クロックに戻って Kurokku Ni Modotte (Yaoi) [EDITADO]

Capítulo 25.

—Vaya, no has cambiado mucho. —Sus ojos admiraban a una figura aparentemente masculina, tenía una vestimenta bastante descuidada, su piel tan nívea y su cabello tan espeso que parecería una cascada de alquitrán. Sus ojos serían dorados si no fuera por la opacidad y la carencia de vida en ellos—. Te has descuidado mucho por lo que puedo ver.

—Ya van dos veces que te atreves a interrumpir mi pequeña siesta, Hayate.

—Y yo ya te he dicho. Si no me dices verdaderamente cuál fue tu intención de traer al joven maestro Zero a esta época, no dejaré de interrumpir tus sueños de belleza.

El rostro de la presente, no tenía la más leve pisca de emoción.

—No estoy de humor para tus jueguecillos. Además, ¿cómo has sabido que Zero proviene de otra época?

Hayate había sonreído mostrando los colmillos, una sonrisa bastante sospechosa se podría decir. Tranquilamente se había sentado en una silla de pino, mirando fijamente aquello que sería un espectro.

—Han pasado tantos años antes de que desaparecieras, Shikon. Ya no soy el mismo cachorro impulsivo. Era tan obvio que el maestro Zero no perteneciera a este mundo. Su olor, escaso pero distinto, su forma de hablar ni siquiera es empleada tan deliberadamente en este lugar.

—En la forma de hablar, te pareces a tu padre.

La sonrisa se había esfumado de sus labios como si se tratara de una ligera neblina.

—Respóndeme de una vez por todas, Shikon. ¿Por qué osas romper el equilibrio del tiempo? Estás tomando decisiones muy arriesgadas al traer un humano del futuro.

—¡Eso no te incumbe de nada!

—Claro que me incumbe. Puede que yo no sea el rey de estas tierras, pero soy el mayor influyente de su Majestad, por lo tanto, mi trabajo no es simple. Tengo que mantener el orden, digamos que soy un medidor cuando se trata de lo innatural. Sabes perfectamente que Zero morirá en cualquier momento si se queda por más tiempo aquí.

—No lo puedo devolver a su tiempo, si no hace que Sesshomaru baje cabeza y deje su orgullo.

Las garras de Hayate golpeaba ruidosamente el apoyabrazos de su asiento.

—Pero yo sí puedo devolverlo a dónde pertenece.

Shikon abrió los ojos con temor, había por fin una pequeña muestra de emociones en aquel rostro.

—¡No te atrevas a hacer eso, vas a interferir y todos terminaremos perdiendo!, no entiendes nada, la magia prohibida no es un juego de niños. —Ira, eso era lo que mostraba, al parecer, el tema de devolver a Zero a su línea del tiempo original, le afectaba a morir.

Shikon parecía estar verdaderamente desesperada, aunque pareciera una simple broma de Hayate, hablaba en serio lo podía ver en sus ojos, era peligroso desafiar el tiempo, podrían crear paradojas y romperse la ley temporal, sin olvidar que Zero era muy influyente en las tierras del Oeste.

—No te pido que me cuentes todo, Shikon. Tan solo te pido una pequeña explicación, nadie en su sano juicio haría lo que tú estás haciendo, sé que tienes motivos.

La mandíbula de ella se había tensado, ese hombre estaba jugando sucio, sabía cómo hacer temblar a cualquiera, tuvo que suspirar profundamente, no había opción, no tenía que subestimarlo, en sí, Shikon ya no sabía más de Hayate, era como estar charlando con un desconocido.

—El alma de mi hermana está en peligro, y Zero es el único que puede ayudarme a salvarla.

(...)