Nar. KeithEra todo un personaje. Yo había vivido con bastantes superhéroes, pero no había visto uno que vistiera así.
Tenía ropa como si acabara de venir de hacer yoga, pero más formal y de color azul oscuro y negro. Por encima llevaba una capa roja con un cuello muy largo puesto hacia arriba. Esta parecía moverse, pero no había viento porque estábamos en un sitio cerrado. El pelo lo tenía engominado hacía atrás y tenía un corte moderno en la barba.
Tenía en una mano una especie de anillo doble y como por arte de magia los látigos le sobresalían de dentro de las mangas de la ropa.
- ¿Sabes que está mal pegar a los niños, verdad?-
- ¿Y tú quién se supone que eres?-
- Soy el doctor Stephen Strange, para los amigos Stephen o Strange, para mis enemigos o inferiores Doctor Strange. Así que tú me puedes llamar Doctor Strange.-
- De momento no somos enemigos, pero si me intentas detener lo seremos.-
- Yo no me refería a que fueras mi enemigo, era lo otro, pero si te hace ilusión...-
- ¡¡Yo no soy el inferior de nadie!!-
- Puede que no lo seas en una fiesta de disfraces, pero lo que tú digas...-
- ¡¡CÓMO OSAS DECIRME ESO!! ¡¡TE VAS A ENTERAR!!-
Ambos doctores se pusieron a luchar.
Esa conversación me pareció divertida y la batalla entre Doom y el tío Raro parecía súper épica. Pero no podía distraerme ya que los secuaces de Muerte se acercaban peligrosamente a mí y cada vez venían más refuerzos.
- ¡¡EH!!
En un momento de confusión ambos doctores me miraron y dijeron "qué" a la vez.
- Me estoy dirigiendo al tío Raro, no a tí.-
- ¿Tío Raro?-
Dijo Strange.
- Sé que estás un poco ocupado, ¿pero me echas un cable con estos de aquí?-
Doom aprovechó y se abalanzó contra él. Mientras luchaban y yo huía de los compinches, entablábamos una conversación muy profesional.
- ¿Y por qué narices tengo que hacerle caso a una niña de 9 años? ¡¡Tengo otras cosas que atender!!-
- Primero, tengo 14, no 9. Y segundo, tengo un plan, así que mueve el culo aquí y ayúdame, ¡¡que para eso te he llamado!!-
- ¡Vale...!-
Dió un gran suspiro y se apartó lo máximo posible de su agresor. Empezó a hacer unos gestos raros con las manos mientras flotaba en el aire y un collar con forma de ojo que tenía en el pecho se abrió. Dentro había una brillante piedrecita verde que parecía ser poderosa. El mago hizo un gesto con las manos hacia Doom y este se quedó petrificado, como si se hubiese parado el tiempo solo para él.
Luego cerró el collar y dejó de flotar, callendo al suelo. Entonces se puso otra vez a hacer cosas extrañas (¿lo pillas? Extrañas, Strange. Bueno, déjalo...) con las manos y a murmurar cosas que no lograba entender y por último dió un espasmo con los brazos, dejándolos abiertos a los lados.
No sé qué leches hizo, pero funcionó. Los secuaces de Doom se quedaron amontonándose en la puerta, como si hubiera un gran muro transparente que los separaba de nosotros. Solo estaban dentro del círculo en el que estábamos nosotros dos de los malos.
- ¿Cómo has hecho eso?-
- Un mago nunca revela sus secretos. Ahora tú te encargas de esos dos, yo seguiré bailando con ese payaso.-
Dijo señalando a Doom.
- ¿Por qué no le dejas así?-
- ¿Quieres que me vaya y te deje sola con ese tío siniestro y esos dos camareros furiosos? Lo que tú quieras, a mí me da igual...-
- ¡¡No!!-
Él me miró levantando una ceja.
- Quiero decir... que no quiero seguir pasando por las dificultades sola...-
- ¿Eso has aprendido de esto? Qué sosería. Bueno, lo que tú quieras, yo no estaba haciendo nada importante...-
Me lo quedé mirando un rato y luego le pregunté:
- ¿Qué hacías?-
- Beber el té en la Selva Amazónica.-
- Ja, ja, muy gracioso. Bueno, vayamos al lío.-
Strange despausó a Doom y siguió peleando con él y yo me dirigí a por los dos camareros furiosos.Primero fuí a por uno con la misma técnica que utilicé con Doom. Me quedé parada de espaldas con una silla en las manos, y cuando oí que le tenía detrás me giré de golpe y le arreé con la silla en la cara. Este se cayó al suelo, incosciente, y el otro me agarró por detrás y me inmovilizó los brazos. Yo me puse a sacudirme y logré sacar un brazo. Cogí de la mesa un bote de tabasco y lo abrí. Apunté a los ojos de mi atacante y disparé. Este me soltó rápidamente, se puso a gritar y a restregarse los ojos. Yo aproveché y le di en la cabeza con el bote y cayó al suelo, pero como no estaba incosciente le volví a arrear y esta vez se puso a 'dormir'.
