nada, sólo me miró apenado. Rodeé los ojos y caminé sin dirección alguna. 

Al final terminé sentada en las gradas del gimnasio. Estaba completamente vacío. 

<<Tal vez era una señal. Quizás no debía de invitar a Tyler a cenar esta noche....pero el ver a mis padres tan emocionados...>> 

-Alguien máteme, por favor. -dije en voz alta. 

-Eres un poco joven para morir. 

-¿Que quieres, Tyler? -había enojo y desesperación en mi voz, no pude evitarlo. Todo me frustraba, todo se volvía más complicado...y todo comenzó cuando él llegó. 

-Eso debería de preguntarte yo a ti. -en sus manos tenía el balón de baloncesto; dejó su mochila en el suelo y comenzó a botar la pelota en el medio de la cancha- ¿Que era lo que querías decirme antes? -<<avienta el balón y encesta... Punto para Tyler>> 

¿Debería decirle? Decidí que la repuesta era sí, debía de hacerlo. Tomé una gran respiración y bajé los escalones hasta llegar a la cancha.

-Mis padres quieren invitarte a cenar esta noche -dije simplemente. 

-Oh -contestó mientras seguía jugando con el balón- ¿y tú quieres que asista? -eso me tomó desprevenida 

-Aa...yo... -no sabía que decir 

-Sólo dilo. 

-No. -No sabía que era lo que pasaba conmigo; era como sí alguien hubiera inyectado una jeringa con una gran dosis de confianza en mi trasero. 

-¿Por qué no? -Me arrojó el balón en pico, lo atrapé perfectamente y comencé a botarlo. Él no estaba molesto ni triste, estaba...neutro, quizás hasta divertido. 

-La única razón por la que te invitan es porque creen que eres mi novio. Esa es una total mentira y si aceptas ir a la cena, esa mentira crecerá y crecerá y cuando se descubra la verdad, la única afectada seré yo -arrojé al balón con dirección a la canasta y ¡bum! Encesté. 

-Hagamos algo -dijo mientras recuperaba la pelota- Juguemos un partido de basquetbol, 10 puntos, dos puntos cada encestada. Si tú ganas, yo mismo diré a tus padres que no puedo ir a la cena. 

-¿Y les dirás que no eres mi novio? 

-Por supuesto. -sonrió 

-¿Y si tu ganas? -pregunté con los brazos cruzados. Tyler me miró con picardía, dándome un poco de miedo. 

-Iré a la cena y no desmentiré que tú y yo somos pareja. -<<¿Qué demonios?>> Parecía que no le molestaba que pensaran eso de nosotros- ¿Es un trato? -extendió su mano 

Era buena jugando basquetbol. De pequeña jugaba mucho. Incluso estuve en un equipo, con Bridget, pero cuando ella se fue, lo dejé por completo. Estaba fuera de práctica, sí, pero tenía suficiente confianza en mi misma como para creer que podía derrotarlo.

-Hecho. -estreché su mano para cerrar y formalizar el trato. 

Me miró con una sonrisa de lado, me guiñó un ojo y lo siguiente fue que el balón estaba en el aire. 

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