Incompletos

CATARSIS

Mi cabeza daba vueltas.
Estaba en el suelo y Eve se encontraba frente a mi, sus ojos estaban surcados de lagrimas. Silenciosamente me ayudó a levantarme.

—puta madre cuídate Nadine, por dios!—susurró entre lagrimas, salío corriendo por los pasillos. Me quedé completamente en blanco. Me sentia estupida por no entender lo que sucedia.

Me dirigí a mi habitación y caí sobre los covertores blancos. No pensaba ni hacía nada por primera vez desde hace tres años.

•°○•°

Desperté y el cielo estaba oscuro... sin darme cuenta me habia quedado dormida.

Habia una carta de Evangeline en la mesilla.

"Nadine, tuve que marcharme con los demás chicos. Planeamos esta huída desde hace como tres años. No te trajimos porque tú igual ibas a irte con tus padres pronto. Todos estamos bien."
PD: Hola Nadd soy Lily

Al terminar de leer la carta mi corazón se encogió. Esa era la carta mas extraña y terriblemente escrita que había leído. Una sonrisa clandestina y brillante inundó mi rostro, pero segundos después de aquella pequeña chispa de alivio y felicidad. El vacío atacó mi estómago.
—Bipolar —me dije a mi misma en un suspiro.
•°○•°
El cielo oscurecía lentamente pasando del melocotón al violeta oscuro mientras yo sostenía mi pluma sobre un papel en blanco. Estaba completamente bloqueada, me sentía tan estupida.
Con mi padre perfeccionamos mi lenguaje, estudiamos cada regla, cada oración, cada estructura, pero no era capaz de expresar absolutamente nada.
•°○•°
Todos los días pasaba horas sentada frente a mi escritorio con un papel en blanco sobre el.
•°○•
Empezaron a llegar cartas cortas e irrelevantes en las cuales Eve y yo hablábamos de cualquier pensamiento que rondara nuestras mentes.
A medida que pasaban las semanas mas conocía a la morena al otro lado de la tinta
102 cartas.
103 cartas.
156 cartas...
Poco a poco pase de ser una extraña a ser la confidente de la chica de las cartas.