Sesshomaru nuevamente se dirigía hacia las tierras del Norte, resultaba ser que fue llamado personalmente por el rey de esas tierras.
Zero se encontraba pintando en aquella habitación, usualmente miraba atrás, como si él iba aparecer en cualquier momento, se estaba engañando a sí mismo, cuando era muy joven y estaba en su época, no le gustaba que nadie lo viera pintar, ya que cometía errores y podrían juzgarlo por eso, por lo contrario, Sesshomaru solo observaba, sin decir ninguna palabra, hasta que finalizaba. Después de aquella noche, cuando Sesshomaru lo había besado de esa manera, no quiso acercársele más.
Por alguna razón, Zero tenía una presión en el pecho, se sentía desechado, al parecer, que Sesshomaru se enamore de él y se le confesara, sería más difícil que derrumbar un edifico con un simple martillo, por no decir que imposible. Bajó su pincel, se lavó las manos en un receptáculo, quitando la pintura de sus manos.
Casi caía de la impresión al ver alguien más adentro de aquella habitación, no era Rin, ella siempre se hacía notar en cualquier lugar, y ella estaba en la cocina ayudando, tampoco era Sesshomaru ni nadie íntimo que conociera, el cabello rojo del presente y esos ojos como dos pozos de agua decían muchas cosas para nada amigable, la armadura pulcra lo hacía ver fuerte y con mucho coraje, era uno de los soldados de alto mando de Sesshomaru, nunca antes se había atrevido a conocerlo en persona, pero parecía que lo iba a hacer en ese momento.
—Vaya, qué sorpresa, pero si se trata de la ovejita del amo.
Zero se había quedado completamente quieto, se trataba de Ryuta, había mucha sospecha de él por parte de las sirvientas, especulaban de su identidad sexual, muchas juraban haberlo visto alguna vez cortejando a uno de sus discípulos, uno al cual mataron por sospecha de habérsele insinuado a un lord.
—Usualmente me la paso ignorándolos a ustedes dos, pero al parecer hoy es una excepción. —Se le había acercado hasta quedar de frente, las cejas carmín estaban fruncidas, había enojo en ellas—. Qué pena, ¡tengo tantas ganas de desgarrar esa cara bonita que tienes!
Si Zero dijera que en ese momento no tuvo miedo, mentiría, porque ese yokai a diferencia de Sesshomaru, podría matarlo sin dudar, hasta sus palabras eran muy decididas.
—Tenía pensado en desfigurar a esa mocosa insolente, se notaba al principio que era la consentida del amo, y créeme, no me dará ni lastima matar a una mujer, y menos si es humana. —El solado comenzó a reír, como si le pareciera divertido las expresiones de Zero—. Eres como un ángel asustado. Qué lástima, eres un chico bastante lindo, pero el amo se lo merece.
El joven humano estaba tan quieto, ese hombre parecía hablar enserio, aunque algo en su mirada le impedía cumplir su objetivo, por un momento, esa mirada enojada se acompasaba, parecía más calmado, más razonable.
—Tienes la misma mirada que tenía Kenichi antes de ser ejecutado. —Por un momento, Ryuta había echado al caño su idea de matar a Zero, por un momento, él pudo comprender—. Hagamos un trato.
Zero había tragado grueso, antes de asentir, no estaba confiado, ese hombre tenía una sed de venganza que se notaba a simple vista.
—Haz que el amo quite esa maldita regla, ese rey del Norte no tiene ningún derecho a mandar los demás reinos, por culpa de su desdicha personal, esa regla acabó con Kenichi.
Por lo que escuchaba Zero, al parecer, lo que susurraban las sirvientas del palacio estaba en lo correcto, ese hombre había estado ciegamente enamorado, tanto así que podía ser capaz de acabar con las cosas importantes de su amo, sin importar las consecuencias que eso conllevaba.
—Si lo logras, por lo menos podré descansar en paz. Pero...—Sacó a relucir aquella espada, la punta afilada casi presionaba su cuello—. Cortaré cada centímetro de tu cuerpo, te profanaré tanto que me pedirías a gritos que acabe con tu miserable vida. ¿Te quedó claro?
