Una Gran Genio (Terminada)

Un mal despertar

Nar. Tony

Llevaba dos días inconsciente. Dos. Y había estado a su lado en todo momento.
Un par de días atrás llegué con ella en mis brazos, y todos colaboramos como una máquina bien engrasada en intentar ayudarla. Tras hacerle un chequeo y sanar sus heridas, la dejamos en su habitación para que descansara.
Los chicos se iban turnando, tres veces al día, en darle unas medicinas y una crema para las marcas que le había dejado el látigo.
Yo no me moví de esa habitación. Coloqué una silla al lado de su cama y, las pocas veces que dormía, lo hacía sentado en la misma. A veces, debido a los nervios y las ganas de hacer algo, me paseaba por la habitación, miraba sus apuntes del instituto, sus dibujos y bocetos en las esquinas de estos, los libros que le gustaba leer... pero siempre acababa sentándome en la silla, a la espera de que despertara. No comía apenas, y si lo hacía era en la habitación.

Ya eran cuatro días de no dormir, de no comer, de tener la cabeza en todas partes y en ninguna a la vez.
De repente, Pepper interrumpió mis pensamientos, entrando despacio en la habitación.
- Ha venido alguien a ver a Keith. Por favor, no te pases mucho, ¿vale?-
Abrió un poco más la puerta y para mi sorpresa, el Yogurín estaba esperando a entrar. Pepper le dijo algo y él pasó dentro de la habitación.
- Buenas tardes, señor Stark.-
Dijo con vergüenza. Miró a Keith, que estaba postrada en la cama, y luego a mí, lo que me dió a entender que se preguntaba si podía acercarse.
- Buenas tardes, Parker.-
Me levanté lentamente de la silla y me dirigí a la puerta, con desgana. Antes de irme, me giré y le dije:
- Supongo que querrás algo de intimidad, pero te recuerdo que aquí hay cámaras de seguridad.-
Le miré desafiante y él pareció entender el mensaje. Asintió algo asustado y yo salí de la habitación, cerrando la puerta tras de mí.
Solo llevaba dos segundos fuera y ya me estaba agobiando por si ella despertaba.

Nar. Peter

Cuando mi jefe se hubo ido, me senté al lado de Keith, en la silla que había a su lado.
Yendo a su habitación, Pepper me había contado que Tony no se había separado de ella en esos cuatro días que llevaba incosciente. También me contó que se había enfrentado a Whiplash, pero era lo único que sabían ya que no había dicho nada más desde entonces.

Me quedé mirándola y en lo único que podía pensar era en que no se fuera. Es mi mejor amiga y no se merece esto. Tiene toda una una vida por delante y con un cerebro como el suyo podría llegar muy lejos.
Sin poder evitarlo, una lágrima corrió por mi mejilla, pero no me importaba, ya no importaba nada.

No me dí cuenta cuando Tony volvió a entrar y se quedó de pie a mi lado, mirándola, sin decir nada. El tiempo se pasa volando cuando no paras de darle al coco, y ya llevaba más de media hora allí sentado.
- Cuando llegué, ya casi no podía sostenerse.-
Le miré y vi que su cara no reflejaba tristeza, reflejaba ira, rabia.
- Si hubiera llegado antes no estaría así.-
- No es culpa tuya, hiciste lo que pudiste.-
- Pero pude haber hecho más...-
Se sentó a los pies de su cama y miró a un punto fijo de la pared sin decir nada.
Nos quedamos en silencio durante otros quince minutos más, y entonces mi móvil empezó a bibrar. Miré la pantalla y vi que era la tía May.
- Lo siento, me llaman. Ahora vuelvo.-
Le dije a Tony. Él no dijo nada, pero aún así salí de la habitación y me quedé en la puerta para hablar mejor con mi tía.

Llamada entrante: TÍA MAY💕

May: Hola cariño, ¿qué tal está Keith?-
Peter: bueno, sigue incosciente pero las heridas se le están curando bien.-
May: vaya... pues dale mucho apoyo a todos y sobre todo a Tony, ¿vale?-
Peter: claro, lo haré. Bueno, te dejo, estaré allí a las siete o así.-
May: ¿quieres que vaya a buscarte?-
Peter: lo que quieras, bueno te dejo, adiós.-
May: hasta luego, ¡¡besitooooss!! Y recuerda que hoy toca cenar en el restaurante 'guiri' que tanto nos gusta.-
Peter: sí, lo sé, adiós.-
May: adiós, ¡¡¡te 'guiriero'💓!!!-
Peter: tía May, cuelga ya.-
May: sí, ya voy, chao.-