El principe NO ideal. [1# Arco Del Libro]

[PNI] Capítulo 23: Unidos.

Unidos.

Me senti realmente nerviosa de repente, fue inesperado ver tal escena delante mis ojos considerando la poca o nula interacción entre ellos, claro, que no fuese mas alla de amenazas que me ponian el vello de punta. Intenté estar tranquila al adentrarme a mi propia habitación.

》¿Alguno tenía la contraseña?《

Quisé preguntar pero no lo hicé.

—¿De qué?

Pregunté hacia Nalem, sentandome para estar mas cómoda. Fue peor que tener 70 ojos encima sobre mi cuerpo, sus miradas fueron flechas incrustandose en mi pecho.

—Seriché.

Dijó Sye llamando mi atención, se notó incómodo pero fue firme. Mi ánimo decayo un poco al saber que en efecto hablaríamos sobre ella. Decidí callarme y escuchar sus palabras, pero lo que menos quería realmentr era confirmar sospechas obvias. Desde el comienzo tuvé este mal presentimiento de que algo iba mal.

—Le has hablado.

Yo siempre supé que Luka tenia ojos por todos lados, los alumnos no estaban dispuestos a perder su oportunidad de decirle cualquier cosa que él quiera oír, no sé en que momento me convertí en su enfoque principal. Por otro lado, no negué su afirmación.

—Lo hicé.

Dijé. Mis intenciones no fueron desafiarlo, intenté sonar lo mas relajada posible. Pero sabía que a veces puedo ser malinterpretada sin quererlo.

—Te dijé que tuvieras cuidado.

Pareció irritado por mis palabras que lancé sin desear llamar a su enojo. Me encontré más conflictiva que en un inicio.

—Y lo tuvé, pero ella... me habló sobre muchas cosas, tantas que sigo pensando en todo.

Seriché fue directa desde un principio, hablandome con libertad de lo que no se mencionaba... obviamente no podía pensar que todo lo que decia era de hecho una verdad absoluta, pero fue mas de lo que ellos mismos me habían dicho. De pronto temblé al notar su cercanía que se estableció de forma sigilosa.

—¿Qué cosas?

Preguntó Nalem. Pudé notar ese brillante amarillo predominar por sobre el ámbar hipnotizante. Bajé la voz por verlo tan defensivo.

—Ni siquiera estoy segura de lo que me dijó.

Susurré. Los tenia a escasos pasos, parecían coordinados al actuar de cierta forma. Una profunda tristeza logró colarse en mi cuerpo. Era un hecho que lo único capaz de unirlo al parecer era una desconfianza instintiva hacia mí. Reconozco que ya no soy una niña que necesita una protección, salí de mi lugar aislado hace ya un tiempo pero sigo de cierta forma en ella al parecer.

—¿Puedes intentar explicarlo?

A pesar de la amabilidad de Sye, yo supé que era igual de desconfiado que los demás. No me sentí cómoda en ningún momento.

—Lamento no ayudarlos.

Se me ocurrió decir. Si ella estaba en peligro, lo menos que pudé hacer era defender cada palabra que confió en mis manos. De igual forma mis palabras no ayudaron en nada, sólo fueron incentivos para ellos.

—Tienes que decírmelo.

Me ordenó con una voz neutra Nalem. Elevé mi rostro. Colixt me dió la fuerza para evitar caer en la obediencia una vez más. Sonreí levemente.

—Es en serio.

Me esforcé para que mi voz no temblará. Deseaba estar sola y pensar un poco.

—Nosotros también lo decimos en serio, bonita, muy en serio.