(...)
Después de tener una desesperante reunión con el lord del Norte, Sesshomaru pudo respirar tranquilo, aunque no tenía que apresurarse tanto, esta vez Hayate hablaba sin parar con él, con respecto a leyendas pasadas y esas cosas irrelevantes, sin embargo, un tema le llamó la atención.
—Hice un par de investigaciones, tengo la solución para que el joven maestro Zero pueda hablar de nuevo y que esa maldición se estanque...o por lo contrario, que acabe con su sufrimiento. —Hayate sonrió al poder lograr que Sesshomaru prestara atención.
—Deja de rodeos y habla de una vez por todas. —No importaba donde estuviera, el nombre de Zero, no importa si era una simple mención, no podía evitar que eso captara toda su atención.
—Hmm, debes desgarrar una parte de su cuerpo, ¿qué usa más, sus piernas o sus brazos?, ¿sabes qué?, con una mano basta.
Sesshomaru apretó su mandíbula de la rabia, Hayate debía de estar bromeando, los humanos eran seres frágiles, si Zero era despojado de una parte de su cuerpo, no solo sufriría, también moriría.
—Deja de bromear.
Pero la mirada seria de Hayate le decía otra cosa.
—Yo no bromearía si se tratara del joven maestro Zero. Para poder recuperar su voz totalmente tiene que ser desprendido de una parte importante de su cuerpo.
Sesshomaru no se podía creer eso, pero se notaba que Hayate era absolutamente sincero con él, le había puesto un título tan importante a Zero que al lord lo enojaba.
Sesshomaru sentía que estaba entrando en pánico, ya que pareciera que estuviera enfermo, ya que por una extraña razón, después de aquella noche donde había toqueteado al humano, disfrutaba más de su presencia, le parecía atractivo, no en apariencia ya que él ni se había fijado tanto en eso cuando estaba con él, aquella forma de hablarle aquella noche fue muy provocadora, estaba consciente de que lo hizo enojar, pero lo atrevido de esas palabras y ese manojo de nervios, sin olvidar su forma de manifestarse y expresarse con solo gestos, lo volvía cada vez más contemplable, los ojos de Zero lo cautivaban, aunque para ser sincero, siempre fue así desde el principio, aunque no quería aceptar que estaba sintiendo algo carnal por un hombre.
—¿No hay otra solución?
—Bueno, sí, hay una. Pero creo que esta te agradará menos.
—Dime, yo no ando con rodeos como tú.
Hayate puso una sonrisa de lado antes de contestar, Sesshomaru parecía muy decidido a todo menos a lastimar a un humano como Zero.
—He leído mucho de ese tema y he visualizado a través de los espejismos que tengo en mi humilde estancia, tal vez si vinieras conmigo yo te mostraría todo lo que he averiguado, es una técnica retorcida que Shikon puso como condición.
—¿Y cómo sabes que lo puso como condición?
—Hablé con su espíritu, tan solo dio dos opciones, o tomas una, o tomas la otra, es tu decisión, Sesshomaru.
—No entiendo la gracia, ¿qué tengo que ver con el problema de ese humano?
La sonrisa de Hayate fue borrada de su rostro, lo veía de una manera que se creería acusatoria.
—No quiero sonar atrevido, pero fue por usted de que el joven maestro Zero esté de esa manera, por todo el odio que sintió por él.
Por primera vez, Sesshomaru había cambiado su semblante serio a sorpresa, también se encontraba abrumado, no se podía creer eso.
El causante del sufrimiento de Zero...
Era él.
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クロックに戻って Kurokku Ni Modotte (Yaoi) [EDITADO]
FanfictionZero Kiryuu es un joven que desprecia su vida cotidiana y no le gusta mantener una relación amigable con su padre por obligarlo a asistir a escuelas militares y a aprender defensa personal, deseando no estar más con su familia, sin querer, sus supli...