Strange y Muerte seguían con su batalla y parecía que Doom le iba ganado por poco. Yo aproveché y fuí directa al aparato que utilizó Muerte para abrir el portal.
Me puse a dar a los botones y palanquitas. En la pantalla los números venían y se iban a la velocidad con que daba a los botones. Al final la máquina del techo empezó a funcionar y yo le grité a Strange:
- ¡¡CUIDADO CON EL PORTAL!!-
Él me miró y comprendió cuál era mi plan. Por desgracia Doom también y gritó:
- ¡¡NOOOOOO!! NO VAIS A FASTIDIAR MIS PLANES, MALDITA MOCOSA Y MAGO.-
Este se puso a dar más caña a Strange, obligándole a retroceder hacia el portal.
Se acercaba a él peligrosamente y yo decidí hacer algo ya que Strange es probablemente el único superhéroe que queda para ayudarme. Fui corriendo y cogí mi pulsera plateada que usé para descender desde mi ventana, ya que me la llevé por si la necesitaba. La activé apuntando hacia la cabeza de Muerte y le di de lleno.
- ¡¡EH!! ¡¿Por qué no me tiras a mí al portal?! ¡¡Yo he sido la que te ha causado tantos problemas, ven a por mí!!-
Él se giró y con una especie de tentáculo morado me cogió del cuello.
Me levantó del suelo y empezó a apretar, luego hizo lo mismo con Steven y nos dejó inmovilizados a los dos.
- ¿Y por qué no os tiro a los dos a la vez al portal? Dos pájaros de un tiro.-
Me acercó al portal y me puso al lado de mi "salvador".
- Lo siento, lo intenté...-
Dije con un hilo de voz.
- Bueno, no está todo perdido...-
Dijo él con un hilo de voz.
Luego, hizo en una mano mágicamente un gran cuchillo de chispas rojas y naranjas. Cortó los tentáculos y le dio una patada en el pecho a Muerte. Este se fué para atrás dando tras pies y la capa de Steven se desprendió volando de él. Fué rápidamente hacia Doom y se enroyó en su cabeza. Strange me cogió de los hombros y me separó del portal, hacia un lado de la sala. La capa llevó a Doom hacia el portal, mientras este se revolvía. Al final, se deshizo de él dándole un empujón. Lo último que ví antes de que desapareciera en no sé dónde, fué el miedo y la ira brillando en sus ojos por entre los agujeros de su máscara. Cuando se metió en el portal fui corriendo hacia el mando y manipulé los controles para poner la nueva dirección, en la que se habían metido los superhéroes.
El rayo cambió de color y esperé un rato antes de poder desactivarlo.
Strange se situó a mi lado y observó cómo crepitaba el portal.
- Lo has hecho bien para ser una niña.-
- Ya no soy tan pequeña y ahora tampoco soy tan ingenua.-
- Entiendo...-
Desactivé el rayo y al apagarse se formó un escándalo.
Un montón de superhéroes, más de los que había antes, estaban en el suelo, como si se hubieran caído de un terraplén. Algunos estaban encima de otros y había uno especialmente que no paraba de decir palabrotas. Tenía puesto un traje que le cubría de la cabeza a los pies, de color rojo y negro. Tenía dos katanas en la espalda y dos pistolas en la cadera. También había algunos que no conocía de nada. Había uno que tenía puesto una especie de disfraz de murciélago y tenía un cinturón con cosas raras con forma de murciélago. Había otro que parecía que tenía los gayumbos por encima de unas mayas azules. Tenía una capa roja y el pelo negro engominado.
La escena me hacía gracia. Entonces vi a Peter entre el gentío. Salió de debajo de Sam (falcon) y el hombre murciélago y miraba a todos lados confundido. Paseó su mirada por toda la sala y se paró encima de mí. Me miró sorprendido y luego sonrió.
Yo le sonreí y fuí corriendo hacia él. Luego le abracé muy fuerte mientras reía y lloraba un poco. Él correspondió a mi abrazo y después de un rato nos separamos.
- ¡¡Estáis vivos!!-
- ¡¡Estás viva!!-
Nos volvimos a abrazar, pero esta vez duró poco, ya que oí una voz detrás de mí llamándome. Me giré y vi a mi padre con una gran sonrisa y con los ojos cristalizados.
- ¡¡KEITH!!-
Yo corrí hacia él y le abracé también.
Podéis pensar que esto es algo empalagoso, pero son así los reencuentros, supongo...Después de abrazar a casi todos, me giré a ver si seguía allí Strange, pero no había ni rastro de él.
Luego nos volvimos cada uno a casa. Ya estaba anocheciendo, pero la tarde se me pasó volando (obviamente). Hasta que terminó ese día seguí pensando en dónde estaría Stephen Strange, mi salvador. Al día siguiente le preguntaría a mi padre si le conocía y dónde podría encontrarlo.
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Una Gran Genio (Terminada)
FanficHoliiisss, aquí vengo con otra historia🖖🏼 Una nueva amenaza pone en peligro el mundo y la vida de todos los superhéroes que allí residen. Solo una persona puede salvarlos a todos... o condenarlos; y ella es Keith. Ella cree que es una chica cualqu...